jueves, 22 de noviembre de 2012

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO (25-11-2012)

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El texto evangélico es de Jn 18, 33b-37 y dice lo siguiente:


“En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús: -¿Eres tú el rey de los judíos? Jesús respondió: -¿Lo dices por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí? Pilato respondió: -¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí, ¿qué has hecho? Jesús le contestó: -Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi Reino no es de aquí. Pilato le dijo: -Entonces, ¿tú eres rey? Jesús contestó: -Tú lo dices; soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.”



* La solemnidad de Jesucristo, Rey del universo, pone fin al año litúrgico.
Para nuestra mentalidad, este es un titulo difícil de entender. El evangelio de hoy muestra esa dificultad. Jesús se proclama rey ante Pilato. Sin embargo, su presencia es la de un hombre condenado que no hace nada por liberarse del maltrato a que lo someten. La mansedumbre del Señor, a los ojos del mundo, oculta su realeza.
Pero Jesús no es rey como los de este mundo. Su corona es de espinas, su cetro es una caña, su trono es la cruz. No se pone del lado de los poderosos, de los violentos, de los que sólo piensan en sus intereses. Se pone al lado de los desheredados, de los pecadores, de los marginados. Esa es su realeza. Cristo es un Rey que se da a los suyos y como respuesta quiere de nosotros nuestra entrega y el compromiso de nuestra palabra y nuestro corazón.
También hoy, cuando en tantos frentes asistimos a la victoria del mal, puede parecer imposible que Cristo reine. El reino de Jesús no es de este mundo, pero está en este mundo.
El reino de Jesús es un reino de verdad y de vida, de santidad y de gracia, de justicia y de paz, de amor y de servicio. Jesús nos gobierna haciéndonos libres y engrandeciéndonos con su amor. Para reinar con Él es preciso servir como Él nos ha enseñado.


* La Iglesia hoy da gratitud a Cristo por su amor derramado en todo el año litúrgico, y alabanza al proclamarle Rey del universo, de todo lo creado y de nosotros.


* ¿Es de verdad Cristo mi único rey, es Cristo quien reina en mi vida?
Jesucristo Rey, tú eres el verdadero y único Rey del Universo: quiero que seas mi único Rey, quiero que reines en mi corazón, y a través de mi en todo el mundo.


* María, que venga a nosotros el reino de tu Hijo, y reina tú también en nuestras vidas para que así nos sea más fácil extender su reino en nuestro mundo.



Estos puntos ayudan a iniciar la reflexión, a partir de ahora esperamos vuestras aportaciones que nos abran nuevos horizontes y nos acerquen a una comprensión más completa de la Palabra.
Muchas gracias a todos por vuestra participación.


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