.
Existe una tendencia general a estereotipar, los católicos tienen que ser de derechas, conservadores y carcas; los de derechas, terratenientes y señoritos; los de izquierdas progresistas y obreros; los andaluces graciosos y los catalanes tacaños; los sevillistas antibéticos y los béticos antisevillistas; los jerezanos antigaditanos y los gaditas antijerezanos y los cofrades anticarnavaleros, Criterios que se imponen porque sí, porque lo contrarío es difícil de entender.Por eso cuando nos encontramos con personas que pasan de todo estereotipo y de todo perjuicio social y es como él es, sin importarle todo aquellos que se te impone desde fuera, como poco, es digno de admiración.
Y una persona de esas que llamaba la atención por su claridad de ideas, por su fidelidad a sus gustos y principios y por la entrega desinteresada sin importarle nada los perjuicios sociales fué sin lugar a dudas José Luis Dormido de la Hera, Selu para los amigos, que en esta pasada semana hemos tenido que decir adiós.
Selu era, un joven de los que no encajaban en estereotipos de siempre, una persona especial, era honesto consigo mismo, cabal, integro, fiel a sus principios , serio para sus cosas y amigo de sus amigos. Era de los que dejan huella, entregado a los demás, a su formación religiosa, a las costumbres y tradiciones de nuestra tierra, sano de ideas y amante del deporte.
Conocí a Selu en los plenos de la Unión de Hermandades ,cuando por su condición de Teniente Hermano Mayor de la Hermandad de la Clemencia acudía a ellos en representación del Hermano Mayor, entonces el, también, recientemente fallecido, sacerdote Francisco González Cornejo, que ejercía además como Delegado Episcopal en el Consejo de la Unión de Hermandades. De aquellos años recuerdo que, cuando don Francisco se ausentaba, antes de cualquier votación, Selu siempre se retiraba cogía el móvil y hacía una llamada para conocer la opinión de su Hermano Mayor. Posteriormente quisimos los hermanos de Loreto contar con él como capataz del paso de la Virgen, fueron cinco años en los que pude admirar su acentuada personalidad, su entereza en los momentos difíciles, su seguridad en sí mismo, su carisma y sobre todo su profundidad religiosa y su calidad humana. Ultimamente lo saludaba cada Domingo de Ramos ayudando a su inseparable Salvador en la noble tarea de dirigir el paso de la Virgen de las Angustias y cada 24 de septiembre formando parte de la cuadrilla de nuestra Patrona la Virgen de la Merced..
Pero Selu no solo ha dejado huella en el mundo cofrade, él fue un cristiano convencido preocupado enormemente por su formación religiosa y por su trabajo social, de todo ello saben mucho los sacerdotes que le trataron, los enfermos de SILOE, y sobre todos los niños a los que se entregaba para acrecentar en ellos los valores que dignifican a las personas, tanto en la formación de los grupos de barrios que forman Hermandades juveniles de Viernes de Dolores, como en el mundo del Carnaval jerezano donde era toda una institución, como en el centro de menores donde apenas tuvo tiempo de entregar toda su sapiencia como trabajador social.
Me cuentan que ha dejado escrito un libro sobre la Acción Social, libro que estaba dispuesto a costear de su bolsillo si nadie se lo publicaba para que los beneficios de su venta fueran a engrosar los fondas de las bolsas de caridad de las Hermandades, testamento que ahora cobra un valor incuestionable.
José Luis Dormido, se nos ha dormido definitivamente, en pleno tiempo de Carnaval, a una semana del inicio de la Cuaresma y en las vísperas de un nuevo primer viernes de marzo, su llamador ha quedado mudo pero su recuerdo es ya imborrable, atrás queda una chicotá de 37 años, con un capataz que hizo de la formación un objetivo en su vida, que superó estereotipos y falsos perjuicios, que sabía muy bien lo que quería y hacia donde caminaba, y que, como los grandes de corazón, siempre fue de frente hasta para decir adiós.
(Artículo publicado en Información Jerez ayer sábado 5 de marzo de 2011, con motivo del fallecimiento el pasado jueves de Jesé Luis Dormido de la Hera, Selu)
No hay comentarios:
Publicar un comentario