Antecedentes
En Cabildo de Oficiales de esta Hermandad celebrado en el mes de julio de 2007, se aprobó la creación en el seno de la misma, de una Comisión encargada de realizar los estudios necesarios para proponer alternativas y distintas soluciones que llevaran a aportar una solución definitiva y viable a las andas procesionales de Nuestra Señora de Loreto en su Soledad.
Después de más de cinco años de trabajo, esta Comisión elaboró un informe que recogía una síntesis de las conclusiones y resultados obtenidos. En ese informe se incluía el diseño con la propuesta de unas nuevas andas procesionales para Nuestra Señora de Loreto en su Soledad, que fue aprobado por unanimidad en Cabildo General Extraordinario celebrado el miércoles 30 de octubre de 2013.
El 21 de mayo de 2014 esta Hermandad obtuvo la aprobación por parte del Vicario General de la Diócesis de este nuevo proyecto.
El diseño de las nuevas andas procesionales es obra de D. Javier Sánchez de los Reyes, dibujante, diseñador y proyectista sevillano, autor de obras de artesanía religiosa, fundamentalmente vinculadas a las hermandades y cofradías, siendo en la actualidad uno de los más afamados diseñadores de cofradías de toda Andalucía.
Descripción del nuevo paso
*A) Introducción
Con un nuevo paso esta Cofradía pretende someter, de la mejor manera posible a la meditación de hermanos y fieles en general, el misterio pasionista que venera desde su fundación: la Soledad de Nuestra Señora, en su advocación de Loreto, al pie de la Santa Cruz en el Monte Calvario.
Así pues, este nuevo paso se concibe, no como un elemento autónomo, sino como un retablo u oratorio itinerante sobre el que se disponga como un todo armonizado la escena idealizada en la que la Santísima Virgen, una vez descendido de la Cruz el cuerpo de Nuestro Señor, queda dolorosa y sola al pie del Santo Madero, aguardando no obstante esperanzada el momento de la Resurrección.
De este modo, se decide que la imagen de nuestra Titular figure sobre el paso en un monte de rocas o pedregal que simbolice el Gólgota.
*B) Estilo artístico
Las andas procesionales diseñadas se ajustan al estilo rococó (o rocalla), inspirándose directamente en retablos, púlpitos, fachadas, muebles u otros elementos ornamentales realizados en el siglo XVIII. Quiere esto decir que no sólo la decoración pertenece a esa corriente estética, sino fundamentalmente que el concepto global de la obra responde a una recreación de la mentalidad artística dieciochesca.
El aspecto general del conjunto es el de una obra de acusada personalidad y originalidad, pero dentro del clasicismo cofrade más purista; un paso coqueto, elegante, que se sale de los diseños un tanto seriados de los Pasos tallados en madera, y propio para portar una imagen de la Dolorosa más que un pasaje de la Pasión de Cristo.
*C) Estructura y líneas básicas del nuevo Paso.
Las líneas básicas del nuevo Paso para Ntra. Sra. de Loreto se definen como sigue:
• Es de madera tallada y dorada.
• La canastilla es de menor altura, si bien la parihuela mantiene las actuales medidas.
• Dicha canastilla tendrá un chaflán muy reducido, permitiendo así la entrada del mayor número de costaleros posible.
• La imagen de la Virgen cobrará más protagonismo en todo el conjunto procesional y se verá contextualizada y ubicada en el Paso, sobre su monte al pie de la cruz.
• Los candelabros de guardabrisas tienen más luces, son algo más bajos, para proporcionar la luz de cera litúrgica necesaria para iluminar a los Titulares. Se sitúan también candelabros de guardabrisas en la mitad de los costeros o laterales de la canastilla.
• Para evitar peso innecesario, y para dar mayor seriedad al conjunto, los respiraderos son bordados, en oro y calados, que caen de un moldurón que sí es tallado y dorado, con inclusión de espejuelos azogados en una franja.
*D) Detalles estéticos
D.1.) Canastilla:
Es de perfil ondulante. La talla no llena la totalidad de los perfiles de la canastilla, sino que deja zonas sin tallar, que se complementan o decoran con un rayado a base de rombos. Eso, unido al poco volumen del canasto, su escasa altura, lo hacen parecer un conjunto heredado del S. XVIII.
La canastilla no tiene movimiento en planta, es recta, precisamente para facilitar la entrada de los costaleros en las trabajaderas superiores habilitadas para la salida y entrada, y con alzado decreciente, mediante un plinto, un perfil gallonado hacia fuera, un pequeño bombo y otro cuerpo que recoge hacia dentro.
Las superficies lisas van decoradas con distintos tratamientos del oro y/o en algunas zonas con motivos florales: una guirnalda de laureles que abraza toda la canastilla rememorando ese bosque de laureles que arroparan a la Santa Casa de la Virgen cuando llegó a Loreto en su traslado desde Nazaret.
D.2.) Cartelas
La ornamentación fundamental se centra en cuatro cartelas situadas una en cada frente. Tales cartelas son de bastante desarrollo con fondos que permiten la reproducción en altorrelieve de Misterios de nuestra Fe: la Resurrección del Señor, el Encuentro en el Camino de Emaús, el Envío del Espíritu Santo sobre el colegio apostólico y la Aparición del Resucitado a Tomás.
La ornamentación que rodee a las cartelas es compacta y da el efecto de “sobrepuesto” sobre el fondo del canasto.
D.3.) Candelabros
La iluminación corresponderá a cuatro candelabros de guardabrisas, situados en las esquinas, de aspecto ligero y vegetal, que se “recuestan” a través de unas rocallas que constituye su basamento, apróximándose por ello a la imagen de la Virgen y a la Santa Cruz para potenciar la luminosidad y la visibilidad de dichas imágenes titulares. Asimismo se
complementarán con dos candelabros de guardabrisas en los costados del paso.
D.4.) Respiraderos
Constan únicamente de un moldurón que circunda el perímetro de la mesa. Esta pieza está constituida por elementos rocallas formando pequeños medallones con embutidos de espejos y pequeñas cartelas que contendrían símbolos de letanías lauretanas (por ejemplo: ciprés, sol, luna, espejo, pozo, fuente).
Las maniguetas adoptan caprichosas formas a base de rocallas.
D.5.) Faldones
Los faldones-respiraderos están formados por cuatro grandes paños ricamente bordados en el mismo estilo que el resto del paso, en terciopelo morado, color de las túnicas de la Hermandad.
Los faldones presentan diseños de pequeños ramilletes rococós que se agrupan en la franja inferior, precisamente para poder doblarlos con facilidad en la maniobra de salida y entrada.
Intentan recrear un jardín de flores que nace desde el suelo y se acercan a María como queriendo representar su infinita belleza y su pureza virginal.
D.6.) Monte
Sobre el “suelo” del paso se dispondrá, ocupando todo el espacio, un monte rocoso que representa el Calvario. La altura del mismo debe ser la máxima posible teniendo en cuenta las dimensiones de la puerta de nuestra iglesia, por lo que canastilla y monte deben formar un todo proporcionado, con posibilidad de varias alturas en aquélla que permitan la visión de éste entre los elementos decorativos.
Sobre el risco de piedras se situarán elementos pasionistas (martillo, tenaza, clavos, barrena, dados...).
Sobre el referido monte se situará directamente la Santísima Virgen.
D.7.) La base de la Santa Cruz
Para resolver el problema de la altura de la cogida de la cruz, que debe ir en un montículo muy alto para evitar fuertes oscilaciones, se ha ideado un soporte en forma de tubo de aluminio repujado, tratado y pintado al modo de la misma cruz, que irá embutida en dicho tubo. La junta y el punto de unión visual entre dicho tubo y la cruz irá oculto por una corona, en alusión a su condición de Trono de Cristo, sustentada por dos arcángeles que a su vez sostienen palmas en señal de triunfo. Así la Santa Cruz, primer titular de la Hermandad, cobra un protagonismo especial. A sus pies, la calavera
con dos tibias, que en la actualidad ya procesiona, con lo cual la lectura queda completa; la cruz como trono de Cristo, triunfa sobre la muerte.
*E) Programa iconográfico y simbólico
El programa iconográfico se basa en cuatro cartelas, en el frente, trasera y ambos laterales con escenas en altorrelieves de los principales escenas de la vida de Cristo que transcurren con posterioridad al momento representado en el Paso: la Resurrección del Señor, que se ubica en el frente como presagio o explicación al pasaje representado en el Paso, el camino de Emaús, la duda de Santo Tomás y Pentecostés.
En el moldurón, se ubican pequeñas cartelas que contendrán símbolos de las letanías lauretanas, según un repertorio escogido y que no figuren en otros enseres de la Hermandad, como el Manto que actualmente luce la imagen.
Y como símbolo y emblema de la advocación de la Virgen, una guirnalda de laurel, que irá mezclando el tono verde con el oro de fondo, para así destacar y fundirse a la vez con el dorado del Paso, irá recorriendo el canasto, recogiéndose de trecho en trecho.
En el respiradero y faldones bordados, se repite otro elemento simbólico: la palma. Esta hace alusión a la otra Titular, la Santa Cruz, como triunfo de la misma sobre la muerte.
Pero es que, además, el paso eleva a su máxima posibilidad, la representación plástica del misterio de la Soledad. La Virgen se presenta realzada sobre un Monte Calvario, escenario de la Pasión de Cristo, que se llena de símbolos pasionistas y relativos a su corredención.
Todo ello proclamando que tras la Pasión de Cristo nos llegó la Resurrección, que la historia de nuestra Salvación nos vino tras su muerte, muerte de cruz. El paso va a ir anunciando a todo aquel que
presencie la procesión que después de aquel sobrecogedor instante en que María queda sola al pie de la cruz vacía nos llega la inminente gloria de la Resurrección, una Resurrección que irá plasmada en cada una de las cuatro cartelas del paso.
En definitiva una gran obra en todos los aspectos que vendrá a solucionar las limitaciones que presenta el paso actual, a engrandecer el patrimonio de esta corporación, a completar la estética procesional en la calle y, sobre todo a potenciar, enormemente, la misión evangelizadora de la Estación Penitencial.
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