viernes, 18 de marzo de 2011

DIARIO DE UNA ADOPCIÓN DESDE NICARAGUA (III)

Hola de nuevo, familia, aquí estoy escribiendo para vosotros desde Managua todavía. Ya deberíamos estar en casa, pero no se ha cumplido lo que nos prometieron y esto se va alargando.
Como iba contando en la última carta que os escribí, estabamos a la espera de que vinieran a vernos al Hotel las trabajadores sociales del Ministerio de MiFamilia y evaluar la adaptación de la niña a nosotros y viceversa. Como se esperaba y era lo mas normal siendo ella tan chiquitita, cuando vinieron a vernos lo vieron todo muy bién. Fueron dos las visitas, preguntaron de todo y se fijaron en todo. Tras estas visitas lo que quedaba es que emitieran el informe positivo y este se expusiera en el Consejo (Organo compuesto por varios Directores de departamentos y la Ministra de MiFamilia), pero lo que no sabiamos eran los quebraderos de cabeza que nos iban a dar. Digo esto, por que iban pasando los dias y estos no se reunían. Viendo la situación, empezamos a presionar a nuestra abogada para que se informara del porqué no se reunían y que hiciera lo posible al respecto, porque el plazo que nos prometieron de los 45 días, se iba terminando y nos temíamos lo peor. Esto era que anímicamente y económicamente nos iba a dejar huella. De nuestra abogada, solo recibiamos mensajes de que teníamos que esperar, que no perdiéramos la paciencia y que no presionaramos a la Directora de dicho departamento porque nos podía perjudicar a nosotros y a los que estuvieran en la misma situación. Fueron muchas veces las que nos lo repetía y yá llegó el momento en que no aguantábamos más y tuvimos una reunión con dicha directora para pedir explicaciones. En la misma, esta Sra. Directora, nos decía que no se habían reunido ya en dicho consejo, porque como dependian de otras personas, si faltaba alguna no se celebraba, y esto al parecer era lo que pasaba. ¡Es indignante el como se toman esta gente dicho proceso!. ¡Creerán que somos ricos y que no tenemos otra cosa que hacer que estar aquí hasta que a ellos les plazca!. Pues despues de estas explicaciones, les referí que no estaban cumpliendo con la promesa que nos hicieran de que todo el proceso iba a durar 45 días, y seguían insistiendo que no presionáramos y que tuviéramos paciencia.
Pasaron mas días y faltando aproximadamente 12 para que se cumpliera dicho plazo, hundidos anímicamente y preocupados porque los gastos seguían creciendo, llamamos de nuevo a nuestra abogada y ésta insistía en que ya quedaba poco y que no siguiéramos presionando, me calenté y le dije que ya estaba harto de tantas mentiras y coacciones, que iba a mover hilos para que se solucionara esto llevándome a por delante a quién fuera. Su contestación fué la de recular y renunciar a seguir como nuestra representante legal, algo temería. Días después me enteré de varias cositas sobre su persona, ya os contaré. Esta salida nos afectó como un golpe bajo. Pero recurrí a otros abogados que pregunté sus costes antes de venir para acá y conseguimos hablar con otra, la que tras una reunión cara a cara para contarle nuestra caso, aceptó seguir con lo nuestro.
Como no quiero aburriros mucho, quedamos para una próxima carta y así contaros cuál es nuestra situación ahora. Un abrazo para todos los de la Familia Lauretana de parte de Manuela, Loli y Julio. Hasta pronto.


1 comentario:

Eusebio Castañeda dijo...

Muchas gracias Julio por compartir con todos nosotros esta historia tan bonita.

Desde aquí pedimos a Ntra. Sra. de Loreto que interceda ante el Padre por vosotros, para que podáis regresar pronto a casa con vuestra hija y que todo os salga bien por Nicaragua.

Un abrazo.