domingo, 29 de marzo de 2020

FALLECE NUESTRO HERMANO MANUEL RODRÍGUEZ PORRUA

En el día de hoy, 29 de marzo de 2020 en el que celebramos el V Domingo de Cuaresma, hemos conocido la triste noticia del fallecimiento de nuestro hermano D. Manuel Rodríguez Porrúa.

Desde la Hermandad de Loreto nos sumamos al dolor de la familia, amigos y allegados de nuestro hermano, deseando transmitirles nuestro más sentido pésame y el aliento necesario para superar esta difícil prueba que Dios nos envía.

Y nos unimos en una oración común de súplica para que su alma goce de la presencia de Dios, por intercesión de Ntra. Sra. de Loreto en su Soledad.

Su familia nos ha comunicado que no se celebrará sepelio, y que informará en su momento sobre la celebración de una misa por su eterno descanso.


sábado, 28 de marzo de 2020

EL EVANGELIO DEL DOMINGO : 5º DE CUARESMA – CICLO A – (29-3-2020)

Lectura del santo evangelio según san Juan 11, 1-45


“En aquel tiempo, un cierto Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta, su hermana, había caído enfermo. María era la que ungió al Señor con perfume y le enjugó los pies con su cabellera; el enfermo era su hermano Lázaro. Las hermanas mandaron recado a Jesús, diciendo:

-«Señor, tu amigo está enfermo.»

Jesús, al oírlo, dijo:

-«Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.»

Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, se quedó todavía dos días en donde estaba. Sólo entonces dice a sus discípulos:

-«Vamos otra vez a Judea.»

Los discípulos le replican:

-«Maestro, hace poco intentaban apedrearte los judíos, ¿y vas a volver allí? » Jesús contestó:

-«¿No tiene el día doce horas? Si uno camina de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si camina de noche, tropieza, porque le falta la luz.» Dicho esto, añadió:

-«Lázaro, nuestro amigo, está dormido; voy a despertarlo.»

Entonces le dijeron sus discípulos:

-«Señor, si duerme, se salvará.»

Jesús se refería a su muerte; en cambio, ellos creyeron que hablaba del sueño natural. Entonces Jesús les replicó claramente:

-«Lázaro ha muerto, y me alegro por vosotros de que no hayamos estado allí, para que creáis. Y ahora vamos a su casa.» Entonces Tomás, apodado el Mellizo, dijo a los demás discípulos:

-«Vamos también nosotros y muramos con él.»

Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Betania distaba poco de Jerusalén: unos tres kilómetros; y muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús:

-«Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.» Jesús le dijo:

-«Tu hermano resucitará.»

Marta respondió:

-«Sé que resucitará en la resurrección del último día.»

Jesús le dice:

-«Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?» Ella le contestó:

-«Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.»

Y dicho esto, fue a llamar a su hermana María, diciéndole en voz baja: -«El Maestro está ahí y te llama.»

Apenas lo oyó, se levantó y salió adonde estaba él; porque Jesús no había entrado todavía en la aldea, sino que estaba aún donde Marta lo había encontrado. Los judíos que estaban con ella en casa consolándola, al ver que María se levantaba y salía deprisa, la siguieron, pensando que iba al sepulcro a llorar allí. Cuando llegó María adonde estaba Jesús, al verlo se echó a sus pies diciéndole:

-«Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano.» Jesús, viéndola llorar a ella y viendo llorar a los judíos que la acompañaban, sollozó y, muy conmovido, preguntó: -« ¿Dónde lo habéis enterrado?»

Le contestaron:

-«Señor, ven a verlo.»

Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban:

-«¡Cómo lo quería!»

Pero algunos dijeron:

-«Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?»

Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cavidad cubierta con una losa.

Dice Jesús:

-«Quitad la losa.»

Marta, la hermana del muerto, le dice:

-«Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días.»

Jesús le dice:

-«¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?»

Entonces quitaron la losa.

Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo:

-«Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado.» Y dicho esto, gritó con voz potente:

-«Lázaro, ven afuera.»

El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: -«Desatadlo y dejadlo andar.»

Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él”.


RESURRECCIÓN Y VIDA

“Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os haré salir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os traeré a la tierra de Israel”. Este mensaje de Ezequiel (Ez 37,12) iba dirigido al pueblo que había sido deportado a Babilonia. El profeta le anunciaba de parte de Dios la promesa de rescatarlo de la esclavitud y devolverlo a su tierra.

Aunque todavía no se había llegado a asumir y profesar la fe en la resurrección de los muertos, el lenguaje estaba preparado para admitir como una resurrección la intervención de Dios a favor de los oprimidos. Muchos creían ya que Dios es el Señor de la vida. Por eso puede infundir en ellos su espíritu para que vivan de verdad y para siempre.

El salmo responsorial del domingo 5º de Cuaresma evoca este poder de Dios sobre la historia y la peripecia humana: “Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa”.

En la segunda lectura que hoy se proclama, san Pablo subraya el papel de Jesucristo en nuestra resurrección: “Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros” (Rom 8,11).


EL DIÁLOGO

Aunque este año se proclama el evangelio según san Mateo, durante tres domingos de cuaresma leemos unos relatos de Juan que recogen las imágenes del agua, la luz y la vida. Toda una catequesis prebautismal que nos invita a meditar sobre el don de una existencia iluminada por el misterio pascual de Jesucristo.

Al llegar a la casa de su amigo Lázaro, muerto recientemente, Jesús mantiene con Marta un diálogo tan profundo como esperanzado. Marta sabe que Dios concederá a Jesús lo que le pida. Jesús le asegura que su hermano resucitará. Y ella confiesa una fe que se iba abriendo camino en el pueblo: “Sé que resucitará en la resurrección en el último día.

Ahí se inserta la gran revelación de Jesús: “Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto vivirá; y el que está muerto y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees

esto?” Esa es la pregunta definitiva, la que marca toda diferencia en el campo de las creencias. Pues bien, Marta cree que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, el esperado.


EL SEPULCRO

Pero el diálogo sobre la vida no ha llevado a Jesús a olvidar que la muerte ha llegado a la casa de sus amigos. Su pregunta por la sepultura de Lázaro no indica una simple curiosidad. Sus lágrimas revelan la sinceridad de su amor ante todos los presentes.

• “Lázaro, sal afuera”. Esa es la orden que el Señor de la vida grita con voz potente ante la entrada del lugar donde se ha helado la esperanza.

• “Lázaro, sal afuera”. Esa es la invitación que el Señor de la Iglesia le dirige para que ella abandone su cansancio y somnolencia y dé testimonio de la vida.

• “Lázaro, sal afuera”. Ese es el imperativo que Jesús nos dirige a todos los que vamos arrastrando una existencia mortecina que no puede suscitar el entusiasmo.

- Señor Jesús, tú nos has dicho que nadie tiene amor tan grande como el que da la vida por los amigos. Sabemos que el dar la vida al amigo determinó que tus enemigos adelantaran la hora de tu muerte. También hoy, tú que eres el camino, la verdad y la vida, nos rescatas del sepulcro. Bendito seas, Señor. Amén.

José-Román Flecha Andrés.
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miércoles, 25 de marzo de 2020

FOTO DE NUESTRA MADRE DE 1978

Agradecer a Manuel Ángel Mauricio Gómez por el envío de esta foto cuyo autor es Francisco Puente,estando fechada en el año 1978.

La Virgen va en su anterior paso dorado que actualmente es propiedad del Cristo de las Almas de la Hermandad Sacramental de Santiago de nuestra ciudad.

Recordemos que ese paso dorado fue adquirido en el año 1965 al parecer a la  cofradía de la Vera Cruz de Alcalá del Rio por el Ejercito del Aire para su Patrona.

El 13 de diciembre de ese año de 1978 se firmaría el contrato del paso plateado actual que hasta ahora poseemos por poco tiempo.


martes, 24 de marzo de 2020

CENTENARIO DEL PATRONAZGO DE NUESTRA MADRE SOBRE LA AVIACIÓN UNIVERSAL

Nuestra Madre de Loreto es patrona de los aeronavegantes con todos los honores y privilegios que por derecho corresponden a las Patronas Principales.

Este patronazgo fue proclamado por el Papa Benedicto XV según decreto de 24 de marzo de 1920. 

Dicho decreto decía: 

"Declárese Patrona de los aviadores a Nuestra Señora de Loreto. DECRETO:

 Nuestro santísimo padre Benedicto Papa XV, oyendo benignamente las súplicas que por intermedio del infrascripto cardenal prefecto de la Sagrada Congregación de Ritos, le dirigieron muchos obispos y fieles, instituyó y declaró con su suprema autoridad Patrona de los navegantes del aire a la Santísima Virgen de Loreto, sin que nada pueda oponerse a dicha declaración."


sábado, 21 de marzo de 2020

EJERCICIO DE QUINARIO A NTRA. SRA. DE LORETO EN SU SOLEDAD. QUINTO DÍA

Sábado de la III Semana de Cuaresma


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Nuestra Señora de Loreto, llena de dolor en tu Soledad, te ruego me alcances fortaleza para sufrir por mis pecados como tú sufriste por los nuestros, a fin de que, crucificando mis pasiones en la Santa Cruz de Cristo, llevando la cruz de mi deber por el camino de mi vida, caminando en pos de mi Señor y perseverando constantemente a tu lado, oh Madre mía, al pie de la Cruz de tu Hijo, viva siempre y muera contigo, redimido y santificado por la Sangre preciosísima de nuestro Redentor. También te pido, Santísima Virgen de Loreto, por tu Soledad, que oigas mi petición de este día y, si conviene, me la concedas.

Pídase la gracia que se desea obtener, por mediación de Nuestra Señora de Loreto en su Soledad en este quinto día del Quinario.

Padre nuestro, Ave María y Gloria


ORACIÓN PARA EL QUINTO DÍA

Oh Virgen Santísima de Loreto, por el dolor que sufriste al acompañar a tu Hijo a la sepultura, concédeme que después de una vida mortificada con Cristo merezca vivir eternamente en su gloria. Concédeme vivir en la Cruz con paciencia, morir en la Cruz con esperanza y reinar por la Cruzcon gloria.


ORACIÓN FINAL

Acuérdate, Virgen Madre de Dios, cuando estés en la presencia del Señor, de hablar a favor nuestro y que aparte su indignación de nosotros.

Oh Santísima Madre de Loreto, hazme esta gracia: fija en mi corazón con eficacia las llagas de Jesús Crucificado.

Haz que de Cristo en mí lleve la muerte, que participe su Pasión y suerte y medite en sus llagas apenado.

Para que no arda en los eternos fuegos, defiéndeme Tú, oh Virgen, con tus ruegos en el día del juicio.

Y Tú, oh Cristo, al salir yo de esta vida, haz que llegue a la palma de la victoria y, cuando mi cuerpo muera, haz que mi alma adquieradel paraíso la gloria.

Amen.

V./ Nuestra Señora de Loreto en su Soledad

R./ Ruega por nosotros.


+ EJERCICIO DE VÍSPERAS + Oración de la tarde

SALUDO INICIAL: 

V./ Dios mío, ven en mi auxilio.

R./ Señor date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


HIMNO: 

Dios es fiel guarda siempre su alianza,
libra al pueblo de toda esclavitud;
su palabra resuena en los profetas
reclamando el bien y la virtud.

Pueblo en marcha por el desierto ardiente,
horizontes de paz y libertad,
asamblea de Dios eterna fiesta:
tierra nueva, perenne heredad.

Si al mirar hacia atrás somos tentados
de volver al Egipto seductor,
el Espíritu empuja con su fuerza
a avanzar por la vía del amor.

El maná es un don que el cielo envía,
pero el pan hoy se cuece con sudor;
leche y miel nos dará la tierra nueva
si el trabajo es fecundo y redentor.

Y Jesús nos dará en el calvario
su lección “hágase tu voluntad”;
y su sangre vertida por nosotros
será el precio de nuestra libertad


SALMODIA:

Antífona 1: Vamos alegres a la casa del Señor.

+ Salmo 121

La ciudad santa de Jerusalén
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.

Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.

Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.

Desead la paz a Jerusalén:

«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios.»

Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo.»

Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1: Vamos alegres a la casa del Señor.

Antífona 2: Despierta, tú que duermes, levántate deentre los muertos, y Cristo será tu luz.

+ Salmo 129  

Desde lo hondo a ti grito, Señor 

Señor, tu nombre es eterno;

Desde lo hondo a ti grito, Señor;

Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.

Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?

Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.

Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela a la aurora.

Aguarde Israel al Señor,
como el centinela a la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2: Despierta, tú que duermes, levántate deentre los muertos, y Cristo será tu luz.

Antífona 3: Dios, por el gran amor con que nos amó,estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo.


+ Cántico: Flp 2,6-11

Cristo, siervo de Dios, en su misterio pascual
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios;
al contrario, se despojó de su rango
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.

Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte,
y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo,
y toda lengua proclame:

Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Antífona 3: Dios, por el gran amor con que nos amó,estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo.

LECTURA BREVE (2Co 6,1-4a):
Os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios, porque él dice: «En tiempo favorable te escuché, en día de salvación vine en tu ayuda»; pues mirad: ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación. Para no poner en ridículo nuestro ministerio, nunca damos a nadie motivo de escándalo; al contrario, continuamente damos prueba de que somos ministros de Dios.

RESPONSORIO BREVE:

V./ Escúchanos, Señor, y ten piedad. Porque hemos pecado contra ti.

R./ Escúchanos, Señor, y ten piedad. Porque hemos pecado contra ti.

V./ Cristo, oye los ruegos de los que te suplican.

R./ Porque hemos pecado contra ti.

V./ Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

R./ Escúchanos, Señor, y ten piedad. Porque hemos pecado contra ti. 


CÁNTICO EVANGÉLICO:

Antífona Magníficat: En otro tiempo erais tinieblas; ahora sois luz en el Señor.

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.

Porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,

Porque el todo poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es Santo,

Y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,

Derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,

A los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia.
Como lo había prometido a nuestros padres
en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.


Antífona Magníficat: En otro tiempo erais tinieblas; ahora sois luz en el Señor.

PRECES:

Bendigamos a Dios, solícito y providente para con todos los hombres, e invoquémosle, diciendo:

Salva, Señor, a los que has redimido.

Oh Dios, fuente de todo bien y origen de toda verdad, llena con tus dones al Colegio de los obispos,

— y haz que aquellos que les han sido confiados se mantengan fieles a la doctrina de los apóstoles.

Infunde tu amor en aquellos que se nutren con el mismo pan de la vida,

— para que todos sean uno en el cuerpo de tu Hijo.

Que nos despojemos de nuestra vieja condición humana y de sus obras,

— y nos renovemos a imagen de Cristo, tu Hijo.

Concede a tu pueblo que, por la penitencia, obtenga el perdón de sus pecados

— y tenga parte en los méritos de Jesucristo.

Haz que nuestros hermanos difuntos puedan alabarte eternamente en el cielo,

— y que nosotros esperemos confiadamente unirnos a ellos en tu reino.

Porque Jesús ha resucitado, todos somos hijos de Dios; por eso nos atrevemos a decir:

PADRENUESTRO


+ PROCESIÓN CLAUSTRAL +
ORACIÓN:
V/. Señor, que reconcilias contigo a los hombres por tu Palabra hecha carne, haz que el pueblo cristiano se apresure, con fe viva y entrega generosa, a celebrar las próximas fiestas pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

R/. Amén.


Tantum ergo sacraméntum
venerémur cernui,
et antíquum documéntum
novo cedat ritui;
praestet fides supleméntum
sensuum deféctui.
Genitóri Genitóque
laus et iubilátio,
salus, honor, virtus quoque
sit et benedictio;
procedénti ab utróque
compar sit laudátio.

Amen.

V. Panem de cælo praestitísti eis.

R. Omne delectaméntum in se habéntem.

Orémus.
Deus, qui nobis sub sacraménto mirábili, passiónis tuae memóriam reliquisti;
tríbue, qaésumus, ita nos córporis et
Sánguinis tui sacra mystéria venerári,
ut redemptiónis tuae fructum in nobis
iúgiter sentiámus:Qui vivis et regnas in
saécula saeculórum.

R. Amen

TRADUCCIÓN DEL HIMNO
Veneremos, pues, prosternados,
tan gran Sacramento;
y la antigua figura
ceda el puesto al nuevo rito;
la fe supla
la incapacidad de los sentidos.
Al Padre y al Hijo
sean dadas alabanza y júbilo,
salud, honor, poder y bendición;
una gloria igual sea dada
al que de uno y de otro procede.

Amén

V. Les diste pan del cielo

R. Que contiene en sí todo deleite.

Oremos.

Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tu Pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

R: Amén

Bendito sea Dios
Bendito sea su santo Nombre
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo Esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.


EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 4º DE CUARESMA – CICLO A – (22-3-2020)

Lectura del santo evangelio según san Juan 9, 1-41


“En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento.

Y sus discípulos le preguntaron:

-«Maestro, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?»

Jesús contestó:

-«Ni éste pecó ni sus padres, sino para que se manifiesten en él las obras de Dios. Mientras es de día, tenemos que hacer las obras del que me ha enviado; viene la noche, y nadie podrá hacerlas. Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo.»

Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo:

-«Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado).»

Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban:

-«¿No es ése el que se sentaba a pedir?»

Unos decían:

-«El mismo.»

Otros decían:

-«No es él, pero se le parece.»

Él respondía:

-«Soy yo.»

Y le preguntaban:

-«¿Y cómo se te han abierto los ojos?»

Él contestó:

-«Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, me lo untó en los ojos y me dijo que fuese a Siloé y que me lavase. Entonces fui, me lavé, y empecé a ver. »

Le preguntaron:

-«¿Dónde está él?»

Contestó:

-«No sé.»

Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista.

Él les contestó:

-«Me puso barro en los ojos, me lavé, y veo.»

Algunos de los fariseos comentaban:

-«Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.» Otros replicaban:

-«¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?»

Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego:

-«Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?»

Él contestó:

-«Que es un profeta.»

Pero los judíos no se creyeron que aquél había sido ciego y había recibido la vista, hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron:

-«¿Es éste vuestro hijo, de quien decís vosotros que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?»

Sus padres contestaron:

-«Sabernos que éste es nuestro hijo y que nació ciego; pero cómo ve ahora, no lo sabemos nosotros, y quién le ha abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos. Preguntádselo a él, que es mayor y puede explicarse. »

Sus padres respondieron así porque tenían miedo a los judíos; porque los judíos ya habían acordado excluir de la sinagoga a quien reconociera a Jesús por Mesías. Por eso sus padres dijeron: «Ya es mayor, preguntádselo a él.»

Llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron:

-«Confiésalo ante Dios: nosotros sabemos que ese hombre es un pecador. »

Contestó él:

-« Si es un pecador, no lo sé; sólo sé que yo era ciego y ahora veo.» Le preguntan de nuevo:

-¿«Qué te hizo, cómo te abrió los ojos?»

Les contestó:

-«Os lo he dicho ya, y no me habéis hecho caso; ¿para qué queréis oírlo otra vez?; ¿también vosotros queréis haceros discípulos suyos? »

Ellos lo llenaron de improperios y le dijeron:

-«Discípulo de ése lo serás tú; nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios, pero ése no sabemos de dónde viene.»

Replicó él:

-«Pues eso es lo raro: que vosotros no sabéis de dónde viene y, sin embargo, me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino al que es religioso y hace su voluntad. Jamás se oyó decir que nadie le abriera los ojos a un ciego de nacimiento; si éste no viniera de Dios, no tendría ningún poder.»

Le replicaron:

-«Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?»

Y lo expulsaron. Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo:

-«¿Crees tú en el Hijo del hombre?»

Él contestó:

-«¿Y quién es, Señor, para que crea en él?»

Jesús le dijo:

-«Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es.»

Él dijo:

-«Creo, Señor.»

Y se postró ante él.

Jesús añadió:

-«Para un juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven vean, y los que ven queden ciegos.»

Los fariseos que estaban con él oyeron esto y le preguntaron:

-« ¿También nosotros estamos ciegos?» Jesús les contestó: -«Si estuvierais ciegos, no tendríais pecado, pero como decís que veis, vuestro pecado persiste».”



EL AGUA Y LA FE

“Anda, úngelo porque es este” (1 Sam 16,12). Esa es la palabra de Dios que saca al profeta Samuel de sus cavilaciones. Enviado por Dios a ungir en Belén al futuro rey de Israel, piensa que el candidato se ha de distinguir por su apariencia y su estatura. Pero no es así. El elegido por Dios es precisamente el hijo menor, que está fuera, cuidando las ovejas de su padre Jesé.

La unción del joven David por el profeta Samuel revela las predilecciones de Dios por los pequeños. Pero la unción es además un rito por el que la persona queda consagrada y apartada de la profanidad. Finalmente, la unción tiene un importante significado social: la persona es llamada a una misión y ha de cumplir con una responsabilidad.

El salmo responsorial del domingo 4º de Cuaresma nos recuerda que el joven pastor David es, en realidad, la imagen del único Pastor, que es el Señor (Sal 22). Por otra parte, la carta a los Efesios nos exhorta a abandonar las tinieblas que nos hacían andar a tientas y a caminar por el mundo como hijos de la luz (Ef 5,8-14).

EL ENVIADO

Tanto en el domingo pasado como en este la clave es precisamente esa vinculación de la luz con el agua. La Samaritana se encontró con Jesús en la plenitud de la luz y aceptó pedirle el agua que da vida eterna. Ahora es un ciego de nacimiento el que, ungido por Jesús con una mezcla de tierra y de saliva, encuentra en el agua la luz para sus ojos y para su vida toda (Jn 9,1-38).

Al ver al ciego, los discípulos preguntan si la causa de la ceguera es su pecado o el de sus padres. Es un resto de la mentalidad que consideraba la enfermedad como un resultado de la culpa moral. Andando los siglos, no siempre hemos logrado superar aquella presunción. Ante la muerte de un niño, muchos se escandalizan al pensar que no merecían tal “castigo”.

Jesús rechaza aquella antigua idea. Ante la situación del ciego, se manifestarán en él las obras de Dios. Y añade: “Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo”. Unge los ojos del ciego y lo envía a lavarse en las aguas de la piscina de Siloé. De pronto el nombre habitual del canal cobra un nuevo sentido para indicar al “Enviado” por Dios para traer la luz a nuestra humanidad enceguecida.


CREER PARA VER

El evangelio incluye una serie de preguntas y respuestas entre los fariseos y el ciego, que parecen marcar el ritmo de una catequesis de iniciación cristiana. Un proceso que culmina en el diálogo de Jesús con el ciego ya curado.

• “¿Crees tú en el Hijo del hombre?” Esa es la pregunta clave para todo catecúmeno que accede a la fuente bautismal. Pero es también una pregunta inesquivable para todo el que desea sinceramente acercarse a Jesús.

• “¿Y quién es, Señor, para que crea en él?” La pregunta por Jesús requiere siempre información, pero sobre todo necesita una seria formación. Nadie puede llegar por sí solo a reconocer la identidad del Señor.

• “Lo estás viendo: el que te está hablando, ese es”. La respuesta de Jesús incluye una referencia a los sentidos de la vista y el oído. La apertura sincera de la persona ha de conducir al que busca hasta el encuentro con el buscado.

• “Creo, Señor”. Según el evangelio, la fe ha curado a numerosos enfermos que se acercaban a Jesús. El padre del joven epiléptico que Jesús encontró al bajar del monte de la Transfiguración decía creer, pero todavía necesitaba crecer en la fe. El ciego curado cree simplemente.

- Señor Jesús, bien sabemos que no hay que ver para creer, sino que es totalmente necesario creer para ver. Es tu misericordia la que nos ha rescatado de nuestra ceguera. Pero ya que has querido curar nuestros ojos y nos has remitido al agua que los purifica, ayúdanos también a caminar siempre guiados por el resplandor de tu luz. Amén.

José-Román Flecha Andrés

viernes, 20 de marzo de 2020

EJERCICIO DE QUINARIO A NTRA. SRA. DE LORETO EN SU SOLEDAD. CUARTO DÍA

Viernes de la III Semana de Cuaresma


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Nuestra Señora de Loreto, llena de dolor en tu Soledad, te ruego me alcances fortaleza para sufrir por mis pecados como tú sufriste por los nuestros, a fin de que, crucificando mis pasiones en la Santa Cruz de Cristo, llevando la cruz de mi deber por el camino de mi vida, caminando en pos de mi Señor y perseverando constantemente a tu lado, oh Madre mía, al pie de la Cruz de tu Hijo, viva siempre y muera contigo, redimido y santificado por la Sangre preciosísima de nuestro Redentor. También te pido, Santísima Virgen de Loreto, por tu Soledad, que oigas mi petición de este día y, si conviene, me la concedas.

Pídase la gracia que se desea obtener, por mediación de Nuestra Señora de Loreto en su Soledad en este cuarto día del Quinario.

Padre nuestro, Ave María y Gloria

ORACIÓN PARA EL CUARTO DÍA

Oh Virgen Santísima de Loreto, por el dolor que sufriste al ver a tu Hijo clavado en la Cruz, te suplico me alcances el perdón de mis culpas que fueron la causa de su muerte, y que sus heridas se graben profundamente en mi memoria y mi corazón como testimonio de su amor para que le ame hasta la muerte.

ORACIÓN FINAL

Acuérdate, Virgen Madre de Dios, cuando estés en la presencia del Señor, de hablar a favor nuestro y que aparte su indignación de nosotros.

Oh Santísima Madre de Loreto, hazme esta gracia: fija en mi corazón con eficacia las llagas de Jesús Crucificado.

Haz que de Cristo en mí lleve la muerte, que participe su Pasión y suerte y medite en sus llagas apenado.

Para que no arda en los eternos fuegos, defiéndeme Tú, oh Virgen, con tus ruegos en el día del juicio.

Y Tú, oh Cristo, al salir yo de esta vida, haz que llegue a la palma de la victoria y, cuando mi cuerpo muera, haz que mi alma adquieradel paraíso la gloria.

Amen.

V./ Nuestra Señora de Loreto en su Soledad

R./ Ruega por nosotros.



+ EJERCICIO DE VÍSPERAS + Oración de la tarde

SALUDO INICIAL:

V./ Dios mío, ven en mi auxilio.

R./ Señor date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

HIMNO:

Dios es fiel guarda siempre su alianza,
libra al pueblo de toda esclavitud;
su palabra resuena en los profetas
reclamando el bien y la virtud.

Pueblo en marcha por el desierto ardiente,
horizontes de paz y libertad,
asamblea de Dios eterna fiesta:
tierra nueva, perenne heredad.

Si al mirar hacia atrás somos tentados
de volver al Egipto seductor,
el Espíritu empuja con su fuerza
a avanzar por la vía del amor.

El maná es un don que el cielo envía,
pero el pan hoy se cuece con sudor;
leche y miel nos dará la tierra nueva
si el trabajo es fecundo y redentor.

Y Jesús nos dará en el calvario
su lección “hágase tu voluntad”;
y su sangre vertida por nosotros
será el precio de nuestra libertad

SALMODIA:

Antífona 1: El Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.

+ Salmo 134, 1-12

Himno a Dios, realizador de maravillas
Alabad el nombre del Señor,
alabadlo, siervos del Señor,
que estáis en la casa del Señor,
en los atrios de la casa de nuestro Dios.


Alabad al Señor porque es bueno,
tañed para su nombre, que es amable.

Porque él se escogió a Jacob,
a Israel en posesión suya.

Yo sé que el Señor es grande,
nuestro dueño más que todos los dioses.

El Señor todo lo que quiere lo hace:
en el cielo y en la tierra,
en los mares y en los océanos.

Hace subir las nubes desde el horizonte,
con los relámpagos desata la lluvia,
suelta a los vientos de sus silos.

Él hirió a los primogénitos de Egipto,
desde los hombres hasta los animales.

Envió signos y prodigios

—en medio de ti, Egipto—

contra el Faraón y sus ministros.

Hirió de muerte a pueblos numerosos,
mató a reyes poderosos:

a Sijón, rey de los amorreos,
a Hog, rey de Basán,
y a todos los reyes de Canaán.

Y dio su tierra en heredad,
en heredad a Israel, su pueblo.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. 

Amén.


Antífona 1: El Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.

Antífona 2: Casa de Israel, bendecid al Señor; tañed para su nombre, que es amable.

+ Salmo 134, 13-21 (Continuación)

Himno a Dios, realizador de maravillas

Señor, tu nombre es eterno;
Señor, tu recuerdo de edad en edad.
Porque el Señor gobierna a su pueblo
y se compadece de sus siervos.

Los ídolos de los gentiles son oro y plata,
hechura de manos humanas:
tienen boca y no hablan,
tienen ojos y no ven,
tienen orejas y no oyen,
no hay aliento en sus bocas.

Sean lo mismo los que los hacen,

cuantos confían en ellos.

Casa de Israel, bendice al Señor;
casa de Aarón, bendice al Señor;
casa de Leví, bendice al Señor.
fieles del Señor, bendecid al Señor.

Bendito en Sión el Señor,
que habita en Jerusalén.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2: Casa de Israel, bendecid al Señor; tañed para su nombre, que es amable.

Antífona 3: Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.

+ Cántico Ap 15,3-4

Himno de adoración

Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,

¡oh Rey de los siglos!

¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?

Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3: Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.

LECTURA BREVE (St 5,16.19-20):

Confesaos los pecados unos a otros, y rezad unos por otros, para que os curéis. Mucho puede hacer la oración intensa del justo. Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro lo encamina,sabed que uno que convierte al pecador de su extravío se salvará de la muerte y sepultará un sinfín de pecados.

RESPONSORIO BREVE:

V/. Yo dije: Señor, ten misericordia.

R/. Yo dije: Señor, ten misericordia.

V/. Sáname, porque he pecado contra ti.

R/. Señor, ten misericordia.

V/. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

R/. Yo dije: Señor, ten misericordia.


CÁNTICO EVANGÉLICO:

Antífona Magníficat: Amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.

Porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,

Porque el todo poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es Santo,

Y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,

Derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,

A los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia.
Como lo había prometido a nuestros padres
en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona Magníficat: Amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.

PRECES:

Oremos a Jesús, el Señor, que santificó por su propia sangre a pueblo y digámosle:

Compadécete, Señor, de tu pueblo.

Redentor nuestro, por tu pasión, concede a tus fieles la fuerza necesaria para mortificar sus cuerpos, ayúdalos en su lucha contra el mal y fortalece su esperanza,

— para que se dispongan a celebrar santamente tu resurrección.

Haz que tus cristianos cumplan con su misión profética, anunciando al mundo tu Evangelio

— y dando testimonio por él de su fe, esperanza y caridad.

Conforta, Señor, a los que están tristes,

— y damos a nosotros el deseo de consolar a nuestros hermanos.

Haz que tus fieles aprendan a participar de tu pasión con sus propios sufrimientos,

— para que sus vidas manifiesten tu salvación a loshombres.

Tú que eres autor de la vida, acuérdate de los difuntos

— y dales parte en tu gloriosa resurrección.

Reconociendo que nuestra fuerza para no caer en la tentación se halla en Dios, digamos confiadamente:

PADRENUESTRO

ORACIÓN:

V/. Infunde, Señor, tu gracia en nuestros corazonespara que sepamos dominar nuestro egoísmo y secundar las inspiraciones que nos vienen del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina en la unidaddel Espíritu Santo y es Dios,por los siglos de los siglos.

R/. Amén.


Tantum ergo sacraméntum
venerémur cernui,
et antíquum documéntum
novo cedat ritui;
praestet fides supleméntum
sensuum deféctui.
Genitóri Genitóque
laus et iubilátio,
salus, honor, virtus quoque
sit et benedictio;
procedénti ab utróque
compar sit laudátio.

Amen.

V. Panem de cælo praestitísti eis.

R. Omne delectaméntum in se habéntem.

Orémus.

Deus, qui nobis sub sacraménto mirábili, passiónis tuae memóriam reliquisti;
tríbue, qaésumus, ita nos córporis et
Sánguinis tui sacra mystéria venerári,
ut redemptiónis tuae fructum in nobis
iúgiter sentiámus:Qui vivis et regnas in
saécula saeculórum.

R. Amen

TRADUCCIÓN DEL HIMNO

Veneremos, pues, prosternados,
tan gran Sacramento;
y la antigua figura
ceda el puesto al nuevo rito;
la fe supla
la incapacidad de los sentidos.
Al Padre y al Hijo
sean dadas alabanza y júbilo,
salud, honor, poder y bendición;
una gloria igual sea dada
al que de uno y de otro procede.

Amén

V. Les diste pan del cielo

R. Que contiene en sí todo deleite.

Oremos.

Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tu Pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

R:Amén

Bendito sea Dios
Bendito sea su santo Nombre
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo Esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.


jueves, 19 de marzo de 2020

EJERCICIO DE QUINARIO A NTRA. SRA. DE LORETO EN SU SOLEDAD. TERCER DÍA

Jueves de la III Semana de Cuaresma



ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Nuestra Señora de Loreto, llena de dolor en tu Soledad, te ruego me alcances fortaleza para sufrir por mis pecados como tú sufriste por los nuestros, a fin de que, crucificando mis pasiones en la Santa Cruz de Cristo, llevando la cruz de mi deber por el camino de mi vida, caminando en pos demi Señor y perseverando constantemente a tu lado, oh Madre mía, al pie de la Cruz de tu Hijo, viva siempre y muera contigo, redimido y santificado por la Sangre preciosísima de nuestro Redentor. También te pido, Santísima Virgen de Loreto, por tu Soledad, que oigas mi petición de este día y, si conviene, me laconcedas.

Pídase la gracia que se desea obtener, por mediación de Nuestra Señora de Loreto en su Soledad en este tercer día del Quinario.

Padre nuestro, Ave María y Gloria

ORACIÓN PARA EL TERCER DÍA

Oh Virgen Santísima de Loreto, por el dolor que sufriste cuando por la calle de la Amargura acompañaste a tu Hijo hasta el Calvario, haz que yo también le acompañe llevando la cruz que su providencia me ha dado con humilde paciencia y digna constancia, sufriendo bien todas las molestias que vengan de mis prójimos.

ORACIÓN FINAL
Acuérdate, Virgen Madre de Dios, cuando estés en la presencia del Señor, de hablar a favor nuestro y que aparte su indignación de nosotros.
Oh Santísima Madre de Loreto, hazme esta gracia: fija en mi corazón con eficacia las llagas de Jesús Crucificado.
Haz que de Cristo en mí lleve la muerte, que participe su Pasión y suerte y medite en sus llagas apenado.

Para que no arda en los eternos fuegos, defiéndeme Tú, oh Virgen, con tus ruegos en el día del juicio.

Y Tú, oh Cristo, al salir yo de esta vida, haz que llegue a la palma de la victoria y, cuando mi cuerpo muera, haz que mi alma adquiera del paraíso la gloria.

Amen.

V./ Nuestra Señora de Loreto en su Soledad

R./ Ruega por nosotros.


+ EJERCICIO DE VÍSPERAS +  Oración de la tarde


SALUDO INICIAL:

V./ Dios mío, ven en mi auxilio.

R./ Señor date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

HIMNO:

Porque fue varón justo,
le amó el Señor,
y dio el ciento por uno
su labor.

Humilde magisterio
bajo el que Dios aprende:
¡que diga, si lo entiende,
quien sepa de misterio!

Si Dios en cautiverio
se queda en aprendiz,
¡aprende aquí la casa de David!

Sencillo, sin historia,
de espalda a los laureles,
escalas los niveles
más altos de la gloria.

¡Qué asombro, hacer memoria,
y hallarle a tu ascensión
tu hogar, tu oficio y Dios como razón!

Y, pues que el mundo entero
te mira y se pregunta,
di tú cómo se junta
ser santo y carpintero,
la gloria y el madero,
la gracia y el afán,
tener propicio a Dios y escaso el pan.

SALMODIA:

Antífona 1: Los padres de Jesús lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas.

+ Salmo 14

¿Quién es justo ante el Señor?

Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte santo?

El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua,
el que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor,
el que no retracta lo que juró
aun en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente. 

El que así obra nunca fallará.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.


Antífona 1: Los padres de Jesús lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 

Antífona 2: Le dijo su madre a Jesús «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»

+ Salmo 111

Felicidad del justo

Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.

Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.

En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.

En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.

Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.

El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.

No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.

Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos.

Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad.

El malvado, al verlo, se irritará,
rechinará los dientes hasta consumirse.

La ambición del malvado fracasará.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. 


Antífona 2: Le dijo su madre a Jesús «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»

Antífona 3: Jesús bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.

+ Cántico Ap. 15, 3-4

Himno de adoración

Grandes y maravillosas son tus obras,

Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,

¡oh Rey de los siglos!

¿Quién no temerá, Señor,
glorificará tu nombre?

Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3: Jesús bajó con ellos a Nazaret y siguióbajo su autoridad.


LECTURA BREVE (Col 3,23-24):

Lo que hacéis, hacedlo con toda el alma, como para servir al Señor y no a los hombres: sabiendo que recibiréis del Señor en recompensa la herencia. Servid a Cristo Señor.

RESPONSORIO BREVE:

V/. El justo germinará como una azucena.

R/. El justo germinará como una azucena.

V/. Y florecerá eternamente ante el Señor.

R/. Como una azucena.

V/. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

R/. El justo germinará como una azucena.


CÁNTICO EVANGÉLICO:
Antífona Magníficat: Jesús, al empezar, tenía unos treinta años, y, sepensaba que era hijo de José.

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.

Porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,

Porque el todo poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es Santo,

Y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,

Derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,

A los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia.

Como lo había prometido a nuestros padres
en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.


Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén. 


Antífona Magníficat: Jesús, al empezar, tenía unos treinta años, y, se pensaba que era hijo de José.

PRECES:

Invoquemos a Dios, el Padre de quien toma nombre toda la familia en el cielo y en la tierra, diciéndole:

Padre nuestro, que estás en los cielos, escúchanos.

Padre santo, que revelaste al justo José el misterio de Cristo, mantenido en secreto durante siglos eternos,

- haz que conozcamos mejor a tu Hijo, Dios y hombre.

Padre celestial, que alimentas a las aves del cieloy engalanas la hierba del campo,

- da a todos los hombres el pan de cada día y el pan espiritual.

Creador de todas las cosas, que nos has encomendadotu obra,

- concede a los trabajadores disfrutar dignamente del fruto de su trabajo.

Dios de toda justicia, que quieres que los hombres sean santos,

- haz que, por la intercesión de San José, recorramos nuestro camino tratando de complacerte.

Concede propicio a los moribundos y difuntos, por medio de tu Hijo, con Maria, su madre, y San José,

- alcanzar tu misericordia.

Como hijos que somos de Dios, dirijámonos a nuestroPadre con la oración que Cristo nos enseñó:

PADRENUESTRO

ORACIÓN:

V/. Dios todopoderoso, que confiaste los primeros misterios de la salvación de

los hombres a la fiel custodia de San José, haz que, por su intercesión, la Iglesia

los conserve fielmente y los lleve a plenitud en sumisión salvadora. Por nuestro

Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigoen la unidad del Espíritu Santo

y es Dios por los siglos de los siglos.

R/. Amén.


Tantum ergo sacraméntum
venerémur cernui,
et antíquum documéntum
novo cedat ritui;
praestet fides supleméntum
sensuum deféctui.
Genitóri Genitóque
laus et iubilátio,
salus, honor, virtus quoque
sit et benedictio;
procedénti ab utróque
compar sit laudátio.

Amen.

V. Panem de cælo praestitísti eis.

R. Omne delectaméntum in se habéntem.

Orémus.

Deus, qui nobis sub sacraménto mirábili, passiónis tuae memóriam reliquisti;
tríbue, qaésumus, ita nos córporis et
Sánguinis tui sacra mystéria venerári,
ut redemptiónis tuae fructum in nobis
iúgiter sentiámus:Qui vivis et regnas in
saécula saeculórum.

R. Amen

TRADUCCIÓN DEL HIMNO

Veneremos, pues, prosternados,
tan gran Sacramento;
y la antigua figura
ceda el puesto al nuevo rito;
la fe supla
la incapacidad de los sentidos. 

Al Padre y al Hijo
sean dadas alabanza y júbilo,
salud, honor, poder y bendición;
una gloria igual sea dada
al que de uno y de otro procede.

Amén

V. Les diste pan del cielo

R. Que contiene en sí todo deleite.

Oremos.

Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tu Pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

R: Amén

Bendito sea Dios
Bendito sea su santo Nombre
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo Esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.


miércoles, 18 de marzo de 2020

EJERCICIO DE QUINARIO A NTRA. SRA. DE LORETO EN SU SOLEDAD. SEGUNDO DÍA

Miércoles de la III Semana de Cuaresma


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Nuestra Señora de Loreto, llena de dolor en tu Soledad, te ruego me alcances fortaleza para sufrir por mis pecados como tú sufriste por los nuestros, a fin de que, crucificando mis pasiones en la Santa Cruz de Cristo, llevando la cruz de mi deber por el camino de mi vida, caminando en pos demi Señor y perseverando constantemente a tu lado, oh Madre mía, al pie de la Cruz de tu Hijo, viva siempre y muera contigo, redimido y santificado por la Sangre preciosísima de nuestro Redentor. También te pido, Santísima Virgen de Loreto, por tu Soledad, que oigas mi petición de este día y, si conviene, me la concedas.

Pídase la gracia que se desea obtener, por mediación de Nuestra Señora de Loreto en su Soledad en este primer día del Quinario.

Padre nuestro, Ave María y Gloria.


ORACIÓN PARA EL SEGUNDO DÍA

Oh Virgen Santísima de Loreto, por el dolor que sufriste cuando perdiste a tu Hijo en Jerusalén y estuviste tres días buscándole, te suplico que nunca yo le pierda por el pecado y, que si le pierdo, le busque con arrepentimiento y buscándole le halle con la sincera confesión en el templo y le conserve con verdadera religión.

ORACIÓN FINAL

Acuérdate, Virgen Madre de Dios, cuando estés en la presencia del Señor, de hablar a favor nuestro y que aparte su indignación de nosotros.
Oh Santísima Madre de Loreto, hazme esta gracia: fija en mi corazón con eficacia las llagas de Jesús Crucificado.
Haz que de Cristo en mí lleve la muerte, que participe su Pasión y suerte y medite en sus llagas apenado.

Para que no arda en los eternos fuegos, defiéndeme Tú, oh Virgen, con tus ruegos en el día del juicio.

Y Tú, oh Cristo, al salir yo de esta vida, haz que llegue a la palma de la victoria y, cuando mi cuerpo muera, haz que mi alma adquiera del paraíso la gloria.

Amen.

V./ Nuestra Señora de Loreto en su Soledad

R./ Ruega por nosotros.


+ EJERCICIO DE VÍSPERAS + Oración de la tarde

SALUDO INICIAL:

V./ Dios mío, ven en mi auxilio.

R./ Señor date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

HIMNO:

Porque fue varón justo,
le amó el Señor,
y dio el ciento por uno
su labor.

Humilde magisterio
bajo el que Dios aprende:
¡que diga, si lo entiende,
quien sepa de misterio!

Si Dios en cautiverio
se queda en aprendiz,
¡aprende aquí la casa de David!
Sencillo, sin historia,
de espalda a los laureles,
escalas los niveles
más altos de la gloria.

¡Qué asombro, hacer memoria,
y hallarle a tu ascensión
tu hogar, tu oficio y Dios como razón!

Y, pues que el mundo entero
te mira y se pregunta,
di tú cómo se junta
ser santo y carpintero,
la gloria y el madero,
la gracia y el afán,
tener propicio a Dios y escaso el pan.

SALMODIA:

Antífona 1: Jacob engendro a José, el esposo de Maria, de la cual nació Jesús,llamado el Cristo.

+ Salmo 112.

Alabado sea el nombre de Dios

Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.

Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.

El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.

¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?

Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
a la estéril le da un puesto en la casa,
como madre feliz de hijos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.


Antífona 1: Jacob engendro a José, el esposo de Maria, de la cual nació Jesús,llamado el Cristo.

Antífona 2: El ángel Gabriel fue enviado por Dios auna ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpede David; la virgen se llamaba Maria.

+ Salmo 145.

Felicidad de los que esperan en Dios

Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista.

No confiéis en los príncipes,
seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
ese día perecen sus planes.

Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él;
que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.

El Señor liberta a los cautivos,
el Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.

El Señor guarda a los peregrinos,
sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.

El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.


Antífona 2: El ángel Gabriel fue enviado por Dios auna ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba Maria.

Antífona 3: Maria la madre de Jesús, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo porobra del Espíritu Santo.

+ Cántico Ef 1, 3-10.

El Dios Salvador

Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

Él nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
e irreprochables ante Él por el amor.

Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.

Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.

El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.

Este es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas
del cielo y de la tierra.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3: Maria la madre de Jesús, estaba desposada con José y, antes devivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo porobra del Espíritu Santo.


LECTURA BREVE (Col 3,23-24) :

Lo que hacéis, hacedlo con toda el alma, como para servir al Señor y no a los hombres: sabiendo que recibiréis del Señor en recompensa la herencia. Servid a Cristo Señor.

RESPONSORIO BREVE:

V/. El justo germinará como una azucena.

R/. El justo germinará como una azucena.

V/. Y florecerá eternamente ante el Señor.

R/. Como una azucena.

V/. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

R/. El justo germinará como una azucena.


CÁNTICO EVANGÉLICO:

Antífona Magníficat: Éste es el criado fiel y solicito a quien el Señor ha puesto al frente de su familia.

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.

Porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,

Porque el todo poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es Santo,

Y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,

Derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,

A los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia.

Como lo había prometido a nuestros padres
en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.


Antífona Magníficat: Éste es el criado fiel y solicito a quien el Señor ha puesto al frente de su familia.

PRECES:

Invoquemos a Dios, el Padre de quien toma nombre toda la familia en el cielo y en la tierra, diciéndole:

Padre nuestro, que estás en los cielos, escúchanos.

Padre santo, que revelaste al justo José el misterio de Cristo, mantenido en secreto durante siglos eternos,

- haz que conozcamos mejor a tu Hijo, Dios y hombre.

Padre celestial, que alimentas a las aves del cieloy engalanas la hierba del campo,

- da a todos los hombres el pan de cada día y el pan espiritual.

Creador de todas las cosas, que nos has encomendadotu obra,

- concede a los trabajadores disfrutar dignamente del fruto de su trabajo.

Dios de toda justicia, que quieres que los hombres sean santos,

- haz que, por la intercesión de San José, recorramos nuestro camino tratando
de complacerte.

Concede propicio a los moribundos y difuntos, por medio de tu Hijo, con Maria,
su madre, y San José,

- alcanzar tu misericordia.

Llenos de fe, invoquemos al Padre común con la oración que Jesús nos enseñó:

PADRENUESTRO


ORACIÓN:

V/. Dios todopoderoso, que confiaste los primeros misterios de la salvación de

los hombres a la fiel custodia de San José, haz que, por su intercesión, la Iglesia

los conserve fielmente y los lleve a plenitud en sumisión salvadora. Por nuestro

Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigoen la unidad del Espíritu Santo

y es Dios por los siglos de los siglos.

R/. Amén.


Tantum ergo sacraméntum
venerémur cernui,
et antíquum documéntum
novo cedat ritui;
praestet fides supleméntum
sensuum deféctui.
Genitóri Genitóque
laus et iubilátio,
salus, honor, virtus quoque
it et benedictio;
procedénti ab utróque
compar sit laudátio.

Amen.

V. Panem de cælo praestitísti eis.
R. Omne delectaméntum in se habéntem.

Orémus.

Deus, qui nobis sub sacraménto mirábili, passiónis tuae memóriam reliquisti;
tríbue, qaésumus, ita nos córporis et
Sánguinis tui sacra mystéria venerári,
ut redemptiónis tuae fructum in nobis
iúgiter sentiámus:Qui vivis et regnas in
saécula saeculórum.

R. Amen


TRADUCCIÓN DEL HIMNO

Veneremos, pues, prosternados,
tan gran Sacramento;
y la antigua figura
ceda el puesto al nuevo rito;
la fe supla
la incapacidad de los sentidos.

Al Padre y al Hijo
sean dadas alabanza y júbilo,
salud, honor, poder y bendición;
una gloria igual sea dada
al que de uno y de otro procede.

Amén

V. Les diste pan del cielo

R. Que contiene en sí todo deleite.

Oremos.

Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tu Pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

R:Amén

Bendito sea Dios
Bendito sea su santo Nombre
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y
verdadero hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo Esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.


martes, 17 de marzo de 2020

EJERCICIO DE QUINARIO A NTRA. SRA. DE LORETO EN SU SOLEDAD. PRIMER DÍA

Martes de la III Semana de Cuaresma


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS 

Nuestra Señora de Loreto, llena de dolor en tu Soledad, te ruego me alcances fortaleza para sufrir por mis pecados como tú sufriste por los nuestros, a fin de que, crucificando mis pasiones en la Santa Cruz de Cristo, llevando la cruz de mi deber por el camino de mi vida, caminando en pos demi Señor y perseverando constantemente a tu lado, oh Madre mía, al pie de la Cruz de tu Hijo, viva siempre y muera contigo, redimido y santificado por la Sangre preciosísima de nuestro Redentor. También te pido, Santísima Virgen de Loreto, por tu Soledad, que oigas mi petición de este día y, si conviene, me la concedas.

Pídase la gracia que se desea obtener, por mediación de Nuestra Señora de Loreto en su Soledad en este primer día del Quinario.

Padre nuestro, Ave María y Gloria


ORACIÓN PARA EL PRIMER DÍA 

Oh Virgen Santísima de Loreto, por el dolor que sufriste cuando el anciano Simeón te profetizó las contradicciones con que el mundo había de perseguir a tu Hijo, te suplico no permitas que yo me encuentre entre los enemigos de tu Hijo, sino entre los que profesan dócilmente su doctrina y la reflejan en sus costumbres verdaderamente cristianas, para que sea también de aquellos a quienes Él será Resurrección y Vida.



ORACIÓN FINAL 

Acuérdate, Virgen Madre de Dios, cuando estés en la presencia del Señor, de hablar a favor nuestro y que aparte su indignación de nosotros.
Oh Santísima Madre de Loreto, hazme esta gracia: fija en mi corazón con eficacia las llagas de Jesús Crucificado.
Haz que de Cristo en mí lleve la muerte, que participe su Pasión y suerte y medite en sus llagas apenado.
Para que no arda en los eternos fuegos, defiéndeme Tú, oh Virgen, con tus ruegos en el día del juicio.
Y Tú, oh Cristo, al salir yo de esta vida, haz que llegue a la palma de la victoria y, cuando mi cuerpo muera, haz que mi alma adquiera del paraíso la gloria.

Amen.

V./ Nuestra Señora de Loreto en su Soledad

R./ Ruega por nosotros.


+ EJERCICIO DE VÍSPERAS +  Oración de la tarde

SALUDO INICIAL:

V./ Dios mío, ven en mi auxilio.

R./ Señor date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

HIMNO:

Dios es fiel guarda siempre su alianza,
libra al pueblo de toda esclavitud;
su palabra resuena en los profetas
reclamando el bien y la virtud.

Pueblo en marcha por el desierto ardiente,
horizontes de paz y libertad,
asamblea de Dios eterna fiesta:
tierra nueva, perenne heredad.

Si al mirar hacia atrás somos tentados
de volver al Egipto seductor,
el Espíritu empuja con su fuerza
a avanzar por la vía del amor.

El maná es un don que el cielo envía,
pero el pan hoy se cuece con sudor;
leche y miel nos dará la tierra nueva
si el trabajo es fecundo y redentor.

Y Jesús nos dará en el calvario
su lección “hágase tu voluntad”;
y su sangre vertida por nosotros
será el precio de nuestra libertad.


SALMODIA:

Antífona 1: El Señor rodea a su pueblo.

+Salmo 124

El Señor vela por su pueblo

Los que confían en el Señor son como el monte Sión:
no tiembla, está asentado para siempre.

Jerusalén está rodeada de montañas,
y el Señor rodea a su pueblo
ahora y por siempre.

No pesará el cetro de los malvados
sobre el lote de los justos,
no sea que los justos extiendan
su mano a la maldad.

Señor, concede bienes a los buenos,
a los sinceros de corazón;
y a los que se desvían por sendas tortuosas,
que los rechace el Señor con los malhechores.
¡Paz a Israel!

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1: El Señor rodea a su pueblo.

Antífona 2: Si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

+Salmo 130

Abandono confiado en los brazos de Dios

Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad;
sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.

Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2: Si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

Antífona 3: Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.

+Cántico Ap 4,11;5,9.10.12

Himno de los redimidos

Eres digno, Señor, Dios nuestro,
de recibir la gloria, el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.

Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y con tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes,
y reinan sobre la tierra.

Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría,
la fuerza, el honor, la gloria, y la alabanza.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3: Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.


LECTURA BREVE (St 2,14.17.18b):
¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras?
¿Es que esa fe lo podrá salvar? La fe, si no tiene obras, por sí sola está muerta.
Enséñame tu fe sin obras, y yo, por las obras, te probaré mi fe.

RESPONSORIO BREVE:

V/. Yo dije: Señor, ten misericordia.

R/. Yo dije: Señor, ten misericordia.

V/. Sáname, porque he pecado contra ti.

R/. Señor, ten misericordia.

V/. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

R/. Yo dije: Señor, ten misericordia.


CÁNTICO EVANGÉLICO: 


Antífona Magníficat: Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.

Porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,

Porque el todo poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es Santo,

Y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,

Derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,

A los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia.

Como lo había prometido a nuestros padres
en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.


Antífona Magníficat: Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano

PRECES:
A Cristo, el Señor, que nos mandó velar y orar a fin de no sucumbir en la tentación, digámosle confiadamente:

Oh Señor, escucha y ten piedad.

Señor, tú que prometiste estar presente cuando tus discípulos se reúnen en tu nombre para orar,

— haz que oremos siempre unidos a ti en el EspírituSanto, a fin de que tu reino llegue a todos los hombres.

Purifica de todo pecado a la Iglesia penitente

— y haz que viva siempre en la esperanza y el gozo del Espíritu Santo.

Amigo del hombre, haz que estemos siempre atentos, como tú nos mandaste, al bien del prójimo,

— para que la luz de tu amor brille a través de nosotros ante todos los hombres.

Rey pacífico, concede que tu paz reine en el mundo

— y que nosotros trabajemos sin cesar para conseguirla.

Tú que has muerto para que nosotros tengamos vida,

— da la vida eterna a los que han muerto.

(Se pueden añadir algunas intenciones libres.)

Unidos fraternalmente como hermanos de una misma familia, invoquemos al Padre común de todos:


PADRENUESTRO
ORACIÓN:

V/. Señor, que tu gracia no nos abandone, para que,entregados plenamente a tu servicio, sintamos sobre nosotros tu protección continua. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en launidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

R/. Amén. 


BENDICIÓN CON SU DIVINA MAJESTAD:
Tantum ergo sacraméntum
venerémur cernui,
et antíquum documéntum
novo cedat ritui;
praestet fides supleméntum
sensuum deféctui.
Genitóri Genitóque
laus et iubilátio,
salus, honor, virtus quoque
sit et benedictio;
procedénti ab utróque
compar sit laudátio.

Amen.

V. Panem de cælo praestitísti eis.
R. Omne delectaméntum in se habéntem.

Orémus.

Deus, qui nobis sub sacraménto mirábili, passiónis tuae memóriam reliquisti;
tríbue, qaésumus, ita nos córporis et
Sánguinis tui sacra mystéria venerári,
ut redemptiónis tuae fructum in nobis
iúgiter sentiámus:Qui vivis et regnas in
saécula saeculórum.

R. Amen

TRADUCCIÓN DEL HIMNO

Veneremos, pues, prosternados,
tan gran Sacramento;
y la antigua figura
ceda el puesto al nuevo rito;
la fe supla
la incapacidad de los sentidos.
Al Padre y al Hijo
sean dadas alabanza y júbilo,
salud, honor, poder y bendición;
una gloria igual sea dada
al que de uno y de otro procede.

Amén

V. Les diste pan del cielo
R. Que contiene en sí todo deleite.

Oremos.

Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tu
Pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios
de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente el fruto
de tu redención. Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

R:Amén 


ORACIÓN DE REPARACIÓN:

Bendito sea Dios
Bendito sea su santo Nombre
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y
verdadero hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María
Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María Virgen y
Madre.
Bendito sea San José, su castísimo Esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus
Santos.


CARTA DE NUESTRO HERMANO MAYOR

Estimados hermanos:

En los últimos días se han sucedido una serie de acontecimientos que han motivado que, desde la Junta de Gobierno de nuestra Hermandad, nos viéramos en la necesidad de suspender de forma excepcional los cultos y toda actividad programada durante la Cuaresma.

Han sido medidas difíciles tomadas desde la responsabilidad, como consecuencia de la extensión de los casos de contagio y muerte provocados por el virus COVID-19, y atendiendo a las disposiciones emitidas por nuestro Obispo y a las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

Además de estas decisiones, el pasado sábado se produjo la declaración del Estado de Alarma en todo el territorio nacional por parte del Gobierno de España, que limita la circulación de personas y las apremia a permanecer en sus casas. Y de manera conjunta entre la Unión de Hermandades, el Obispado y el Ayuntamiento, se acordó la suspensión de los desfiles procesionales para la Semana Santa de 2020.

Es una decisión difícil y que a ninguno nos gusta, ya que supone que no podremos realizar nuestra estación de penitencia en la tarde del Viernes Santo acompañando a nuestros sagrados titulares. Pero la compartimos y apoyamos completamente, desde el convencimiento de que es la mejor posible ante esta crisis sanitaria, y ante este momento de incertidumbre que estamos padeciendo.

Este año no podremos vivir la Cuaresma y Semana Santa a la que estamos acostumbrados. Pero eso no significa que no la celebremos como auténticos cristianos, en comunión con la Iglesia. Por eso, os invitamos a afrontar esta situación como una oportunidad única, que se nos ofrece para acercarnos más a Dios, para redescubrir dónde está lo verdaderamente valioso e importante, y para conmemorar los principales misterios de nuestra fe, de una manera distinta: más personal y ascética, de mayor intimidad con Dios.

En este escenario de preocupación y desconcierto ante la enfermedad, necesitamos renovar nuestra confianza en Dios, y estar más unidos que nunca, desde la distancia,especialmente en la oración. Porque sabemos que todo aquel que acude a la protección de Nuestra Señora, implorando su auxilio, nunca ha sido desamparado. Porque la oración es el núcleo de nuestra Hermandad y lo que le da sentido.

Por responsabilidad y por solidaridad con los más débiles, con las personas que tienen mayor riesgo de contagio y de padecer las consecuencias de esta enfermedad, permaneceremos en nuestras casas el tiempo que sea necesario, y que establezcan las autoridades.

Y os invitamos a vivir nuestra fe en la distancia, gracias a los muchos medios que tenemos a nuestra disposición que, gracias a Dios, facilitan esta labor.

Os exhortamos a perseverar y profundizar en la oración personal y familiar, en la lectura diaria de la Palabra, y en las prácticas de piedad como el rezo del ángelus, del rosario, o del viacrucis. Os animamos a intensificar otros ejercicios cuaresmales como el ofrecimiento de obras, las jaculatorias, la mortificación, el ayuno y la abstinencia.

Preparémonos y celebremos apropiadamente esta Cuaresma, para que podamos vivir después una auténtica conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Para ello, la Hermandad está a vuestra disposición. Desde la Diputación de Cultos y Formación se os irá enviando estos días los documentos con los ejercicios de culto que usamos los días de Quinario, así como distintas plegarias a utilizar en nuestra oración personal y familiar.

Desde la Delegación de Caridad nos ofrecemos también para ayudaros en todo aquello que podáis precisar, y que esté entre nuestras posibilidades, en estos tiempos difíciles.

Ante cualquier necesidad, podéis poneros en contacto con nosotros por correo electrónico en la dirección: hermandad@loretojerez.com . O por WhatsApp en el número de móvil corporativo: 699 350 672.

En la confianza de que, entre todos, y con la intercesión de Nuestra Señora de Loreto, superaremos esta situación sobrevenida.

Recibe un fraternal saludo en la Soledad de María al pie de la Cruz.

Jerez de la Frontera, 17 de marzo de 2020

Eusebio Castañeda. 

Hermano Mayor


sábado, 14 de marzo de 2020

SUSPENSIÓN DE LAS PROCESIONES DE SEMANA SANTA PARA ESTE 2020

Lamentamos comunicar a todos nuestros hermanos, que debido a la crisis provocada por el Covid-19, han sido suspendidas las procesiones de esta próxima Semana Santa de Jerez 2020. Adjuntos el texto conjunto del Obispado, Union de Hermandades y Ayuntamiento de Jerez.



EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 3º DE CUARESMA – CICLO A – (15-3-2020)

Lectura del santo evangelio según san Juan 4, 5-42


“En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob.

Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía.

Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice:

-«Dame de beber.»

Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida.

La samaritana le dice:

-«¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? »

Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.

Jesús le contestó:

-«Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.»

La mujer le dice:

-«Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?»

Jesús le contestó:

-«El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.»

La mujer le dice:

-«Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla.»

Él le dice:

-«Anda, llama a tu marido y vuelve.»

La mujer le contesta:

-«No tengo marido.»

Jesús le dice:

-«Tienes razón, que no tienes marido: has tenido ya cinco, y el de ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad.»

La mujer le dice:

-«Señor, veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén.»

Jesús le dice:

-«Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén daréis culto al Padre. Vosotros dais culto a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos.

Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le den culto así. Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y verdad.»

La mujer le dice:

-«Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo. »

Jesús le dice:

-«Soy yo, el que habla contigo.»

En esto llegaron sus discípulos y se extrañaban de que estuviera hablando con una mujer, aunque ninguno le dijo: «¿Qué le preguntas o de qué le hablas?»

La mujer entonces dejó su cántaro, se fue al pueblo y dijo a la gente:

-«Venid a ver un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho; ¿será éste el Mesías?»

Salieron del pueblo y se pusieron en camino adonde estaba él.

Mientras tanto sus discípulos le insistían:

-«Maestro, come.»

Él les dijo:

-«Yo tengo por comida un alimento que vosotros no conocéis.»

Los discípulos comentaban entre ellos:

-«¿Le habrá traído alguien de comer?»

Jesús les dice:

-«Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a término su obra.

¿No decís vosotros que faltan todavía cuatro meses para la cosecha? Yo os digo esto: Levantad los ojos y contemplad los campos, que están ya dorados para la siega; el segador ya está recibiendo salario y almacenando fruto para la vida eterna: y así, se alegran lo mismo sembrador y segador. Con todo, tiene razón el proverbio: Uno siembra y otro siega. Yo os envié a segar lo que no habéis sudado. Otros sudaron, y vosotros recogéis el fruto de sus sudores.»

En aquel pueblo muchos samaritanos creyeron en él por el testimonio que había dado la mujer: «Me ha dicho todo lo que he hecho.»

Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer:

-«Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo».”


EL AGUA DE LA VIDA

“Golpearás la peña y saldrá de ella agua para que beba el pueblo”. Con ese mandato dirigido a Moisés, Dios responde a las murmuraciones de su pueblo, torturado por la sed en el desierto (Éx 17,3-7). Una y otra vez, en el camino de la esperanza surge la tentación de la nostalgia. En lugar de seguir al Dios del futuro, el pueblo añora a los dioses del pasado.

Tras haber recordado a Adán y a Abraham, la liturgia cuaresmal nos presenta en este tercer domingo la figura de Moisés. Entre el pueblo y su Dios, Moisés se nos muestra como el mediador. Es verdad que no es él quien envía el agua, pero su obediencia contribuye a calmar la sed de los peregrinos. Y a que llueva el perdón divino sobre la blasfemia humana.

Con razón el salmo responsorial nos repite un oráculo de salvación: “Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: No endurezcáis vuestro corazón” (Sal 94).

Y con razón san Pablo nos recuerda que “la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado” (Rom 5,4). El amor de Dios es el agua que nos da vida y Jesucristo es el nuevo Moisés que nos abre ese manantial de gracia y de esperanza.


EL SÉPTIMO HOMBRE

El agua del antiguo pozo de Jacob es lo que buscaba aquella mujer de Samaría. Ella mira al pasado de su pueblo, pero Jesús la invita a imaginar un futuro insospechado: “Si conocieras el don de Dios, y quien es el que te dice ‘dame de beber’, le pedirías tú, y él te daría agua viva” (Jn 4,10). Ahora es la mujer la que pide esa agua que da vida.

Por el camino de esta mujer han pasado ya seis hombres. Ninguno de ellos le ha traído la paz y la felicidad. Jesús es el séptimo hombre que llega a su vida. El séptimo hombre es el enviado por Dios. Ya no es solo un judío. Se revela como un profeta. Es el Mesías y el Salvador. En este relato, la escalada de sus títulos resume toda una catequesis.

En el evangelio de este tercer domingo de cuaresma el agua preanuncia el bautismo de los catecúmenos en la fiesta de la Pascua. Al igual que Elías pidió de comer a una mujer pagana, Jesús pide de beber a una mujer que podría ser considerada como pecadora. El verdadero profeta llega siempre como un indigente.


EL CÁNTARO

En el centro de este diálogo estupendo, sobresale la revelación del Profeta sospechado y del Mesías largamente esperado: “El que bebe de esta agua vuelve a tener sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna”.

• “El que bebe de esta agua vuelve a tener sed”. Así es. Muchas veces nos hemos acercado a pozos engañosos que no han calmado nuestra sed de felicidad.

• “El agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor”. Muchas veces hemos buscado satisfacción en el exterior, olvidando que el manantial está en nuestro interior.

• “Un agua que salta hasta la vida eterna”. Muchas veces limitamos nuestros deseos a lo efímero y caduco, cuando el Señor nos abre a un horizonte de eternidad.

No es extraño que los griegos atribuyan a la samaritana el nombre de Santa Fotina, es decir, la Iluminada. El cántaro que ella dejó junto al pozo está a disposición de los que han de llevar a sus hermanos el agua de la fe y de la esperanza.

- Señor Jesús, tú comienzas tu vida pública pidiendo de beber y la culminas en la cruz revelándonos tu sed. Danos tu agua y envíanos a pasarla generosamente a todos los que cruzan los desiertos de la vida. Amén.

José-Román Flecha Andrés