.
Estimado Hno./a en Xto:
Como bien sabes próximamente celebraremos elecciones a Hermano Mayor.
La mayoría de los hermanos que formamos parte de la actual Junta de Gobierno hemos dado un paso adelante y hemos presentado, de nuevo, nuestra candidatura, uniéndose a nosotros nuevos hermanos llenos, también, de ilusión y de ganas de trabajar por nuestra Hermandad.
No en vano he sido Hermano Mayor durante los últimos cinco años, circunstancia que me ha permitido conocer, aún más a fondo, después de mi experiencia de cerca de cuarenta años de hermano y más de veinticinco como oficial de la Junta de Gobierno, la realidad de nuestra querida Hermandad de Loreto en los tiempos que vivimos y saber de lo que está más necesitada para el cumplimiento de sus fines en el futuro inmediato.
Me satisface, enormemente, el haber participado, desde el puesto de Hermano Mayor, con mis compañeros de Junta, en la noble tarea de hacer más grande, en todos los aspectos, a nuestra Hermandad. A todos ellos, a nuestro Director Espiritual, a su Delegado y a cuantos han colaborado en las tareas de gobierno en estos últimos cinco años, mi más sincero agradecimiento por la confianza, la entrega y el apoyo mostrado.
En este periodo que ahora termina, no solo se han celebrado con gran solemnidad cuantos actos mandan nuestras reglas, sino que se ha asentado claramente un estilo de Cofradía, seria y penitencial, acorde con el misterio que representamos, con la jornada del Viernes Santo y fiel a nuestra propia historia. La sorprendente y sumamente elogiada trasformación de nuestro cortejo procesional ha sido uno de los grandes logros de estos años, pero además se ha potenciado en gran medida la vida de Hermandad, las obras sociales, el culto a la Eucaristía, el incremento del patrimonio y su conservación, la comunicación con los hermanos, la formación continuada, los grupos de trabajo, etc. Pero sobre todo de lo que más puede sentirse satisfecho el equipo de gobierno que ahora finaliza su gestión es el de haber conseguido un auténtico clima de fraternidad entre los hermanos, algo que se ha podido comprobar en cuantos guiados por la nobleza del corazón se han acercado de nuevo, o por primera vez, a nuestra sede para compartir juntos ilusiones, proyectos y realidades.
Desde nuestras creencias y desde nuestro compromiso con la Fe en Dios, hay algo que nunca debe tener fin: el de servir a los demás y a Dios Nuestro Señor, en la medida en el que nos lo permitan nuestras fuerzas y limitaciones, Por ello, cuando personas cercanas estiman que aún puedo y debo continuar prestando mi servicio de Hermano Mayor en nuestra querida Hermandad de Loreto, he aceptado tras planteármelo seriamente y con la mirada puesta en alcanzar cuantos objetivos tenemos por delante, siempre al servicio de Dios y de su Santa Madre Iglesia.
Optando de nuevo al cargo de Hermano Mayor no tengo más propósito que continuar con la labor que inicie hace ya cinco años cuando la Hermandad depositó en mis manos el gran tesoro de llevarla por el buen camino. Ser digno heredero de nuestros mayores, aquellos que dedicaron parte de su vida a servir a esta Hermandad desde hermano de fila hasta el puesto de Hermano Mayor. Ser Hermano Mayor de todos sin excepción, como hasta ahora he intentado ser, y sobre todo ser hermano de mis hermanos compartiendo sueños e ilusiones y caminando juntos hacia grandes retos.
No quiero cansaros más, pero si tenéis a bien otorgarme de nuevo vuestra confianza, sabed que como Hermano Mayor me tendréis incondicionalmente a vuestra disposición, para todo aquello que suponga el fomento del culto y la devoción a la Santa Cruz y a Nuestra Madre de Loreto, fundamento de nuestra vida corporativa y fin primordial de esta Hermandad, y para realizar cuantas obras en pro de la formación cristiana y a favor de los más desfavorecidos se puedan llevar a cabo.
Reitero mi gratitud a cuantos me han ayuda en la noble tarea de dirigir la Hermandad y especialmente quiero agradecer a los hermanos que se han ofrecido para colaborar en este periodo que ahora se inicia en la Junta de Gobierno o para la Junta Auxiliar, con el fin de hacer que nuestra Hermandad cumpla con sus objetivos fundamentales e ir creciendo en autenticidad cristiana y cofrade. Todo ello sobre la base de un programa y de un equipo de gobierno que adjunto para conocimiento de todos y en el que tengo puesta toda mi confianza para poder alcanzar, con la ayuda de Dios y su Santísima Madre de Loreto, cuantas metas nos propongamos.
En la espera de poder saludarte en el Cabildo de Elecciones, recibe fraternal saludo de vuestro hermano en la Fe en Cristo.
.
Estimado Hno./a en Xto:
Como bien sabes próximamente celebraremos elecciones a Hermano Mayor.
La mayoría de los hermanos que formamos parte de la actual Junta de Gobierno hemos dado un paso adelante y hemos presentado, de nuevo, nuestra candidatura, uniéndose a nosotros nuevos hermanos llenos, también, de ilusión y de ganas de trabajar por nuestra Hermandad.
No en vano he sido Hermano Mayor durante los últimos cinco años, circunstancia que me ha permitido conocer, aún más a fondo, después de mi experiencia de cerca de cuarenta años de hermano y más de veinticinco como oficial de la Junta de Gobierno, la realidad de nuestra querida Hermandad de Loreto en los tiempos que vivimos y saber de lo que está más necesitada para el cumplimiento de sus fines en el futuro inmediato.
Me satisface, enormemente, el haber participado, desde el puesto de Hermano Mayor, con mis compañeros de Junta, en la noble tarea de hacer más grande, en todos los aspectos, a nuestra Hermandad. A todos ellos, a nuestro Director Espiritual, a su Delegado y a cuantos han colaborado en las tareas de gobierno en estos últimos cinco años, mi más sincero agradecimiento por la confianza, la entrega y el apoyo mostrado.
En este periodo que ahora termina, no solo se han celebrado con gran solemnidad cuantos actos mandan nuestras reglas, sino que se ha asentado claramente un estilo de Cofradía, seria y penitencial, acorde con el misterio que representamos, con la jornada del Viernes Santo y fiel a nuestra propia historia. La sorprendente y sumamente elogiada trasformación de nuestro cortejo procesional ha sido uno de los grandes logros de estos años, pero además se ha potenciado en gran medida la vida de Hermandad, las obras sociales, el culto a la Eucaristía, el incremento del patrimonio y su conservación, la comunicación con los hermanos, la formación continuada, los grupos de trabajo, etc. Pero sobre todo de lo que más puede sentirse satisfecho el equipo de gobierno que ahora finaliza su gestión es el de haber conseguido un auténtico clima de fraternidad entre los hermanos, algo que se ha podido comprobar en cuantos guiados por la nobleza del corazón se han acercado de nuevo, o por primera vez, a nuestra sede para compartir juntos ilusiones, proyectos y realidades.
Desde nuestras creencias y desde nuestro compromiso con la Fe en Dios, hay algo que nunca debe tener fin: el de servir a los demás y a Dios Nuestro Señor, en la medida en el que nos lo permitan nuestras fuerzas y limitaciones, Por ello, cuando personas cercanas estiman que aún puedo y debo continuar prestando mi servicio de Hermano Mayor en nuestra querida Hermandad de Loreto, he aceptado tras planteármelo seriamente y con la mirada puesta en alcanzar cuantos objetivos tenemos por delante, siempre al servicio de Dios y de su Santa Madre Iglesia.
Optando de nuevo al cargo de Hermano Mayor no tengo más propósito que continuar con la labor que inicie hace ya cinco años cuando la Hermandad depositó en mis manos el gran tesoro de llevarla por el buen camino. Ser digno heredero de nuestros mayores, aquellos que dedicaron parte de su vida a servir a esta Hermandad desde hermano de fila hasta el puesto de Hermano Mayor. Ser Hermano Mayor de todos sin excepción, como hasta ahora he intentado ser, y sobre todo ser hermano de mis hermanos compartiendo sueños e ilusiones y caminando juntos hacia grandes retos.
No quiero cansaros más, pero si tenéis a bien otorgarme de nuevo vuestra confianza, sabed que como Hermano Mayor me tendréis incondicionalmente a vuestra disposición, para todo aquello que suponga el fomento del culto y la devoción a la Santa Cruz y a Nuestra Madre de Loreto, fundamento de nuestra vida corporativa y fin primordial de esta Hermandad, y para realizar cuantas obras en pro de la formación cristiana y a favor de los más desfavorecidos se puedan llevar a cabo.
Reitero mi gratitud a cuantos me han ayuda en la noble tarea de dirigir la Hermandad y especialmente quiero agradecer a los hermanos que se han ofrecido para colaborar en este periodo que ahora se inicia en la Junta de Gobierno o para la Junta Auxiliar, con el fin de hacer que nuestra Hermandad cumpla con sus objetivos fundamentales e ir creciendo en autenticidad cristiana y cofrade. Todo ello sobre la base de un programa y de un equipo de gobierno que adjunto para conocimiento de todos y en el que tengo puesta toda mi confianza para poder alcanzar, con la ayuda de Dios y su Santísima Madre de Loreto, cuantas metas nos propongamos.
En la espera de poder saludarte en el Cabildo de Elecciones, recibe fraternal saludo de vuestro hermano en la Fe en Cristo.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario