sábado, 16 de noviembre de 2019

RETOS DE ESTA NUEVA JUNTA DE GOBIERNO


I. Fomentar la participación de los hermanos y su implicación en la vida de Hermandad.

La participación de los hermanos es imprescindible para cumplir con nuestros fines como Hermandad, para poder ser el cauce que alimente la vida espiritual y apostólica de los hermanos, y un agente eficaz de evangelización en esta sociedad tan secularizada.

Para ello, estamos convencidos de que debemos promover la participación de los hermanos en los actos de culto, las actividades que la Hermandad organiza y, en definitiva, la vida de nuestra fraternidad.

Esa promoción debe partir de un mejor conocimiento y seguimiento de la situación de nuestros hermanos, a fin de que los actos y actividades que la Hermandad les propone, estén más ajustados a sus necesidades, sin menoscabo de lograr los fines esperados y siempre dentro de las posibilidades de la Hermandad.

De igual manera, creemos esencial la participación de nuestros hermanos más jóvenes y pequeños. Para ellos, la Hermandad debe convertirse en una oportunidad para vivir e ir creciendo y madurando su fe en comunidad, a través de un Grupo Joven y/o un Grupo Infantil.

La implicación de los hermanos supone una materialización de su sentido de pertenencia a nuestra corporación. Su mejora y aumento, pretende buscar un mayor compromiso comunitario y apostólico, desde su vida de fe católica, en la Hermandad y, por extensión, en la Iglesia, que aportaría una riqueza en el número y la diversidad de dones al servicio de la Comunidad.

Para fomentar ese necesario refuerzo de la implicación, creemos indispensable el incremento de la presencia de la Hermandad en la vida de los hermanos, especialmente en aquellos momentos importantes de la misma, como la preparación para la recepción de sacramentos o la propia celebración de los mismos.

Todo ello lo llevaríamos a cabo utilizando los medios a nuestro alcance, especialmente realizando un uso más intensivo de los cauces de comunicación más cercanos e inmediatos, como pueden ser los que nos ofrecen las nuevas tecnologías de la comunicación, sin menoscabo de mantener los cauces habituales de información y comunicación.

II. Avanzar en la promoción del culto público.

Nuestra Hermandad destaca entre las demás hermandades de la ciudad, por su ejemplaridad en cada acto de culto que organiza, como así nos lo han reconocido en múltiples ocasiones.

Sin embargo, como asociación de fieles cuya principal misión es la promoción del culto público, asumimos el reto de continuar avanzando en la mejora de nuestros actos de culto, para que se conviertan en aún más espirituales, más auténticos y sean capaces de ser el apoyo necesario en la vida de fe de nuestros hermanos.

Esta mejora la realizaremos con el apoyo y asesoramiento que nos ofrece nuestro Director Espiritual, velando siempre por el cumplimiento de lo que establecen nuestros Estatutos y Reglamento de Régimen Interno al respecto, promoviendo el culto sacramental, y sin perder ni renunciar en ningún momento a la finalidad de los actos de culto, su esencia, su fidelidad a la Liturgia, a la Tradición Católica, etc.

Asimismo, procuraremos que los actos de culto interno puedan llegar a convertirse en el apoyo espiritual necesario para los hermanos, de manera que se fomente en ellos una vida cristiana más auténtica y comprometida, centrada en la Eucaristía y en la necesidad de vivir en gracia de Dios.

También la salida procesional del Viernes Santo, como principal acto de culto externo, será objeto de un continuo esfuerzo para la mejora de los aspectos espirituales, organizativos, estéticos, de seguridad, etc., que redunde de manera positiva en la estación de penitencia.


III. Mejorar la presencia de la Hermandad en su contexto.

La Hermandad, como asociación perteneciente a la Iglesia, y como institución que se encuadra en el conglomerado cofrade de nuestra ciudad, está obligada a mantener una vinculación y una imagen adecuada ante el resto de hermandades, instituciones, parroquias, etc. de Jerez y su Diócesis, así como con otras entidades públicas y municipales.

Así pues, asumimos el compromiso de mantener una relación fluida con los interlocutores de dichas instituciones, defendiendo siempre nuestros principios, nuestros derechos, nuestros intereses…

Somos conscientes de la necesidad de mantener las excelentes relaciones corporativas con las hermandades de nuestro entorno que ya tenemos, ampliando en la medida de lo posible dichas relaciones a otras hermandades, así como otras instituciones eclesiales, con las que establecer nuevos lazos fraternales.

Además de estas instituciones, nuestra corporación conserva dos vinculaciones especiales. Por un lado, por la ubicación histórica de nuestra sede canónica con el Barrio de San Pedro y sus vecinos. Por otro lado, por la advocación de nuestra titular también mantenemos lazos de unión con el Ejército del Aire y la Aviación. Son relaciones históricas que pretendemos mantener y a ser posible impulsar, aumentando nuestra presencia en esas dos realidades tan diferentes y tan ligadas a nuestros orígenes y nuestra historia.


IV. Convertir la Hermandad en una referencia cofrade y católica en la ciudad.

Estamos convencidos de que ser hermano de una hermandad no puede limitarse exclusivamente a unas prácticas religiosas exigidas por unos Estatutos, o a unos simples actos devocionales asumidos con el tiempo. El pertenecer a una Hermandad se tiene que notar en la fidelidad al Señor y a la Iglesia, la celebración frecuente de los sacramentos, la vida de oración, la lectura de la Palabra de Dios, la práctica de la Caridad, el testimonio de fe, la participación en la acción apostólica… de los hermanos y cofrades.

Como tarea propia de todo fiel cristiano, por el mismo hecho de estar bautizado, los cofrades, junto al fin peculiar del culto público, debemos asumir las responsabilidades propias de toda la Iglesia, según las necesidades que en cada momento se vayan presentando dentro del pueblo de Dios y en el mundo donde vivimos. Y también, según nuestro carisma y nuestros talentos. Además, esta tarea y compromiso debe reflejarse en la actividad normal de la Hermandad y en la forma de preparar y celebrar nuestros actos de culto.

Al objeto de facilitar este compromiso en los hermanos, trabajaremos por mejorar su formación y preparación cristiana, organizando distintos programas formativos en función de sus necesidades.

Asimismo, apoyaremos la labor caritativa de todos los hermanos potenciando la participación de los mismos en la Bolsa de Caridad “Padre Anselmo Andrades”, de manera que se incremente el alcance y el volumen de los servicios que actualmente presta a los más necesitados.


V. Promover la eficiencia en la gestión de la Hermandad.

La Hermandad tiene que hacer frente al reto de lograr una mayor eficiencia en su gestión interna, que beneficie no sólo a los hermanos a los que va dirigida. También debe ayudar a los hermanos que asumen cualquier responsabilidad de gestión, de manera voluntaria y en actitud de servicio fraternal, ofreciendo su tiempo y lo mejor de sí mismos a sus hermanos.

Para conseguirlo, implantaremos nuevos sistemas de gestión que agilicen los trámites con los hermanos, los de la Tesorería, Secretaría, Mayordomía… y permitan mantener una comunicación y actualización más fluida de los datos necesarios para dichos trámites.

Por otro lado, las circunstancias económicas y la responsabilidad como gestores de los recursos nos obligan a ser extremadamente escrupulosos en los gastos, para lo que buscaremos la mejor gestión y la máxima transparencia en los mismos.

Además, mantendremos las distintas comisiones y grupos de trabajo existentes, como mejor instrumento para desarrollar los proyectos que tiene en marcha la Hermandad. Y organizaremos los grupos de trabajo que resulten necesarios para poder hacer frente a las nuevas necesidades que surjan en estos próximos años.


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