sábado, 25 de enero de 2020

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 3º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO A – (26-1-2020

Lectura del santo evangelio según san Mateo 4, 12-23

“Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan, se retiró a Galilea. Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías:

«País de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles.

El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló.»

Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:

-«Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.»

Pasando junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores.

Les dijo:

-«Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres.»

Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes, con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también.

Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.

Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo.”


UNA VOZ EN GALIEA

“El Señor ensalzará el camino del mar, al otro lado del Jordán, la Galilea de los gentiles”. Esas palabras de la primera lectura de este domingo (Is 9,1-4) nos recuerdan que Dios puede siempre derramar su luz sobre una tierra considerada como un lugar pagano. No vale poner etiquetas a las gentes. Dios invita a caminar en la luz al pueblo que caminaba en tinieblas.

Pero no nos engañemos. Los que caminan en tinieblas no siempre son “los otros”, los de fuera, los lejanos. Hemos de reconocer que todos habitamos en una tierra de sombras. Y muchos de nosotros nos hemos habituado a vivir en las tinieblas. ¡Cómo esperamos que la luz brille en nuestra sociedad y en nuestra propia vida!

La liturgia responde a este vibrante anuncio del profeta Isaías con el estribillo del salmo 26: “El Señor es mi luz y mi salvación”. Esa es nuestra convicción. Y nuestra esperanza.

Solo esa luz de lo alto puede puede lograr que no hagamos ineficaz la cruz de Cristo. Ese es el deseo de San Pablo que también hoy deseamos compartir (1 Cor 1,17).


GALILEA DE LOS GENTILES

En el evangelio que se proclama en este tercer domingo del tiempo ordinario se repite hasta cuatro veces la mención a Galilea (Mt 4,12-23). Los peregrinos que viajan a la Tierra Santa disfrutan de la dulzura de aquella tierra. Pero ya sabemos que los contemporáneos de Jesús la consideraban poblada por gentes inclinadas al paganismo.

Pues bien, precisamente a esa región en la que se había criado, retorna Jesús después de haber sido bautizado por Juan en el Jordán. El evangelio de Mateo subraya que de esa forma se cumple lo que había anunciado el profeta Isaías. Ese pueblo ve una luz grande. Todo indica que la luz que brilla en Galilea es la presencia de Jesús.

Ahora bien, Jesús se hace presente con su palabra. Una forma de hablar que resulta novedosa por su autoridad y por su cercanía. Pero esa cercanía se manifiesta sobre todo en la compasión

que revelan sus acciones. “Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el evangelio del Reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo”.


UNA DOBLE INVITACIÓN

El relato evangélico recoge dos de las frases que caracterizan el paso de Jesús por Galilea. Una se dirige a toda la gente y la otra a unos pocos elegidos.

• “Convertíos porque está cerca el reino de los cielos”. Estas palabras de Jesús no son una amenaza a los paganos o a los que viven al modo de los paganos. Son una cordial invitación para que todos se incorporen activamente a la gran novedad y reciban la gracia impagable que comporta el reino de Dios.

• “Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres”. Estas palabras de Jesús no son un mandamiento. No implican una obligación. Son otra invitación a algunos pescadores del lago de Galilea para que descubran el nuevo horizonte de su vieja profesión. Es un honor colaborar con el Maestro que difunde la luz y la verdad.

- Señor Jesús, te reconocemos como la luz que ilumina a todo el que viene a este mundo. También nosotros tenemos la sensación de vivir hoy en la Galilea de los gentiles. Enséñanos a no lamentarnos. Llámanos a cambiar nuestros esquemas mentales y nuestras actitudes. E invítanos a seguirte para anunciar con esperanza y alegría tu salvación. Amén.

José-Román Flecha Andrés.
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viernes, 17 de enero de 2020

EL EVANGELIO DEL DOMINGO : 2º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO A – (19-1-2020)

Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 29-34


“En aquel tiempo; al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: -«Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel.»

Y Juan dio testimonio diciendo:

-«He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él.

Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:

"Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo. "

Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.»”



UNA MISIÓN UNIVERSAL

“Te hago luz de la naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra”. Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco”. Estas palabras se encuentran en el segundo de los cantos del Siervo del Señor (Is 49,6). El elegido es también el enviado.

Pero no es enviado por Dios solamente para reunir a su pueblo, sino para iluminar a todas las naciones. La suya es una misión con dimensiones de universalidad.

A esa misión se muestra dispuesto y obediente el elegido, según lo canta el salmo 39: “Aquí estoy, para hacer tu voluntad. Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas”.

También San Pablo se presenta como un llamado por Dios a ser apóstol. Y también él es consciente de que su misión se extiende a todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo (1Cor 1,1-3).


LA IGNORANCIA DEL MUNDO

De nuevo se nos presenta en el evangelio de este domingo la figura de Juan el Bautista. Al ver a Jesús que viene hacia él, exclama: “Este es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn 1,29). Esas palabras han sido incorporadas en la liturgia romana para invitarnos a participar en la comunión eucarística.

• No se puede olvidar que este mundo nuestro vive con frecuencia ignorando a Dios y despreciando su voluntad. Ahora bien, afirmar la presencia del pecado en el mundo no puede convertirnos en profetas de calamidades o de condenación. Creemos y sabemos que el pecado ha sido vencido por Jesús.

• Juan Bautista nos presenta a Jesús como el Cordero del mundo. El Pastor-Cordero nos conoce y nos guía, nos alimenta y nos defiende. Y finalmente se entrega por nosotros. Como el cordero de la pascua judía, Jesucristo se entrega en expiación por el pecado del mundo. Y por nuestro pecado. Sería de necios ignorar también esa entrega.


LA IGNORANCIA DE JUAN

Pues bien, es interesante ver como en la confesión de Juan el Bautista se contraponen la ignorancia del profeta y la revelación que lo ilumina:

• “Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar…” Juan comprende que el bautismo que él administra es tan solo su humilde contribución para que Jesús se manifieste a Israel.

• “He contemplado al Espíritu… que se posó sobre él”. La ignorancia del profeta encuentra ayuda en la contemplación del Espíritu que guía a Jesús.

• “Yo no lo conocía, pero el que me envió me dijo…” Juan no conoce a Jesús pero se sabe elegido y enviado por Dios para presentar a Jesús ante el pueblo.

• “Yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios”. La ignorancia ha dejado paso a la contemplación y esta exige el testimonio. Ese es también nuestro camino.

- Padre de los cielos, tú nos has elegido y enviado a anunciar la presencia de Jesucristo en un mundo que pretende ignorarla. Ayúdanos a cumplir esa misión con humildad, pero con generosidad Amén.

José-Román Flecha Andrés.
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miércoles, 15 de enero de 2020

COMUNICADO OFICIAL

La Junta de Gobierno de esta Venerable Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Santa Cruz en el Monte Calvario y Nuestra Señora de Loreto en su Soledad, reunida en Cabildo de Oficiales, en relación con el proyecto de elaboración de las nuevas andas procesionales para nuestra titular mariana en que se encuentra inmersa, tiene a bien informar que, por el ritmo actual de los trabajos, se ha decidido postergar la presentación de este proyecto para después de Semana Santa, en el marco de los actos que se están organizando para la celebración del Año Jubilar Lauretano y que se darán a conocer próximamente.

Lo que comunica para público conocimiento de sus hermanos, en Jerez de la Frontera a 15 de enero de 2020.


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lunes, 13 de enero de 2020

sábado, 11 de enero de 2020

INFORMACIÓN SOBRE EL AÑO LAURETANO

“El Jubileo Lauretano es un don que debemos ante todo agradecer al papa Francisco que lo ha concedido con benevolencia, como una ocasión más de gracia después de su visita a Loreto, el pasado 25 de marzo. En esa ocasión el Santo Padre firmó en la Santa Casa la exhortación apostólica post-sinodal Christus vivit sobre los jóvenes”, expresó monseñor Dal Cin.

El Jubileo Lauretano comenzó el domingo 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, con el rito de la apertura de la Puerta Santa de la basílica de la Santa Casa, presidido por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado y finalizará el 10 de diciembre de 2020.


*¿Por qué un Jubileo Lauretano?

La Santa Casa, que según la antigua tradición fue transportada en vuelo por los ángeles, inspiró a los aviadores de la Primera Guerra Mundial a confiar en la Bienaventurada Virgen de Loreto. En esa época, en efecto, a los aviones se les llamaba popularmente "casas voladoras". Así, el papa Benedicto XV, el 24 de marzo de 1920, declaraba a la Santísima Virgen María de Loreto "patrona principal de todos los aeronautas". El centenario del anuncio es, por tanto, la ocasión de este Jubileo. Sin embargo, el acontecimiento jubilar no concierne solamente al mundo de la aviación (trabajadores y pasajeros), sino que está dirigido a todos los devotos de Nuestra Señora de Loreto, y a todos aquellos que del mundo entero vendrán a la Santa Casa para recibir el don de la indulgencia plenaria.

Durante el Año Santo Lauretano, la única iglesia jubilar del mundo será el santuario de la Santa Casa de Loreto. Sin embargo, para valorizar pastoralmente los lugares de culto en la aviación civil y militar, la posibilidad de recibir el don de la indulgencia plenaria se extiende también a las capillas aeroportuarias civiles y militares, a petición previa enviada a la delegación pontificia por el obispo castrense local.

“La alegría del Jubileo no puede ser otra cosa que alegría compartida, que se traduce en una solidaridad concreta, especialmente con los más necesitados. Por eso, el Santuario propone dos iniciativas de caridad: una, por así decirlo, "en casa" y otra en Tierra Santa”, explicó el delegado pontificio para el Santuario de la Santa Casa de Loreto.


*Iniciativas del Año Jubilar

El prelado destacó las dos iniciativas programadas: una local, “la recepción de los jóvenes que vendrán a Loreto, alojándose en el Centro Juvenil, que según las indicaciones del Papa promoverá proyectos educativos inspirados en Christus vivit”.

Y la segunda iniciativa está destinada a Nazaret, donde se encuentra la otra mitad de la Casa de María; “se trata de proporcionar nuevos equipos especializados para la nueva neonatología del Hospital de la Sagrada Familia y ayudar a la Asociación local Miriam en la lucha contra el cáncer”.

“Ambos proyectos favorecen a la familia, a los jóvenes y a los enfermos, que son las prioridades de la acción evangelizadora del Santuario”, subrayó monseñor Dal Cin.


*Jubileo itinerante

Tres estatuas de Nuestra Señora de Loreto, salieron el 9 de diciembre desde el aeropuerto de Falconara Ancona. Una imagen de la Virgen tocará los aeropuertos de las regiones de Italia (de Turín a Bari, de Venecia a Palermo por un total de 21 vuelos) otra visitará los departamentos militares y la otra viajará a los principales aeropuertos de los cinco continentes (de Buenos Aires a Nueva York, de Toronto a las principales capitales europeas, de Beirut a Manila y las Islas Fiji).

“Esta peregrinación, representará el abrazo de la Madre a todo el mundo”

El calendario actualizado de las diversas actividades programadas para la celebración de este año Jubilar Lauretano podrá encontrarse en la página web del Santuario








EL EVANGELIO DEL DOMINGO: FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR – CICLO A – (12-1-2020)

Lectura del santo evangelio según san Mateo 3, 13-17


“En aquel tiempo, fue Jesús de Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara.

Pero Juan intentaba disuadirlo, diciéndole:

-«Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?»

Jesús le contestó:

-«Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere. »

Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo que decía-

-«Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto.»”



EL HIJO AMADO

“Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco”. Así comienza el primero de los cuatro cánticos del Siervo del Señor (Is 42, 1). No sabemos si se refiere a un personaje concreto o bien a toda la comunidad de los fieles de Israel.

De todas formas, el poema refleja la elección de alguien que recibe el Espíritu de Dios y es enviado para una misión estupenda: la de proclamar la alianza de Dios y la luz que él derrama sobre todos los pueblos. Una misión liberadora para todos los cautivos de las mil cadenas que pueden amarrar a los humanos.

El texto de los Hechos de los Apóstoles que hoy se proclama recoge unas palabras que Pedro pronuncia en la casa del centurión Cornelio. Jesús, ungido en su bautismo con la fuerza del Espíritu Santo, pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hech 10,38).


EL DIÁLOGO

Al meditar el misterio del Bautismo de Jesús, muchos nos preguntamos por qué quiso ser bautizado el que era la suma limpieza. Según los Padres de la Iglesia, Jesús bajó al Jordán, como Josué lo cruzó para conducir a su pueblo a la tierra de la libertad. El evangelio de Mateo introduce un diálogo intrigante para muchos creyentes:

• “Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?” El Catecismo de la Iglesia Católica interpreta estas palabras, como el reflejo de una duda de Juan el Bautista (CCE 535). El evangelista pretende dejar clara la superioridad de Jesús con relación al Precursor. Y disipar los recelos de los discípulos de ambos.

• “Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere”. La respuesta de Jesús refleja su decisión de cumplir “la justicia plena”, aceptando el proyecto de Dios. Es decir, proclamando con los signos que Dios ofrece la salvación gratuita a todos los pecadores, a los que se acerca Jesús en este rito bautismal.


EL ORÁCULO

Una vez bautizado, Jesús salió del agua y vio que el Espíritu se posaba sobre él en forma de paloma. Un dato que evoca el final del diluvio. Jesús es la tierra firme que emerge de las aguas de la muerte. Él es el anuncio de la paz que Dios ofrece a la humanidad y a todo el mundo creado. Pero a lo que se “ve” acompaña la voz de lo alto que se “oye”:

• “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco”. Este oráculo es una adaptación de las palabras con las que Dios se refiere a su Siervo, elegido para salvar a su pueblo por medio de su palabra y también por sus dolores.

• “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco”. Si en su bautismo Jesús se asocia a la suerte de los pecadores que bajan al Jordán, su misión de Hijo amado de Dios lo llevará a sufrir por ellos, es decir por todos nosotros.

• “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco”. Al mostrarnos a su Hijo amado, Dios se nos revela como Padre universal. Su amor y su misericordia lo acompañan y definen. De esos dones todos nosotros hemos sido declarados herederos.

- Padre de los cielos, que nos has revelado en Jesús a tu Hijo amado, te damos gracias por la misión salvadora que le has confiado y te rogamos que tu Espíritu nos ayude a cumplir siempre tu voluntad. Amén”.

José-Román Flecha Andrés.
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domingo, 5 de enero de 2020

SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR – CICLO A – (6-1-2020)

Lectura del santo evangelio según san Mateo 2, 1-12



“Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes.

Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:

-« ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo.»

Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.

Ellos le contestaron:

-«En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta:

"Y tú, Belén, tierra de Judea, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judea, pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel."»

Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:

-«Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.»

Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño.

Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.

Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.”



“Levántate, brilla Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!” Nos resulta familiar este grito que se encuentra en el libro de Isaías (Is 60 1). Con él se abre la primera lectura de la misa en esta Solemnidad de la Epifanía del Señor. Jerusalén resplandece no por su propia luz, sino por la gloria del Señor que brilla sobre ella.

Jerusalén representa la tradición judía, la riqueza de la cultura hebrea, su historia leída a la luz de la fe, el tesoro de las escrituras santas. Todo eso ha sido dispuesto por Dios para iluminar a los pueblos. La elección de Israel es un privilegio, pero lleva consigo una misión universal. Los pueblos están llamados a caminar a su luz.

Ahora bien, el texto reconoce que también esos pueblos tienen sus riquezas. Si ellos reciben de Jerusalén la luz para el camino, también pueden darle un gran tesoro de experiencia y de sabiduría. Los camellos y dromedarios, el oro y el incienso representan todo lo que las otras culturas y tradiciones pueden aportar al diálogo de la salvación universal.


EL CAMINO DE LA FE

Ese texto profético sirve de cañamazo al relato evangélico de la llegada de los Magos que hoy se proclama (Mt 2, 1-12). Los Magos, en primer lugar “representan el camino de las religiones hacia Cristo, así como la autosuperación de la ciencia con vistas a él”, como ha escrito Benedicto XVI en su libro “La infancia de Jesús”.

Por otra parte, el episodio de los Magos nos recuerda que la presencia de Jesús en el mundo desencadena sentimientos encontrados. El nacimiento de Jesús suscita la búsqueda y el reconocimiento, la adoración y el don en el ánimo de los Magos. Pero suscita también en el corazón de Herodes la turbación y los celos, el rechazo y la voluntad de muerte.

En tercer lugar, el relato de los Magos nos presenta las mediaciones de la salvación. La aparición de la estrella nos recuerda que Dios se ha manifestado y se manifiesta a través de su creación.

La referencia de los escribas a un profeta nos indica la importancia de escrutar las Escrituras para hallar el camino que lleva al Rey y Pastor de nuestra historia y nuestra vida.


LA BÚSQUEDA DE LOS MAGOS


“¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo”. He ahí las únicas palabras que se ponen en boca de los Magos. Con ellas revela el evangelista la intención de todo el relato.

• “¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?” Esa pregunta es ya un preámbulo de la fe. En su carta “La Puerta de la fe”, Benedicto XVI afirma que “muchas personas, aun no reconociendo en ellos el don de la fe, buscan con sinceridad el sentido último y la verdad definitiva de su existencia y del mundo. Esta búsqueda… lleva a las personas por el camino que conduce al misterio de Dios” .

• “Hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo”. En esa frase se subrayan tres de los pasos del camino de la fe. El primero –la aparición de la estrella- no depende de nosotros. Pero es bueno saber que los signos de la salvación están ahí. El segundo paso nos lleva a mirar y relacionar los signos con su significado. Todo es huella de Dios. Y todo nos lleva a Cristo. El tercer paso es la adoración, que reconoce en Jesús al único Salvador.

– “Señor, tú que en este día revelaste a tu Hijo Unigénito a los pueblos gentiles, por medio de una estrella, concede a los que ya te conocemos por la fe, poder contemplar un día, cara a cara, la hermosura infinita de tu gloria. Por Cristo nuestro Señor. Amén”.

José-Román Flecha Andrés

sábado, 4 de enero de 2020

ENTREVISTA A D.JAVIER SANCHEZ DE LOS REYES,DISEÑADOR DE NUESTRO FUTURO NUEVO PASO PROCESIONAL (29-10-2019)

Entrevista realizada en el programa Luz de Pasión (7TV) donde se detalla a fondo en el proyecto de nuestro nuevo paso procesional.

 

ENTREVISTA A NUESTRO HERMANO MAYOR EN EL PROGRAMA LUZ DE PASIÓN (29/10/2019)



NUESTRA SALIDA PROCESIONAL EN 2019 EN IMÁGENES DEL CANAL 7TV



NUESTRA HERMANDAD ESTE PASADO VIERNES SANTO EN EL BLOG LA MIRADA DE LA PASIÓN

Para acceder al contenido del blog La Mirada de la Pasión pinchar en el enlace de abajo :

http://lamiradadepasion.blogspot.com/2019/07/salida-procesional-de-la-hermandad-del.html

Autor fotos : Alberto Delgado

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 2º DE NAVIDAD – CICLO A – (5-1-2020)

Lectura del santo evangelio según san Juan 1,1-18


“En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.

La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.

Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Juan da testimonio de él y grita diciendo: - Éste es de quien dije: «El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo». Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia, porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

A Dios nadie lo ha visto jamás. El Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.”



DESDE LA ETERNIDAD.

En el principio, antes de los siglos, me formó y existiré para siempre. Este principio al que se hace referencia en la 1ª lectura es la eternidad. La Sabiduría es una propiedad divina, es eterna y se identifica con Dios. El Prólogo del Evangelio de san Juan comienza con las mismas palabras: En el principio… para destacar la eternidad del Verbo de Dios, de esa Palabra que en el tiempo se encarna. La Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Aquí está expresado de manera concentrada el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios.

El Catecismo de la Iglesia Católica habla de cuatro motivos para la Encarnación. El Verbo se encarnó: para salvarnos reconciliándonos con Dios; para ser nuestro modelo de santidad; para que nosotros conociésemos así el amor de Dios; y para hacernos partícipes de la naturaleza divina, concediéndonos la filiación divina. Como hemos leído en la 2ª lectura, Dios antes de la creación del mundo (…) nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por Jesucristo.


FILIACIÓN DIVINA.

Vino a los suyos, y los suyos no le recibieron. Pero a cuantos le recibieron les dio poder para ser hijos de Dios. Recibamos a Cristo, abrámosle las puertas de nuestro corazón a Jesús, dejemos que Él ilumine con su luz -esa luz verdadera que ilumina a todo hombre– nuestra mente. Y seremos hijos de Dios. Cristo es Hijo de Dios por naturaleza; nosotros, por gracia. La gracia nos hace realmente hijos de Dios. El 29 de mayo de 1982, en el estadio de Wembley, con los graderíos lleno de gente joven, Juan Pablo II celebró la Santa Misa. En la homilía, dijo unas palabras que, por fuerza, debieron impresionar a los que allí estaban: Al mirar a esta gran asamblea, siento un respeto enorme por cada uno de vosotros. Sois hijas e hijos de Dios.


ORGULLO SANTO.

Cuando una hija del rey Luis XV de Francia, Luisa, fue reprendida por una de sus servidoras, replicó con enojo: ¿No soy acaso la hija de tu rey? La otra no se amilanó ante semejante impertinencia, sino que supo poner a la princesa en su lugar con esta respuesta: Y yo, ¿no soy acaso la hija de tu Dios? La princesa siempre recordó estas palabras. Pasados los años, siendo carmelita, guardaba gran reconocimiento a quien supo darle tan provechosa lección.

Agradezcamos a Dios el habernos concedido la filiación divina. Dios es Padre. No nos trata como simples criaturas, sino como hijos suyos. El mismo Jesucristo nos enseñó a llamar Padre a Dios. Tratemos a Dios como Padre, con sinceridad, con amor, con confianza. El saber que Dios es Padre nos da seguridad, paz y alegría. Somos hijos de un buen Padre, que piensa más en nosotros que nosotros en Él… Sólo debemos procurar estar bien con Dios, no tener pecados en el alma y amarle, y luego ningún temor: Dios nos está mirando y es imposible que nos olvide. Tengamos deseos de contentar a Dios.

José-Román Flecha Andrés.
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