jueves, 24 de enero de 2013

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 3º DEL TIEMPO ORDINARIO (27-1-2013)

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El texto del evangelio es de Lc 1, 1-4; 4, 14-21 y dice lo siguiente:


Excelentísimo Teófilo: Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares y luego predicadores de la palabra. Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que he recibido. En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan. Fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor”. Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: “Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír”.

* Lucas nos dice que ha realizado una investigación exhaustiva para narrar los acontecimientos de la vida de Cristo tal como sucedieron, si bien el Evangelio es más que el relato de unos hechos pasados: es también el anuncio de lo que hoy sucede por la presencia de Cristo en su Iglesia.


* En la sinagoga, los judíos se reunían en torno a los textos del Antiguo Testamento para leerlos, escuchar su explicación y orar. En la Iglesia, en nuestra “asamblea”, el centro no es un texto sino una persona: Cristo. En la Eucaristía participamos tanto de la escucha de la Palabra de Dios, como del sacrificio, de alimentarnos con su cuerpo.

* Jesús comienza su vida pública dándose a conocer como Mesías (ungido, enviado de Dios) en la sinagoga, adonde acudía como todos los judíos a celebrar el día santo.
Jesús nos deja aquí la homilía más perfecta, más eficaz. En ella resume su misión, por la que ha venido a este mundo.

* El Espíritu impulsa a Jesús a realizar su misión. El Espíritu también está sobre mí desde el día de mi bautismo y cada vez que lo invoco. El Espíritu también me envía a anunciar el evangelio, sobre todo con mi vida; a ser mensajero del amor.


* María, espero que hoy se cumpla la Palabra de tu Hijo en mi vida: que tenga libertad para andar por el camino, vista para que no tropiece mi pie ante las zancadillas del enemigo, liberación de la opresión del pecado, y que el año 2013 sea para mí un año de gracia y de conversión.



Estos puntos ayudan a iniciar la reflexión, a partir de ahora esperamos vuestras aportaciones que nos abran nuevos horizontes y nos acerquen a una comprensión más completa de la Palabra.

Muchas gracias a todos por vuestra participación.


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