En estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir, recordemos con esperanza las palabras del Maestro “venid a mí todos los que estéis cansados y agobiados que Yo os aliviaré”, siendo conscientes de que la participación activa en estos cultos constituye un buen medio de acercarnos una vez más a Él, con la certeza de que siempre nos escucha y atenderá nuestras peticiones.
Y todo ello desde el sentimiento de pertenencia a una comunidad que se enriquece con la presencia de cada uno de sus miembros bajo la protección maternal de Nuestra Señora de Loreto en su Soledad.
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