Con el inicio del nuevo curso retomamos la crónica de lo acontecido en estos 25 años de peregrinaciones marianas que cumplimos en este 2011. Correspondería ahora relatar lo que supuso la octava peregrinación del año 1995 pero debido a la importancia de aquella memorable peregrinación de peregrinaciones, puesto que tuvo como centro, nada más y nada menos, que el Santuario italiano de Loreto al conmemorarse el VII centenario del traslado de la Santa Casa de Nazaret y, por tanto, el comienzo de la devoción lauretana, vamos a dejarla para el final de estas memorias por cuanto supuso para la historia de nuestra corporación.
Durante los cuatro años de legislatura de la Junta de Gobierno surgida de las elecciones celebradas en la Hermandad a finales de 1995 no se celebraron estas peregrinaciones marianas retomándose en el año 2000 cuando vuelve Miguel Puyol al frente de la Hermandad. Este año, conmemorativo del segundo milenio del nacimiento de Cristo, es declarado por el Santo Padre Año Jubilar, designando una serie de templos como lugares santos para ganar el jubileo, entre ellos la Basílica de Santa María de la Asunción de Arcos de la Frontera. Este significativo hecho hace que la nueva Junta de Gobierno fije este templo como destino para la recuperada peregrinación.
La convocatoria tuvo lugar el día 28 del mariano mes de mayo y contó con la participación de una destacada representación de cofrades de la Hermandad de las Cinco Llagas.
Iniciamos la visita en la parroquia de San Francisco de Arcos de la Frontera donde tiene su sede la Hermandad de la Quinta Angustia, corporación que conserva el primitivo paso dorado de nuestra Hermandad, motivo por el cual, ante las imágenes titulares, le fue entregado a su Hermano Mayor un cuadro de Nuestra Titular sobre este histórico paso, pasando posteriormente al almacén donde lo tienen guardado, momento cargado de nostalgia para los hermanos más veteranos, especialmente para nuestro recordado hermano Luis Mateos que desde su puesto de Mayordomo tendría, durante años, la difícil tarea, dada su antigüedad, de adecentarlo cada año para la salida procesional.
Tras esta primera parada, llena de recuerdos, los peregrinos nos trasladamos a la Basílica de Santa María de Asunción, centro de la peregrinación, participando en la Eucaristía para después postrarnos ante la Virgen de las Nieves, patrona de Arcos de la Frontera, realizándose una ofrenda floral y siendo recibida la comitiva por la Hermana Mayor de la corporación que le rinde culto en el trascoro del templo donde hubo intercambio de cuadros en recuerdo de esta peregrinación.
Desde allí dirigimos nuestros pasos a la Parroquia de San Pedro, pudiendo admirar las maravillas que contiene este histórico templo arcense. El almuerzo tuvo lugar en los aledaños de la cercana Ermita del Cristo del Romeral, ante cuya popular y devota imagen se le rindió un entrañable reconocimiento a la Hermandad de las Cinco Llagas, en la persona de su Hermano Mayor, nuestro, también hermano, Marco Antonio Velo, por la colaboración prestada a nuestra Hermandad en esos años, especialmente por el gentil ofrecimiento de su Casa de Hermandad para los ensayos costaleros y la custodia de nuestro paso procesional en los meses necesarios para este menester.
Una peregrinación que estuvo cargada de momentos emotivos, que sirvió para cumplir con el jubileo y para recobrar esta cita fraternal y mariana que tanto se echaba ya de menos.
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