viernes, 2 de abril de 2010

NOTA DE PRENSA ENVIADA A LOS MEDIOS DE COMUNICACION

En el umbral de nuestra estación de penitencia de este año 2010, le envío
unas líneas con los puntos más destacados a fin de que le dé la difusión
oportuna:

ESTRENOS EN EL PASO DE NTRA. SRA. DE LORETO

El misterio reflejado en el paso, representa el momento en que María queda
sola al pie de la Cruz. Para reforzar dicha simbología, se ha incorporado
un nuevo “monte Calvario” como escenario itinerante para la sagrada
imagen, realizado por el premiado belenista jerezano D. Antonio Mata
Cobos. En él se observan los 3 clavos extraídos de la Cruz, así como la
calavera, que escenifica el triunfo de la Cruz sobre la muerte.

La imagen estética que trasmite la cofradía se apoya de forma singular en
el nuevo exorno floral escogido que refleja aún más el carácter de
austeridad propio de la corporación y del misterio que se representa. De
este modo, el monte Calvario se encuentra rodeado por una guirnalda de
espinos, en forma de corona que encierra el dolor de la Madre y el
sufrimiento del Hijo muerto y descendido de la Cruz. Sobre este
padecimiento crece otra corona entrelazada de pequeñas flores blancas,
mezcladas con los espinos, que simbolizan el principio y el fin, y que
aportan más luz al paso y a la imagen. Dichas flores están compuestas en
su mayoría por la especie “Paniculata”, que cubren el paso como si fueran
diminutas estrellas blancas en el cielo que forman todo un universo sobre
el que se eleva la Reina de los cielos, Reina del universo.

El resto del paso lleva pequeños salpicados de macizos florales agarrados
al monte de manera desigual. Son flores atípicas con las que la hermandad
fija su identidad floral propia. Se trata de Azaleas blancas, Prímulas,
Begonias, Hortensias, una variedad de orquídeas llamada Cymbidium, Flor de
arroz, Panacetum, Lymonium morado, Anturium, y Rosas. Imitando la riqueza
de la naturaleza, y aportando tonos y matices verdes, aparecen variedades
de Ruscus y Salar. Todo un capricho floral que alfombra el camino de la
Soledad de María en la noche del Viernes Santo.

En conclusión la simbología muestra que después de la muerte hay Vida...
Después de derramarse la sangre de Nuestro Señor..... brota Vida del
monte, caprichosa la naturaleza... Abundan las flores blancas por la
pureza de María, sola y protagonista de nuestra escena de Pasión...

NUEVO CONJUNTO DE MANTO Y SAYA.

Bendecido el pasado 27 de febrero en vísperas del Besamanos de Ntra. Sra.,
el nuevo conjunto de saya y manto que luce la Virgen en el paso ha
diseñado y bordado por el polifacético artista cofrade David Calleja Ruiz,
que posee su taller en la vecina localidad de El Puerto de Santa María.

Desde un punto de vista estilístico, destaca vivamente la elegancia y
personalidad del diseño, basado directamente en piezas de bordado de los
siglos XVIII y XIX, de estilo rocalla, que retoma composiciones y motivos
de tiempos pretéritos, y le confiere al conjunto un aire pretendidamente
antiguo y clásico.

Por lo que respecta al manto, éste consta de una pequeña cenefa vegetal
que hace las veces de guardilla a la que se añade otra de mayor anchura
que concentra la mayor parte de la decoración de la prenda, formada a base
de hojas de acanto, cintas y palmetas que se van repitiendo armónicamente
sobre todo el perímetro, alternándose con flores que son distintas tramo a
tramo. Sobre tal cenefa se insertan cinco amplios medallones de estilo
rococó formados por roleos, rocallas y hojarascas que contienen símbolos
de otras tantas letanías lauretanas del Santo Rosario: dos en la vista
frontal, dos en las vistas laterales y uno de mayor envergadura en la
cola. Estas cartelas, bellamente resueltas, proporcionan un gran empaque
al conjunto y recuperan un lenguaje simbólico usado profusamente en los
siglos barrocos para alabar a la Santísima Virgen en las distintas
parcelas del arte: pintura, retablística, orfebrería, bordado, etc. El
espacio que queda libre se ocupa con un elegante salpicado de motivos
florales dispuesto de manera radial.

Por su parte, la saya sigue el mismo esquema compositivo, repitiéndose las
cenefas, que se sitúan en este caso en la parte inferior de la misma
rematándose con una cartela, y el salpicado floral. Las mangas, manguitos
y cinturilla siguen la misma línea estética.


En cuanto al análisis técnico de la obra, está realizada en su mayor
parte, usando el denominado bordado de aplicación. No obstante, se
insertan varias piezas realizadas en oro fino ejecutadas en diversos
puntos de bordado (cartulina, setillo, media onda), así como escamados de
lentejuelas, madroños, canutillos, hojillas, torzales, matizados en seda y
otros efectos que le confieren gran riqueza y variedad. El tejido que
sirve de soporte es terciopelo de color morado.

Este conjunto de saya y manto ha sido costeado por medio de donativos de
hermanos. Por tanto, se entiende como un objeto adscrito al culto divino,
conforme a la tradición heredada de nuestra Santa Madre Iglesia, que
quiere representar materialmente la devoción que nuestra Hermandad siente
por su Titular.

Simbología del conjunto:

Cuando en la Pascua del pasado año nuestra Hermandad encargó al bordador
David Calleja el diseño de un nuevo conjunto de saya y manto para Nuestra
Señora de Loreto en su Soledad se le pidió que obligatoriamente incluyera
en su decoración diversos símbolos alusivos a las letanías instituidas en
la localidad italiana de Loreto (las primeras que fueron oficialmente
aprobadas por la Santa Sede, en el siglo XVII). De esta forma, el boceto
giró en torno a seis cartelas representativas de otras tantas invocaciones
titánicas, primando en su elección criterios de orden estético dado que
los símbolos usados debían ser fácilmente comprensibles para el devoto que
los contemplara. Finalmente, se optó por las siguientes:

- Madre Dolorosa, representada en la saya por un corazón traspasado por un
puñal.
- Rosa Mística, simbolizada en una de las vistas frontales del manto
mediante una representación idealizada de tal flor.
- Madre elevada al Cielo, representada en una de las vistas frontales del
manto a través de un ramo de azucenas.
- Casa de Oro, representada en una de las vistas laterales del manto
mediante un bello edificio de áureas paredes.
- Salud de los enfermos, representada en una de las vistas laterales del
manto mediante una fuente de la que manan abundantes chorros de agua.
- Puerta del Cielo, simbolizada en la cola del manto con un monumental
pórtico.

A modo de anécdota, reseñar que, con motivo de las obras de reconstrucción
de la Parroquia de San Pedro, nuestra Hermandad residió provisionalmente
en el cercano Convento de Santo Domingo entre los años 1974 y 1981. En
este tiempo, la Santísima Virgen recibió culto en la capilla de San José
(hoy de Nuestra Señora del Rocío) situada frente a la exquisita capilla de
Nuestra Señora del Rosario de los montañeses en cuya portada, labrada en
los comienzos del siglo XVIII por el conocido ensamblador jerezano Andrés
Benítez, figuran diversos símbolos alusivos a las Virtudes de la Madre de
Dios. De esta forma, puede decirse que durante este tiempo nuestra Virgen
estuvo “contemplando” algunos de los motivos que 36 años después se
repiten en su ajuar.

NUEVA BANDERA DE SAN PEDRO.

Otro de los estrenos de este año 2010 es la Bandera de San Pedro que
figura en el cortejo procesional abriendo el segundo tramo de cirios,
bendecida el pasado 10 de diciembre, festividad de Ntra. Sra. de Loreto,
obra del taller sevillano de Pedro Pablo Gallardo.

Con esta insignia se pretende de un lado manifestar la integración de
nuestra Corporación en la Parroquia en la que radica desde su fundación.
De otro lado, es signo de la devoción y los deseos de imitación de aquel
pescador galileo que, dejándolo todo, siguió a Jesús, confirmó en la fe a
sus hermanos después de la experiencia Pascual y contribuyó eficazmente a
que la buena noticia del Evangelio llegara a todos los confines del orbe.

Formalmente, y siguiendo el proyecto aprobado al respecto, la pieza adopta
forma rectangular, terminando el extremo contrario al que se fija al asta
en dos picos o cuchillos. Bordada en oro fino sobre terciopelo rojo vino
tinto, consta de una ancha cenefa perimetral asimétrica formada por una
sucesión de piezas de estilo rocalla. El centro lo ocupan otras piezas del
mismo estilo que conforman una especie de medallón en cuyo interior figura
la inscripción latina “Tu es Petrus”, simbolizando la frase evangélica en
la que el Señor Jesús otorga a Pedro su primacía sobre el colegio
apostólico (Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia).
Coronando la leyenda, una tiara pontificia y las llaves del Reino de los
Cielos concedidas al apóstol. El paño se remata por un fleco corto de
seda.

La pieza cuelga de un asta de metal plateado realizada por el jerezano
Antonio García Falla, reutilizando piezas ya existentes labradas en su día
por Orfebrería Villarreal y Orfebrería Santos, destacando el remate en
forma de cruz pontificia.

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