domingo, 31 de octubre de 2021

LOTERÍA NAVIDAD 2021

Disponibles para la adquisición de nuestros hermanos, devotos y colaboradores la Lotería de Navidad que tradicionalmente juega nuestra Hermandad.

Este año es el nuestro...no te quedes sin ella.




SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS – CICLO B – (1-11-2021)

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 1-12a

“En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:

"Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

“Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.

“Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.

“Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.

“Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

“Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

“Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.

“Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

“Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa.

Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo".”


LIBRES Y FELICES

“Vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos”. Nos fascina esa visión del libro del Apocalipsis que se proclama en la primera lectura de esta solemnidad de todos los Santos (Ap 7,2-14).

El texto nos presenta una impresionante multitud de mártires que han ganado con su sangre la palma del triunfo. Ellos son los que forman ese gran coro de los que aclaman y cantan: “La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero”.

Paradójicamente, se nos dice que los mártires “han blanqueado sus mantos en la sangre del Cordero”. Se han negado a adorar a los ídolos que cada día se presentan ante nosotros exigiendo nuestra adoración. Así que los santos son lo mejor de esta tierra. Son los que han entendido como nadie la libertad de adorar al único que merece nuestra adoración.


LA CLAVE DE LA LIBERTAD

En estos días, por todas partes se exalta el ideal del ser humano, la grandeza y los derechos de la persona. Pero las opiniones se dividen cuando se trata de señalar qué es el hombre y cuáles son las notas que lo definen. En qué consiste su dignidad.

Unos afirman que todos los hombres son libres, pero olvidan que han de ser también solidarios entre sí. Otros afirman que todos los seres humanos son iguales, pero inmediatamente arremeten con fuerza contra los que no se identifican con ellos.

En el evangelio de este día leemos una vez más el texto que recoge las bienaventuranzas que el evangelio de Mateo incluye en el Sermón de la Montaña (Mt 5,1-12). Según algunos, en este texto se proclama de forma escandalosa una ética de esclavos. No es cierto. Al contrario. En esta proclamación está la clave de la libertad.

Jesús es la Palabra de Dios y también la imagen definitiva y perfecta del ser humano. Las bienaventuranzas que él proclamó nos revelan la verdad última del hombre. Nos dicen qué significa ser humano en plenitud. Nos recuerdan los valores profundos que hacen que nuestra existencia sea humana y humanizadora.


CAMINOS DE FELICIDAD

Muchas imágenes del ser humano son engañosas. En las bienaventuranzas Jesús nos dice qué significa ser persona. Y nos indica en qué consiste la felicidad:

• La felicidad no está en acaparar bienes, sino en compartirlos con los demás.

• La felicidad no está en la violencia, sino en la humildad y la mansedumbre.

• La felicidad no está en el desdén hacia los afligidos, sino en la compasión.

• La felicidad no está en la instalación, sino en la búsqueda del bien y la justicia.

• La felicidad no está en la indiferencia ante los otros, sino en la misericordia.

• La felicidad no está en la mentira, sino en la limpieza del corazón.

• La felicidad no está en promover el conflicto, sino en la lucha por la concordia

• La felicidad no está en la apostasía, sino en la fidelidad a la fe y al amor.

- Señor Jesús, nosotros proclamamos que solo tú eres Santo. Que tu ejemplo y tu palabra nos ayuden a seguirte por el camino que han seguido todos los santos que en el mundo han sido. Tú que vives y reinas y nos esperas por los siglos de los siglos. Amén

José-Román Flecha Andrés.

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viernes, 29 de octubre de 2021

NUESTRA MADRE VISITARÁ EL CONVENTO MERCEDARIO CON MOTIVO DE LA CLAUSURA DEL AÑO JUBILAR LAURETANO

Desde la Hermandad de Loreto nos complace anunciar que, tras ser aprobado por el Cabildo General de Hermanos, y una vez recibida la autorización de nuestro obispo don José, celebraremos un Triduo extraordinario en honor a Ntra. Sra. de Loreto, como clausura del Año Jubilar Lauretano, con motivo de su festividad litúrgica del próximo 10 de diciembre, en la Basílica de Nuestra Señora de la Merced Coronada de nuestra ciudad.

Para ello, la imagen de la Santísima Virgen será trasladada hasta las plantas de nuestra Patrona el miércoles 8 de diciembre, dando comienzo el Triduo de Gloria ese mismo día. Estos cultos continuarán el jueves 9 y el viernes 10 de diciembre, que también se celebrará la Función Principal de Instituto.

Al día siguiente, sábado 11 de diciembre, se realizará la procesión de vuelta a nuestra sede canónica de la Parroquia de San Pedro, cerrando así esta histórica efeméride para nuestra Corporación.

Acudamos a la Reina y Puerta del Cielo solicitando su protección e intercesión ante Dios Padre.

Foto : Luis Serna fotografía.



IGUALÁ DE COSTALEROS

¡Qué larga fue la espera!

Pero aquí estamos de nuevo ante el reto de volver a poner a la Virgen en las calles de Jerez cómo se merece.

Tenemos el enorme placer de citarte el DOMINGO 14 DE NOVIEMBRE en el Salón Social de Loreto, situado en la calle Clavel 7 (https://g.co/kgs/ZW6Ru8)

Con la intención de llevar a cabo el igualo de los hombres para formar la cuadrilla que portará, Dios mediante, a nuestra querida Virgen de Loreto. Todo aquel costalero con intención de pertenecer a la cuadrilla tendrá que asistir con el calzado oscuro que vaya a trabajar la cofradía y el impreso del CERTIFICADO DE VACUNACIÓN O DE HABER PASADO LA ENFERMEDAD.

La Virgen nos requiere para ser sus pies de cara al culmen del Año Santo Lauretano, extendido por el Santo Padre el Papa Francisco hasta diciembre de este presente año.
Una vez más, estamos llamados a la responsabilidad en tiempos de pandemia. Para nosotros como equipo, y para mi especialmente, es una sensación especial por volver a casa y más en unas fechas tan señaladas y, ante una efeméride tan especial para la Hermandad.

Un abrazo,

Ezequiel Simancas.



EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 31º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B – (31-10-21)

 Lectura del santo Evangelio según San Marcos 12, 28b-34

“En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?». Respondió Jesús: «El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos».

El escriba replicó: «Muy bien. Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios». Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios».

Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.”


LOS DOS MANDATOS

“Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es solamente uno”. Son muy importantes para Israel esas palabras que contiene el texto del Deuteronomio que hoy se proclama (Dt 6, 2-6). A esa llamada de atención se unen tres avisos prácticos:

• “Teme al Señor tu Dios”. El temor de Dios no se puede confundir con el miedo. Dios no se identifica con esos ídolos que con tanto celo veneramos. Sin el temor a Dios, la idea que de él nos formamos solo es una proyección de nuestros propios deseos.

• “Guarda sus mandatos y preceptos”. Los mandatos del Señor no pueden confundirse con imposiciones arbitrarias. Dios nos ama y quiere lo mejor para nosotros. Sus preceptos son una lámpara para nuestros pasos (Sal 119,105).

• “Ponlos por obra para que te vaya bien”. Los mandamientos de nuestro Dios tampoco son principios abstractos o simples frases para el decorado. Si los ponemos en práctica, llegaremos a encontrar el camino de la armonía integral.


UN ÚNICO AMOR

Un escriba pregunta a Jesús cuál es el primero de los mandamientos (Mc 12,28-34). Seguramente traía en la mente las discusiones de las escuelas sobre el tema. Tal vez quería saber a cuál de ellas pertenecía el Maestro. El escriba se refiere a un solo precepto, pero Jesús le recuerda dos, que reflejan un único amor.

- En primer lugar, según el Deuteronomio, es preciso amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas (Dt 6,5). Frente a la dispersión de los pensamientos, de los sentimientos y de nuestros compromisos habituales, solo el amor a Dios nos ayuda a vivir centrados en lo más importante.

- Además, de acuerdo con el Levítico, es necesario amar al prójimo como a uno mismo (Lev 19,18). Poner el “tú” al nivel del “yo” es la auténtica regla de oro. Al final de su vida, Jesús se presentará como la clave de ese amor: “Amaos unos a otros como yo os he amado”. Esa es la definitiva superación del egoísmo.


LA VERDAD DEL EVANGELIO

Nos admira la sintonía del escriba, que amplía y ratifica la propuesta de Jesús. En sus palabras se refleja ya la reflexión y la experiencia de la comunidad cristiana:

• “El Señor es uno solo y no hay otro fuera de él”. Nuestro politeísmo práctico nos perturba y enloquece. El verdadero creyente nunca podrá adorar a dos dioses. El corazón que de verdad ama a Dios no puede estar dividido.

• “Amar a Dios y al prójimo como a uno mismo vale más que todos los sacrificios”. Un oráculo semejante de Oseas (Os 6,6) encuentra eco en los labios de Jesús (Mt 9,13). El papa Francisco critica una devoción que no se traduce en servicio a los demás.

• “Tú no estás lejos del Reino de Dios”. El Reino de Dios es Jesús mismo. Amar a Dios y al prójimo: ese es el resumen de la vida y del mensaje del Maestro.

- Señor Jesús, tú sabes que pretendemos identificarnos como tus seguidores apelando a mil signos externos. Nuestras costumbres nos vuelven cómodos y egoístas. Y las divisiones de los grupos cristianos nos ahogan. Ayúdanos a descubrir que el doble mandato del amor nos unirá en la verdad de tu evangelio. Amén.

José-Román Flecha Andrés.

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viernes, 22 de octubre de 2021

CONVOCATORIA CABILDO DE APERTURA CURSO 2021-2022

Estimado Hermano:

De orden del Señor Hermano Mayor, tengo el honor de convocarte al CABILDO GENERAL DE APERTURA DE CURSO, a celebrar en el Salón Social de nuestra Hermandad sito en la Calle Clavel nº 10, el próximo Jueves 28 de octubre del año de nuestro Señor de 2021, a las 20:00 horas en primera convocatoria y a las 20:30 horas en segunda y última, con arreglo al siguiente Orden del día: 


1º Invocación al Espíritu Santo. 

2º Lectura y aprobación del acta del anterior Cabildo General Ordinario celebrado.

 3º Aprobación del Presupuesto Económico para el ejercicio 2021-2022. 

4º Aprobación de los proyectos para el ejercicio 2021-2022.

 5º Presentación y aprobación del Programa de Actividades del curso 2021- 2022. 

6º Programación de Actos y Actividades para celebrar durante el Año Jubilar Lauretano.

 7º Ruegos y preguntas.


Lo que comunico a los efectos de citación, recordándole que todos los hermanos mayores de 18 años, con al menos un año de antigüedad en la Hermandad y que hayan realizado la Recepción Canónica tienen el derecho y el deber de asistir a los Cabildos Generales. Se despide su afectísimo en la Cruz y en la Soledad de Loreto.



EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 30º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B – (24-10-2021)

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 46-52

“En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí».

Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: «Hijo de David, ten compasión de mí». Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo». Llamaron al ciego, diciéndole: «Animo, levántate, que te llama».

Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús le dijo: «¿Qué quieres que haga por ti?». El ciego le contestó: «Maestro, que pueda ver». Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado». Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino”.



EL CIEGO DE JERICÓ

“¡El Señor ha salvado a su pueblo, ha salvado al resto de Israel! Los traeré del país del norte, los reuniré de los confines de la tierra. Entre ellos habrá ciegos y cojos, lo mismo preñadas que paridas: volverá una enorme multitud”. En esta primera lectura, Jeremías transmite un oráculo de Dios que anuncia al pueblo de Israel el retorno del exilio (Jer 31,7-9).

Nadie queda excluido de la esperanza. Los ciegos y los cojos evocan un pasado de pobreza y sufrimiento. Las embarazadas y las jóvenes madres anuncian el futuro de la nueva vida. Dios es el verdadero Señor de la vida. En el mismo texto se recoge la mejor de sus promesas: “Seré un padre para Israel”.

El salmo responsorial se hace eco de la alegría de los que habían sido deportados a Babilonia y ahora pueden regresar a su patria: “Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares” (Sal 125,5).

Según la carta a los Hebreos, todo sumo sacerdote “puede comprender a los ignorantes y extraviados, porque también él está sujeto a debilidad” (Heb 5,2). Si esta afirmación valía para el antiguo culto, con más razón puede aplicarse a Jesucristo.


EL ITINERARIO DE LA FE

Tras revisar las apetencias humanas con relación al placer, al tener y al poder, el capítulo décimo del evangelio de Marcos nos ofrece un texto inolvidable que parece una especie de evangelio dentro del evangelio (Mc 10,46-52). Un relato en el que se presentan al menos tres contrastes.

• A la vereda del camino que sale de Jericó hacia Jerusalén está sentado un mendigo que es ciego. Sin embargo, es uno de los pocos enfermos curados por Jesús que tiene nombre propio. Se llama Bartimeo, es decir, “el hijo de Timeo”. Los creyentes en Jesús nunca deberán olvidar que el pobre tiene dignidad.

• Bartimeo está ciego, pero oye los comentarios de los caminantes y se entera de que junto a él pasa Jesús. Los que acompañan al Maestro en su subida hacia Jerusalén pretenden hacerle callar, pero él lo invoca a gritos con un título mesiánico: “Hijo de David, ten compasión de mí”. El texto sugiere que la fe llega por el oído y se expresa en oración.

• Antes del encuentro con Jesús, el ciego era un mendigo sentado al borde del camino y pidiendo limosna. Pero el encuentro le ha hecho recobrar la vista y le ha decidido a seguir a Jesús por el camino. Mendigar al borde del camino, reconocer a Jesús como Maestro y seguirle por el camino. Ese es el itinerario de la fe.


LA SANACIÓN Y LA FE

Frente a las súplicas del ciego, el relato evangélico recoge también tres frases de Jesús que revelan lo que él es y anuncian lo que puede aportar a quienes se acercan a él.

• “Llamadlo”. Jesús vino a buscar a los pobres, y a los enfermos, a los marginados y a los ciegos. Además, quiso buscar algunos colaboradores para esa misión de sanación y de salvación. Todos somos exhortados a hacer llegar esa llamada a los que buscan al Señor.

• “¿Qué quieres que haga por ti?” Esta es la misma pregunta que Jesús dirigió a Santiago y Juan, hijos del Zebedeo. Ellos pretendían que Jesús les concediera poder y privilegios. Pero Bartimeo solo quiere la luz que puede conceder el que es la luz del mundo.

• “Anda, tu fe te ha curado”. La sanación viene siempre del Señor. Es absolutamente gratuita. Pero el Señor valora la fe de los que se acercan a él con humildad y confianza. Quien lo confiesa como hijo de Dios puede llegar a descubrirlo como guía del camino.

- Señor Jesús, tú conoces bien que somos pobres y que estamos ciegos. Mucho tiempo llevamos esperando tu llegada. Ayúdanos a reconocerte cuando pasas a nuestro lado. Solo tú puedes abrirnos al misterio de esa luz que ilumina una vida para siempre. Que no nos domine la cobardía. Y que, en medio de nuestras tinieblas, encontremos la audacia de que nos habla el papa Francisco, para poder suplicarte: “Maestro, que pueda ver”. Amén.

José-Román Flecha Andrés

viernes, 15 de octubre de 2021

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 29º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B – (17-10-2021)

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 35-45


“En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir». Les preguntó: «¿Qué queréis que haga por vosotros?». Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda». Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?». Contestaron: «Lo somos». Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beberlo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado».

Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos».”



SERVICIO Y MISIÓN

“El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento…Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos”. Esa era la misión del Siervo del Señor, que recuerda la primera lectura de la misa de hoy (Is 53,10-11). Ese misterioso personaje no aparece revestido de poder. Al contrario, precisamente por sus sufrimientos se convierte en salvador de muchos.

Con el salmo responsorial, confesamos hoy que nuestra redención no es fruto de nuestro poder, sino de la bondad compasiva de Dios: “Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti” (Sal 32,22).

También la carta a los Hebreos nos recuerda que “no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades” (Heb 4,14-15).

Este domingo, es bueno tratar de adquirir conciencia de que no es nuestro poder el que contribuye a la misión redentora confiada a la Iglesia.


LA TENTACIÓN DEL PODER

Tras evocar en los domingos anteriores la enseñanza de Jesús sobre el placer y el tener, el evangelio que hoy se proclama nos revela que la apetencia humana del poder ha de ser entendida, a la luz de la fe, como la disponibilidad para servir a los demás (Mc 10,35-45).

• Santiago y Juan, hijos de Zebedeo se dirigen a Jesús con una frase que contradice el ejemplo y la enseñanza que van recibiendo de él: “Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir”. Ese Maestro es el que nos enseña a orar diciendo al Padre: “Hágase tu voluntad”. No podemos convertir a Dios en un ídolo dispuesto a satisfacer nuestro egoísmo.

• Santiago y Juan piden puestos de honor en la gloria del Mesías. Pero Jesús les anuncia que le espera un horizonte de pasión y de muerte. Y ese es el camino que aguarda a los discípulos que lo reconocen como su Maestro. También ellos compartirán el cáliz de amargura que él ha de beber y el baño de dolor y de sangre con que él será bautizado.

• Sería una hipocresía indignarse contra Santiago y Juan. Todos tenemos esa tentación del poder que afecta a los jefes que tiranizan a los pueblos y a los poderosos que oprimen a los débiles. Pero entre los discípulos de Jesús quien quiera ser el primero ha de aprender a ser el servidor de todos. Esa es la lección que nos ha enseñado el Maestro.


ALTANERÍA Y SERVICIO

Es grande quien sirve a los demás. Nunca ha sido fácil aprender esa lección. Ahora mismo el papa Francisco nos llama la atención contra las tentaciones de la mundanidad y del clericalismo. Pero el servicio no es una simple estrategia misional para ir consiguiendo nuevos adeptos para la Iglesia. El servicio es el único modo de parecernos al Maestro.

• “El hijo del Hombre no ha venido para que le sirvan”. En Jesús vemos la realización de aquel Siervo del Señor del que se habla en el libro de Isaías. En el contexto de la última cena él lavó los pies a sus discípulos y los exhortó a realizar ese gesto de humilde servicio a sus hermanos. Esa es la traducción del mandato del amor.

• “El Hijo del hombre ha venido para servir y dar su vida en rescate por todos”. Al igual que el Siervo del Señor, anunciado por el profeta, también Jesús justifica y rescata a muchos. Como dice el papa Francisco, “quienes se dejan salvar por él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento” (EG 1).

- Señor, Jesús, tú conoces bien nuestra aspiración a sobresalir por encima de los demás. Nuestro orgullo es un dramático obstáculo para la misión. No pueden creer en la grandeza del que se hizo Siervo los que ven a sus discípulos con ansias de poder. Perdona nuestra altanería. Y enséñanos a servir a nuestros hermanos con nuestra entrega diaria. Amén.


José-Román Flecha Andrés

viernes, 8 de octubre de 2021

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 28º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B – (10-10-2021)

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,17-30


“En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?». Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre». El replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño». Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme». A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.

Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!». Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios».

Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?». Jesús se les quedó mirando y les dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo».

Pedro se puso a decirle: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido». Jesús dijo: «Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más —casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones—, y en la edad futura, vida eterna».”



RIQUEZA Y LIBERTAD

Las tres grandes apetencias del ser humano son el tener, el poder y el placer. Las tres parecen darse cita en el capítulo 10 del evangelio de Marcos. El domingo pasado el placer podía adivinarse tras la pregunta sobre el matrimonio y el divorcio. Hoy la pregunta del rico nos recuerda el ansia de tener que nos agobia.

En la misa de hoy, la primera lectura afirma que el tesoro más importante es la sabiduría. El texto la compara con tres deseos que a todos interesan (Sab 7,7-11).

• El primer deseo nos presenta los cetros, los tronos y las riquezas. Son muchos los que aspiran a un “minuto de gloria”. Lo que les importa es “ser” importantes y brillar en la sociedad. Pero ese rebrillo es bastante engañoso ante el esplendor de la verdadera sabiduría.

• El segundo deseo se centra en el oro, la plata y las piedras preciosas. Ya no se trata del ser del hombre sino del “tener”. Esos aparentes tesoros quedan fuera de él. No pertenecen a su vida. Frente a la sabiduría, su valor es tan solo como el del barro y la arena.

• El tercer deseo se refiere a otros bienes más importantes, como la salud y la belleza. De ellos depende el “ser-así” de la persona. O, tal vez, el “estar” bien. Pero también estos son bienes perecederos, mientras que la sabiduría es duradera.


TRES FRACASOS

El texto del evangelio nos presenta a un personaje anónimo que se acerca a Jesús con el deseo de heredar la vida eterna (Mc 10,17-30). Es como la parábola de tres fracasos que marcan su existencia: el de la riqueza, el de la bondad y el del amor.

• Se dice que este personaje “era muy rico”. Pero Jesús trata de ayudarle a entender que no es tan rico cómo parece. “Una cosa te falta”. Tiene todo, pero le falta el verdadero tesoro, que solo puede ser alcanzado desprendiéndose de todo.

• El personaje busca la bondad. En realidad, durante toda su vida ha tratado de cumplir los mandamientos. Es cierto que desea practicar la bondad, pero no se decide a seguir al que es Bueno y es el modelo definitivo de la bondad.

• Jesús se le quedó mirando con cariño, pero él no lo percibió. No estaba dispuesto a hacerse eco del amor que reflejaba aquella mirada del Maestro. En esta ocasión, el amor de Jesús no encontró eco en el que pretendía asegurarse la vida eterna.

En este contexto, Jesús aprovecha la ocasión para afirmar que los que ponen su confianza en las riquezas tendrán una gran dificultad para admitir a Dios como su rey. Sus discípulos tendrán que oír una y otra vez que “no se puede servir a Dios y al dinero”.


LIBERTAD Y SEGUIMIENTO

Con todo, Simón Pedro se atreve a afirmar que los discípulos han hecho ya la opción de seguir a Jesús. Su afirmación da lugar a una profecía de su Maestro:

• “Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”. Es verdad, pero Pedro renegará un día de su Maestro. Muchos seguidores de Jesús lo han dejado todo a lo largo de los siglos. Pero la decisión inicial, por generosa que sea, ha de ser renovada cada día.

• “Quien deje “todo” por mí, recibirá en este tiempo cien veces más, con persecuciones”. Los bienes más importantes no son los tesoros materiales, sino el amor al bien y a la verdad. Quien sigue al Señor ha de aprender el valor del desprendimiento. Y ha de recordar que, junto a los bienes prometidos por el Señor, entra también la persecución.

• “Y recibirá en la edad futura vida eterna”. El relato evangélico termina como empezó. La vida definitiva que buscaba aquel personaje rico no queda asegurada por las riquezas. Y tampoco por el cumplimiento fiel de los mandamientos. Solo puede llegar a esa vida sin ocaso quien sigue de corazón al que es el Viviente y es la Vida.

- Señor Jesús, tú conoces bien nuestra buena voluntad y nuestro deseo de alcanzar la vida eterna. Pero conoces también que nuestro corazón aspira todavía a los bienes, honores y tesoros de este mundo. Queremos ser libres para seguirte fielmente por el camino. Líbranos de toda codicia. Que nada nos aparte de ti. Amén.


José-Román Flecha Andrés

viernes, 1 de octubre de 2021

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 27º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B – (3-10-2021)

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,2-16


“En aquel tiempo, se acercaron unos fariseos y le preguntaron a Jesús, para ponerlo a prueba: «¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?». Él les replicó: « ¿Qué os ha mandado Moisés?».

Contestaron: «Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio». Jesús les dijo: «Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios “los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne”. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».

En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: «Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio».

Le acercaban niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él». Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos”.



MANTENER LA ALIANZA

“Serán los dos una sola carne”. Nos son bien conocidas esas palabras que reflejan el proyecto de Dios sobre el matrimonio, tal como se lee en la primera lectura de este domingo (Gen 2,18-24). En esas palabras se nos ofrecen al menos tres notas sobre la intimidad sexual como lenguaje del amor conyugal:

• La sexualidad humana ha sido querida por Dios como signo y medio de la mutua donación de los esposos (Gen 2,21). Se nos dice que la mujer es creada durante un sueño, que se comprende con frecuencia como el espacio de las revelaciones divinas. Así que el "tú" representado por la persona del otro sexo refleja el Tú misterioso de Dios.

• La sexualidad humana señala la diferencia entre los seres humanos y los demás vivientes. Solo ante la mujer, puede Adán salir de su soledad y encontrar una ayuda adecuada que no le pueden proporcionar los demás seres de la creación (Gen 2,18.22).

• La sexualidad humana significa y realiza la igualdad entre las personas. Igualdad que se expresa por el mismo origen material, a partir de la carne viviente; por la semejanza del nombre de la mujer con el nombre del varón; y por la identidad de su destino y de su misión: "serán una sola carne", es decir una unidad de proyectos y de vida (Gen 2,23-24).


UN CAMINO COMPARTIDO

Según el evangelio de este domingo, los fariseos preguntan a Jesús si es lícito a un hombre divorciarse de su mujer (Mt 10,2-16). En el relato podemos observar tres datos:

• En primer lugar, los fariseos parecen interesados solo por el aspecto legal. Lo que importa es estar bien con la ley. Reducen la relación entre los esposos a un asunto de licitud. Pero Jesús se coloca en el terreno de la verdadera relación con Dios y con la otra persona.

• Los fariseos no tienen en cuenta la situación en que queda la mujer. Consideran el “acta de repudio” como un derecho del varón, cuando era un deber para que la mujer pudiera volver a contraer matrimonio, sin quedar reducida a la marginalidad y a la pobreza.

• Los fariseos se colocan en el punto de vista del esposo. Jesús les invita a redescubrir el proyecto original de Dios. El amor no es solo un enamoramiento: es un camino compartido. Un camino de gozos y esperanzas, de proyectos y de pruebas, de fidelidad y de perdón.


LA GRACIA DE LA FIDELIDAD


“Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”. Estamos habituados a repetir esta frase. Si nos detenemos a meditarla, veremos que está llena de sabiduría y de gracia. Con esta frase, Jesús parece recoger un proverbio sobre la seriedad de las alianzas humanas. Y nos ofrece un lema de vida, un motivo para la gratitud y una llamada al compromiso.

• “Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”. A veces se ve el matrimonio tan solo como un contrato. Los que siguen a Jesús están llamados a descubrir el proyecto de Dios. Saben que Dios es amor. Y Dios es fiel. De Dios viene todo amor que aspire a durar en el tiempo y a mantener la entrega total de los esposos.

• “Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”. Dios es el sujeto último de la unión. Los cristianos han de preguntarse siempre, con sinceridad, si su matrimonio ha sido realmente unido por Dios. Cuando es así, verán también la mano de Dios en la continuidad de su amor. Y darán gracias todos los días por el don de la fidelidad conyugal.

• “Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”. En su primera encíclica “Dios es amor”, Benedicto XVI escribió que el amor incluye el sentimiento, pero no es sólo un sentimiento. El amor es, sobre todo, un compromiso de vida. Así lo recuerda también el papa Francisco en su exhortación “La alegría del amor”.

- Señor Jesús, tú conocías las opiniones de tu pueblo sobre la realidad del matrimonio. Pero nos ayudaste a verlo con los ojos de Dios. Hoy los esposos cristianos necesitan como nunca ver en el amor de Dios la luz y la fuerza para mantener su alianza. Ayúdalos a descubrir, en tiempos de paz y en tiempos de crisis, la gracia y la tarea de la fidelidad. Amén.

José-Román Flecha Andrés.
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