Este rato que pasamos hablando cordialmente con las religiosas, separados solo con la reja de la clausura pero unidos estrechamente en el amor a Dios Eucaristía y a María Santísima, supone, para muchos de nosotros, un auténtico revulsivo para el espíritu, un verdadero retiro para, en este tiempo de adviento, poder vivir un trocito de cielo escondido entre tanta falta de oración y tanto materialismo.
Por cuanto nos llena espiritualmente esta anual visita, por lo necesitado que está en el convento de ayudas y nosotros de su paz y armonía, rogamos, desde la Junta de Gobierno, que todo aquel que pueda, se una a su Hermandad con su aportación y acuda a este esperado encuentro, con el fin de poder llevar a estas benditas religiosas, nuestra ayuda humana y material para que puedan seguir, por medio de su vida consagrada a la oración y al culto a la Eucaristía, intercediendo por todos nosotros. Este año,además, le llevaremos un preciado regalo a la comunidad, un regalo que prometimos el pasado año y que en esta próxima viisita haremos efectivo como perenne recuerdo de nuestra unión fraternal.
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