sábado, 29 de septiembre de 2018

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 26º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B – (30-9-20

Lectura del santo evangelio según san Marcos 9,38-43.45.47-48


“En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros». Jesús respondió: «No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.

Y, además, el que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar.

Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno, Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apagas.”



SON AMIGOS, NO ADVERSARIOS


El que no está con nosotros, está a favor nuestro.

A pesar de los esfuerzos de Jesús por enseñarles a vivir como él, al servicio del reino de Dios, haciendo la vida de las personas más humana, más digna y dichosa, los discípulos no terminan de entender el Espíritu que lo anima, su amor grande a los más necesitados y la orientación profunda de su vida.

El relato de Marcos es muy iluminador. Los discípulos informan a Jesús de un hecho que los ha molestado mucho. Han visto a un desconocido «expulsando demonios». Está actuando «en nombre de Jesús» y en su misma línea: se dedica a liberar a las personas del mal que les impide vivir de manera humana y en paz. Sin embargo, a los discípulos no les gusta su trabajo liberador. No piensan en la alegría de los que son curados por aquel hombre. Su actuación les parece una intrusión que hay que cortar.

Le exponen a Jesús su reacción: «Se lo hemos querido impedir porque no es de los nuestros». Aquel extraño no debe seguir curando porque no es miembro del grupo. No les preocupa la salud de la gente, sino su prestigio de grupo. Pretenden monopolizar la acción salvadora de Jesús: nadie debe curar en su nombre si no se adhiere al grupo.

Jesús reprueba la actitud de sus discípulos y se coloca en una lógica radicalmente diferente. Él ve las cosas de otra manera. Lo primero y más importante no es el crecimiento de aquel pequeño grupo, sino que la salvación de Dios llegue a todo ser humano, incluso por medio de personas que no pertenecen al grupo: «el que no está contra nosotros, está a favor nuestro». El que hace presente en el mundo la fuerza curadora y liberadora de Jesús está a favor de su grupo.

Jesús rechaza la postura sectaria y excluyente de sus discípulos que solo piensan en su prestigio y crecimiento, y adopta una actitud abierta e inclusiva donde lo primero es liberar al ser humano de aquello que lo destruye y hace desdichado. Éste es el Espíritu que ha de animar siempre a sus verdaderos seguidores.

Fuera de la Iglesia católica, hay en el mundo un número incontable de hombres y mujeres que hacen el bien y viven trabajando por una humanidad más digna, más justa y más liberada. En ellos está vivo el Espíritu de Jesús. Hemos de sentirlos como amigos y aliados, nunca como adversarios. No están contra nosotros pues están a favor del ser humano, como estaba Jesús.

José Antonio Pagola.
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viernes, 28 de septiembre de 2018

HOY VIERNES CELEBRAREMOS CULTOS EUCARÍSTICOS

A partir de las 20.00 horas llevaremos hoy a cabo nuestros cultos semanales,que por ser último viernes de mes y tal como establecen nuestras Reglas, nuestros cultos tendrán carácter Eucarístico, con Exposición, Bendición y Reserva de S.D.M. Para finalizar con las oraciones a la Stma. Virgen.

Si importante es la asistencia a los cultos semanales en honor de nuestros titulares más aún lo es cada viernes último de mes en honor y gloria del Santísimo Sacramento del Altar, porque no es la Hermandad la que convoca es el mismo Dios el que nos llama desde su presencia viva y real en la Eucaristía, es Dios el que nos invita a la unión más intima con El. 

No faltemos a su llamada, Dios nos espera.


viernes, 21 de septiembre de 2018

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 25º DOMINGO TIEMPO ORDINARIO – CICLO B – (23-9-2018)

Lectura del santo evangelio según san Marcos 9,30-37


“En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará». Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle.

Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó: «¿De qué discutíais por el camino?». Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado».”



DOS ACTITUDES MUY DE JESÚS


Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos.

El grupo de Jesús atraviesa Galilea, camino de Jerusalén. Lo hacen de manera reservada, sin que nadie se entere. Jesús quiere dedicarse enteramente a instruir a sus discípulos. Es muy importante lo que quiere grabar en sus corazones: su camino no es un camino de gloria, éxito y poder. Es lo contrario: conduce a la crucifixión y al rechazo, aunque terminará en resurrección.

A los discípulos no les entra en la cabeza lo que les dice Jesús. Les da miedo hasta preguntarle. No quieren pensar en la crucifixión. No entra en sus planes ni expectativas. Mientras Jesús les habla de entrega y de cruz, ellos hablan de sus ambiciones: ¿Quién será el más importante en el grupo? ¿Quién ocupará el puesto más elevado? ¿Quién recibirá más honores?

Jesús «se sienta». Quiere enseñarles algo que nunca han de olvidar. Llama a los Doce, los que están más estrechamente asociados a su misión y los invita a que se acerquen, pues los ve muy distanciados de él. Para seguir sus pasos y parecerse a él han de aprender dos actitudes fundamentales.

• Primera actitud: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y servidor de todos». El discípulo de Jesús ha de renunciar a ambiciones, rangos, honores y vanidades. En su grupo nadie ha de pretender estar sobre los demás. Al contrario, ha de ocupar el último lugar, ponerse al nivel de quienes no tienen poder ni ostentan rango alguno. Y, desde ahí, ser como Jesús: «servidor de todos».

• La segunda actitud es tan importante que Jesús la ilustra con un gesto simbólico entrañable. Pone a un niño en medio de los Doce, en el centro del grupo, para que aquellos hombres ambiciosos se olviden de honores y grandezas, y pongan sus ojos en los pequeños, los débiles, los más necesitados de defensa y cuidado. Luego, lo abraza y les dice: «El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí». Quien acoge a un «pequeño» está acogiendo al más «grande», a Jesús. Y quien acoge a Jesús está acogiendo al Padre que lo ha enviado.

Una Iglesia que acoge a los pequeños e indefensos está enseñando a acoger a Dios. Una Iglesia que mira hacia los grandes y se asocia con los poderosos de la tierra está pervirtiendo la Buena Noticia de Dios anunciada por Jesús.

José Antonio Pagola

sábado, 15 de septiembre de 2018

NUESTRA MADRE VESTIDA PARA LA FESTIVIDAD DE LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ

Fotos de esta noche tras la celebración religiosa de la festividad de la Exaltación de la Cruz.










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EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 24º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B – (16-9-2018)

Lectura del santo evangelio según san Marcos 8,27-35


“En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Felipe; por el camino, preguntó a sus discípulos: «Quién dice la gente que soy yo?». Ellos le contestaron: «Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas». El les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?». Pedro le contestó: «Tú eres el Mesías». El les prohibió terminantemente decírselo a nadie.

Y empezó a instruirlos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días». Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!».

Después llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará».”



RECONOCER A JESÚS EL CRISTO


¿Quién decís que soy yo?

El episodio ocupa un lugar central y decisivo en el relato de Marcos. Los discípulos llevan ya un tiempo conviviendo con Jesús. Ha llegado el momento en que se han de pronunciar con claridad. ¿A quién están siguiendo? ¿Qué es lo que descubren en Jesús? ¿Qué captan en su vida, su mensaje y su proyecto?

Desde que se han unido a él, viven interrogándose sobre su identidad. Lo que más les sorprende es la autoridad con que habla, la fuerza con que cura a los enfermos y el amor con que ofrece el perdón de Dios a los pecadores. ¿Quién es este hombre en quien sienten tan presente y tan cercano a Dios como Amigo de la vida y del perdón?

Entre la gente que no ha convivido con él se corren toda clase de rumores, pero a Jesús le interesa la posición de sus discípulos: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». No basta que entre ellos haya opiniones diferentes más o menos acertadas. Es fundamental que los que se han comprometido con su causa, reconozcan el misterio que se encierra en él. Si no es así, ¿quién mantendrá vivo su mensaje? ¿Qué será de su proyecto del reino de Dios? ¿En qué terminará aquel grupo que está tratando de poner en marcha?

Pero la cuestión es vital también para sus discípulos. Les afecta radicalmente. No es posible seguir a Jesús de manera inconsciente y ligera. Tienen que conocerlo cada vez con más hondura. Pedro, recogiendo las experiencias que han vivido junto a él hasta ese momento, le responde en nombre de todos: «Tú eres el Mesías».

La confesión de Pedro es todavía limitada. Los discípulos no conocen aún la crucifixión de Jesús a manos de sus adversarios. No pueden ni sospechar que será resucitado por el Padre como Hijo amado. No conocen experiencias que les permitan captar todo lo que se encierra en Jesús. Solo siguiéndolo de cerca, lo irán descubriendo con fe creciente.

Para los cristianos es vital reconocer y confesar cada vez con más hondura el misterio de Jesús el Cristo. Si ignora a Cristo, la Iglesia vive ignorándose a sí misma. Si no lo conoce, no puede conocer lo más esencial y decisivo de su tarea y misión. Pero, para conocer y confesar a Jesucristo, no basta llenar nuestra boca con títulos cristológicos admirables. Es necesario seguirlo de cerca y colaborar con él día a día. Ésta es la principal tarea que hemos de promover en los grupos y comunidades cristianas.

José Antonio Pagola

jueves, 13 de septiembre de 2018

EL SANTO LIGNUM CRUCIS

Ante la celebración este viernes de la Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz conviene recordar que :

Del latín "Lignum", leño o madero y "Crucis" de la Cruz, es la astilla, resto, o agrupación de éstos, procedentes de la fragmentación de la Verdadera Cruz de nuestro Señor Jesucristo y que alojado en una teca y a su vez en un relicario, es refrendada su veracidad a través de un documento de certificación denominado "Authéntica". Le es dedicado el culto de Latría relativa, o sobre las cosas, grado inferior al de Latría Absoluta o dedicada a Dios, verdaderamente presente en el Sacramento de la Eucaristía.

El Lignum Crucis pertenece al grupo de las reliquias mayores, que son las que proceden de la pasión de Jesucristo, frente a las menores, que son de los santos.

Los restos de la Cruz de Cristo fueron descubiertos por Santa Elena, madre del Emperador Constantino, en el año 326. Tras el hallazgo se produjo un proceso de dispersión de fragmentos del madero, entre las que se encontraban como destino las ciudades de Roma y Constantinopla. Durante su historia, en especial el medievo y el Renacimiento, llegaron a España restos de la Cruz dirigidos principalmente a autoridades eclesiásticas y laicas o bien traídos de Tierra Santa, como el Lignum Crucis del Monasterio de Santo Toribio de Liébana, mayor fragmento conservado en la actualidad.

Los restos de la Cruz de Cristo nos ofrecen con su presencia testimonio del origen y reminiscencia de no pocas Hermandades y Cofradías en nuestro país, que al ser de la Vera+Cruz, “la Verdadera Cruz”, son consideradas como las más antiguas entre todas las demás advocaciones.

El Lignum Crucis recibe culto de adoración en grado de Latría relativa, o sobre las cosas, al ser parte de la Cruz que estuvo en contacto físico con nuestro Señor Jesucristo, a quien le reconocemos suprema perfección y dominio, habiendo sido bañada con su sangre.

Como símbolo de adoración y sumisión a Dios, se realiza el acto de genuflexión ante las reliquias de la Cruz en la liturgia del Viernes Santo así como en las ocasiones que estén expuestas para su veneración.

La Cruz tiene rango de adoración el Viernes Santo, pero esta adoración también se profesa cuando están expuestas las reliquias de la Verdadera Cruz del Señor, por haberse consumado en ella la redención y haber sido impregnada de la Sangre del Redentor (culto de Latría relativa o sobre las cosas).

Protocolos:

Culto interno. 


- Eucaristía y altares de cultos y procesión.

El color litúrgico para las fiestas de la Cruz es el rojo. Cuando es portada, bien en una procesión, bien para dar la bendición con ella al final de la misa, se usa un paño humeral con el color propio de la reliquia, aunque sea otro el color del día. De esa manera también se diferencia de cuando se usa el Santísimo, que es color blanco. El paño humeral para el Lignum Crucis debe ser el rojo, al ser una reliquia del Martirio de Jesucristo. El color rojo simboliza el fuego y la sangre, por eso es utilizado en las fiestas de los mártires, el Domingo de Ramos, el Viernes Santo, el día de Penteconstés y el en sacramento de la confirmación.

Una de las notas más características en las celebraciones eucarísticas ha sido el gesto de situar el Crucifijo que preside la celebración en el centro del altar. Situando la Cruz en medio se intenta recuperar el "cristocentrismo" en las celebraciones, donde tanto el Sacerdote oficiante, como los fieles, están mirando a la Cruz. Ya que muchos de los cultos de nuestras Hermandades y Cofradías se celebran exponiendo entronizado la imagen del Titular, con objeto de no duplicar el signo, se situará el Lignum Crucis en el centro, con los gestos de adoración correspondiente al llegar o salir (genuflexión).

Caso de situar la reliquia en un altar de cultos y permanecer expuesta durante un tiempo prolongado deberá ser situada, preferentemente, en un lugar alto para destacar su realce y garantizar su seguridad.

A la finalización de la Eucaristía, la bendición con la reliquia podrá reservarse para las Festividades principales, como la Función Principal de Instituto, la Invención de la Santa Cruz o la Exaltación de la Santa Cruz. Cuando se imparta con ella se procederá igual que con el Santísimo, con el paño de hombro en rojo, pero no en silencio, sino que el sacerdote dirá "y la bendición de Dios Padre...", y si es un obispo hará tres veces la señal de la cruz, como es costumbre en su ritual.

En Triduos o Quinarios existirá la posibilidad de situarla debajo de la imagen del Titular cristífero, cuando sean iniciados estos cultos con la exposición del Santísimo. Lógicamente, el rango de adoración recaerá sobre Jesús Sacramentado (culto de Latría absoluta o sobre las Personas).

En la Festividad de la Invención de la Santa Cruz así como en la Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, al ser protagonista central de dichas conmemoraciones, se podrá exponer sobre el Altar y tras la bendición se trasladará en solemne procesión al lugar de ubicación y custodia.


Culto externo.

- Solemnes Procesiones y visitas a Hermanos enfermos de las corporaciones.

El acto público externo se caracterizará por las muestras de respeto hacia la reliquia en cuanto le son profesados los gestos propios de la adoración, genuflexión y/o ser besada a la vez que la persona se arrodilla ante ella.

Su portador tendrá las manos veladas por un lienzo evitando el contacto directo con el relicario, que será flanqueado por cuatro cirios o cuatro faroles, a ser posible de cera verde, color que identifica al madero de los justos en el que padeció y murió nuestro Señor Jesucristo así como de las propias Hermandades y Cofradías de la Vera+Cruz.

- Traslado a domicilios de Hermanos enfermos

En los traslados a domicilios de Hermanos enfermos, si es portada en una comitiva procesional, se observarán las normas generales señaladas para el culto externo.

En circunstancias extraordinarias en las que la reliquia fuera llevada, de manera discrecional , desde el lugar de ubicación y custodia temporal hasta el domicilio o residencia de un Hermano aquejado de grave enfermedad, deberá ser el Hermano Mayor, como principal responsable de la custodia y observación de usos de la reliquia, quien realice el traslado acompañado por otros miembros de su Junta de Gobierno. Igualmente, a tal efecto, podrá delegar en otro miembro de la Junta caso de existir motivo justificado o extraordinario que así lo requiriera sin que, en ningún caso, pudiera llevarse a cabo éste u otros usos de la reliquia sin la autorización o aquiescencia del Hermano Mayor.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

ESTE VIERNES CELEBRAREMOS LA FESTIVIDAD DE LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ

Este próximo viernes, 14 de septiembre, con motivo de la festividad de la Exaltación de la Cruz, primer titular de nuestra Hermanad, a las 20,30 h.,tendrá lugar en nuestra sede de la Parroquia de San Pedro una Solemne Eucaristía en honor del Santo Madero, instrumento de nuestra Redención.

Al final de la ceremonia religiosa se dará a besar la reliquia del Santo Lígnum- Crucis que custodia nuestra Hermandad por decreto de la Curia Vaticana.

Con este acto se dará apertura al ejercicio 2018-2019, finalizando la jornada con una fraternal convivencia de inicio de curso a la que todos por supuesto estáis invitados.



sábado, 8 de septiembre de 2018

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 23º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B – (9-9-2018)

Lectura del santo evangelio según san Marcos 7,31-37


“En aquel tiempo, dejó Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis.

Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos.

El, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo:

«Effetá», esto es: «Ábrete». Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad.

El les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos.

Y en el colmo del asombro decían: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos».”



CURAR NUESTRA SORDERA


Al momento, se le abrieron los oídos.

Los profetas de Israel usaban con frecuencia la «sordera» como una metáfora provocativa para hablar de la cerrazón y la resistencia del pueblo a su Dios. Israel «tiene oídos pero no oye» lo que Dios le está diciendo. Por eso, un profeta llama a todos a la conversión con estas palabras: «Sordos, escuchad y oíd».

En este marco, las curaciones de sordos, narradas por los evangelistas, pueden ser leídas como «relatos de conversión» que nos invitan a dejarnos curar por Jesús de sorderas y resistencias que nos impiden escuchar su llamada al seguimiento. En concreto, Marcos ofrece en su relato matices muy sugerentes para trabajar esta conversión en las comunidades cristianas.

• El sordo vive ajeno a todos. No parece ser consciente de su estado. No hace nada por acercarse a quien lo puede curar. Por suerte para él, unos amigos se interesan por él y lo llevan hasta Jesús. Así ha de ser la comunidad cristiana: un grupo de hermanos y hermanas que se ayudan mutuamente para vivir en torno a Jesús dejándose curar por él.

• La curación de la sordera no es fácil. Jesús toma consigo al enfermo, se retira a un lado y se concentra en él. Es necesario el recogimiento y la relación personal. Necesitamos en nuestros grupos cristianos un clima que permita un contacto más íntimo y vital de los creyentes con Jesús. La fe en Jesucristo nace y crece en esa relación con él.

• Jesús trabaja intensamente los oídos y la lengua del enfermo, pero no basta. Es necesario que el sordo colabore. Por eso, Jesús, después de levantar los ojos al cielo, buscando que el Padre se asocie a su trabajo curador, le grita al enfermo la primera palabra que ha de escuchar quien vive sordo a Jesús y a su Evangelio: «Ábrete».

Es urgente que los cristianos escuchemos también hoy esta llamada de Jesús. No son momentos fáciles para su Iglesia. Se nos pide actuar con lucidez y responsabilidad. Sería funesto vivir hoy sordos a su llamada, desoír sus palabras de vida, no escuchar su Buena

Noticia, no captar los signos de los tiempos, vivir encerrados en nuestra sordera. La fuerza sanadora de Jesús nos puede curar.

José Antonio Pagola.
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lunes, 3 de septiembre de 2018

COLABORACIÓN CON LA ORDEN MERCEDARIA DE NUESTRA CIUDAD

Este pasado viernes se hizo entrega a la comunidad mercedaria del importe del primer premio del pasado concurso de altares de la festividad del Corpus.

Con motivo de la festividad de San Ramón Nonato, santo mercedario estrechamente vinculado al misterio Eucarístico, tras la función religiosa celebrada en el templo basilical de la Merced en su honor, la Hermandad de Loreto hizo entrega al Padre Comendador, Fray Felipe Ortuno, del importe en metálico recibido por parte de la Unión de Hermandades como primer premio del concurso de altares de la pasada festividad del Corpus. Altar montado con la colaboración de la Hermandad del Transporte y de la comunidad mercedaria al estar dedicado a los 800 años de la Orden de la Merced.

Este donativo irá destinado a las obras que se vienen realizando en las bóvedas de la Basílica de la Merced.