viernes, 16 de abril de 2010

BREVE ANÁLISIS DE LA ESTACIÓN DE PENITENCIA A LA S. I. CATEDRAL REALIZADA EL VIERNES SANTO


Con la perspectiva que da el haber dejado transcurrir los días, y animado por algún que otro hermano, me decido, en mi calidad de Diputado Mayor de Gobierno, a poner por escrito estas torpes palabrasque intentan ser un somero informe sobre nuestra pasada estación de penitencia. Esta tarea no pretende ambiciones literarias ni ser tampoco un exaustivo análisis estadístico del acto celebrado, simplemente es mi deseo dejar constancia de algunas reflexiones sobre el mismo.
Aunque me resulta imposible ser objetivo en este campo, sí parece evidente de entrada que el balance es altamente positivo en todos los sentidos. Nuestra Cofradía continúa un irreversible proceso de consolidación en el modelo procesional que adoptó en el año 2006, y que fue fruto de la reflexión interna que significó la celebración de nuestro Cincuentenario fundacional. La vuelta a los orígenes, la recuperación del espíritu con el que nuestros hermanos fundadores constituyeron nuestra Corporación debe considerarse la génesis de este proceso que hoy felizmente vivimos. Altamente gratificante resulta la asunción por parte de todos los participantes del canon sobrio y austero adoptado para nuestra estación de penitencia y el total sometimiento a las normas emanadas para regular la misma.
Nazarenos.
Como consecuencia de lo expresado en el párrafo anterior, un año más, nuestra Cofradía ha formado un cuerpo de nazarenos con un comportamiento altamente ejemplar. La actitud generalizada de recogimiento y disciplina de los mismos ha sido el acompañamiento ideal para el misterio pasionista que nuestra Cofradía venera: la Soledad de Nuestra Señora en el Monte Calvario al pie de la Santa Cruz. Si al comportamiento de cada uno de ellos sumamos la disposición de los nazarenos de manera compacta, la uniformidad que proporciona el hecho de que todos los hábitos sean exactamente iguales y la edad de los participantes, el resultado es un cortejo que imprime carácter, primeramente al que forma parte de él como penitente al verse inmerso en un ambiente de oración y rigorismo, y también al que lo contempla desde fuera como devoto o simple espectador por su innegable belleza estética.
Desde un punto de vista cuantitativo, se ha mantenido un número similar de nazarenos al de los últimos años. Desafortunadamente, las incorporaciones de nuevos hermanos se han visto compensadas con otras tantas bajas.
 No obstante, sobre este particular tenemos que ser optimistas dado que tales bajas en su mayor parte han sido motivadas por circunstancias laborales y personales concretas, por lo que son recuperables para años sucesivos. Asimismo, es digno de resaltar el alto número de hermanos nazarenos que repiten año a año, en un porcentaje que ronda el 85%. De esta forma, nuestro cuerpo de nazarenos ve aumentada cada Viernes Santo su veteranía y saber estar, algo que se percibe luego en la calle.
Si bien la estación de penitencia no es el acto más importante del calendario cofrade, no deja de ser cierto que es el que constituye nuestra razón de ser. Por ello, es obligación de todos los hermanos la participación en la misma siempre que sus circunstancias se lo permitan. De este modo, se agradece a todos los hermanos su participación y se les pide ya de manera anticipada que adopten consigo mismos el compromiso de volver hacerlo el año próximo. A aquellos hermanos que por cualquier motivo no han salido este año se les ruega ya también que lo hagan el año que viene. Sólo así nuestra Cofradía podrá ir creciendo progresivamente. Junto a ello, es necesaria la incorporación de nuevos hermanos que vengan a sumarse a nuestra fraternidad, por lo que es necesaria una labor de proselitismo por parte de todos para que nuestro número de nazarenos pueda ir creciendo año a año, manteniendo obviamente la misma devoción que en la actualidad.
Como aspectos a mejorar, el cumplimiento por parte de algunos hermanos de los plazos señalados para la retirada de las papeletas de sitio y el horario de llegada a nuestra sede para organizar la salida procesional. Ambas cuestiones son vitales para que la estación de penitencia pueda ser programada en su totalidad como es debido.
En definitiva, la Hermandad se siente orgullosa de su cuerpo de nazarenos y considera que tiene en él a uno de sus mejores activos. Que la Santísima Virgen nos ayude a conservarlo y aumentarlo en años sucesivos como signo patente de la devoción que sus hermanos sienten por la que siendo Madre de Dios es también Madre de cada uno de nosotros.
Costaleros.
También en este capítulo podemos afirmar gozosamente que se ha producido una consolidación que puede calificarse de definitiva. El aumento del número de costaleros, su compromiso durante todos los ensayos, la disciplina en el trabajo realizado y su compenetración con la Cofradía son signos evidentes de la veracidad de la anterior afirmación. Para ello ha sido clave el esfuerzo realizado por los capataces, don José Antonio y don Raimundo González Leal, que han sido capaces, a base de un trabajo serio, callado, honesto y sacrificado, de constituir una cuadrilla sólida y compenetrada. Su andar siempredefrente, las levantás a pulso aliviao, su atención a las directrices de la Diputación de Gobierno, la forma de mandar a la gente, la ausencia total de concesiones a un mal entendido protagonismo y otros muchos detalles que le agradecemos nos han permitido un año más mostrar al pueblo de Jerez como debe andar un paso de una Cofradía de negro.
 Con toda sinceridad agradecemos también la entusiasta colaboración de los contraguías, señores José Julio y Raúl, sin cuya aportación nada de ésto hubiera sido posible. Como hacíamos con referencia a los nazarenos, rogamos también a todos los costaleros su voluntad de continuar el año próximo con la dulce carga de portar el peso de nuestra Titular, incorporando también a la cuadrilla a otras personas que compartan esta misma manera de trabajar debajo de un paso.
Digno de resaltar también que este año, gracias a su iniciativa, se han suplementado los zancos del paso en 10 centímetros para facilitar su trabajo. Asimismo, se han realizado unas ruedas que permiten la movilidad de las andas en el interior de nuestra iglesia.
Patrimonio.
Importantísimas han sido las novedades presentadas por nuestra Corporación en la pasada salida procesional, novedades que van transformando el aspecto estético de la misma hacia más altas cotas de calidad y clasicismo cofrade.
Mención especial merece en este apartado el soberbio conjunto de saya y manto para la Santísima Virgen que, aunque estrenado en el Besamanos, ha salido a la calle por primera vez. El extraordinario diseño basado en piezas antiguas y la pulcra ejecución técnica han dotado a nuestra Hermandad de una singular pieza que realza aun más la excelsa belleza de Nuestra Madre dotándola de un empaque y una elegancia sublimes. Es opinión unánime de propios y extraños alabar el magnífico trabajo realizado por don David Calleja Ruiz en este terno, lo que debe ser motivo de sano orgullo para todos los que formamos la familia lauretana y un estímulo para seguir avanzando en este campo.
 Otra importante aportación la constituyó la ejecución de un Monte Calvario que de manera integral cubría toda la superficie del paso, labor realizada de manera desinteresada por don Antonio Mata Cobos a quien desde estas líneas manifestamos nuestra profunda gratitud. Este proyecto, acariciado desde hace más de 15 años, permitió recrear de manera más realista la Soledad en que quedó la Santísima Virgen en el Gólgota después del Descendimiento y Entierro del Señor, mientras aguardaba esperanzada su Gloriosa Resurrección.
También fue estrenada la bandera de San Pedro, bordada por don Pedro Pablo Gallardo Gutiérrez. De diseño pretendidamente arcaizante, contribuye a completar nuestro altar de insignias, proceso que debe continuarse con nuevas adquisiciones tal y como se deriva del mandato del Cabildo General de Hermanos.
Incluimos también en este capítulo la confección de nuevas túnicas de nazarenos a cargo del taller de costura de nuestra Hermandad. Nunca podremos agradecer suficientemente a estas hermanas la ingente tarea realizada durante estos años. Su sacrificio, su compromiso y su dedicación son ejemplos a seguir para extenderlo a las demás áreas de nuestra vida corporativa.
Detalles.
Relaciono a continuación de manera sucinta algunas cuestiones que han llamado la atención durante nuestro procesionar:
El elegante y sobrio tocado de la Santísima Virgen, dispuesto bellísimamente por nuestro hermano vestidor, don Jesús Tamayo Martínez, y la magistral colocación del manto sobre un ahuecador preparado al efecto.
El exquisito exorno floral colocado por don David Calleja Ruiz, formado por especies poco usuales en la ornamentación de pasos de misterio (hortensias, cimbdium, rosas cool water, flor de arroz, paniculata, limonio, azaleas, begoñas, anturium, manzanilla, gardenias, panacetum, ruscus, salá, hojas de hortensia y espinos) y que recordaba el ornato de pasos y altares de épocas pretéritas.
La corona de espinas de plata antigua que acariciaba la Virgen en sus manos, reforzando la imagen de Corredentora que le reconoce nuestra Santa Iglesia Católica como ofrenda voluntaria al Padre de la Pasión redentora de su Hijo.
 El cráneo que figuraba en el Monte simbolizando el sepulcro de Adán, el primer hombre, causante de la entrada del pecado en la Historia, pecado redimido con la Muerte expiatoria de nuestro Señor Jesucristo en la Cruz.
La presencia del Párroco de San Pedro, Rvdo. Don Luis Delgado Serrano, en la presidencia del paso y de nuestro hermano y Director Espiritual por delegación del anterior, el diácono Rvdo. Don Enrique Rodríguez Salas, como preste, que otorgaron gráficamente a nuestra estación el carácter eclesial que tiene como acto de culto público.
El acertado repertorio interpretado por la Capilla musical Ictus, que se estrenaba este año con nuestra Cofradía.
La colocación por primera vez en la puerta de nuestra sede canónica de dos artísticos faroles de hierro que, con cera morada, simbolizaban que la Cofradía estaba realizando su estación de penitencia.
Conclusión.
Como se desprende de las anteriores líneas, y como expresábamos al principio de las mismas, desde la Dirección de Cofradía y por extensión desde la Junta de Gobierno se hace un balance totalmente positivo de la estación de penitencia realizada el pasado Viernes Santo. No obstante hay que hacer notar que el camino que queda por recorrer es todavía largo y complicado para que nuestra Cofradía alcance el nivel que se pretende. No debemos considerar que se ha alcanzado ninguna meta, sino simplemente que estamos en el camino apropiado. Se hace necesaria la colaboración entusiasta y comprometida de todos los hermanos para que nuestra Corporación siga avanzando decididamente en este proceso que estamos iniciando. Para ello desde la Junta de Gobierno se están estudiando ambiciosos proyectos patrimoniales que continuarán con la transformación externa de nuestra Hermandad para dotarla de mayor solemnidad y clasicismo dentro de los cánones cofrades marcados por la tradición de esta bendita tierra. A ello debe acompañarse un necesario crecimiento de nuestra vida interna. La participación en los cultos semanales y de Regla, incentivar la conciencia institucional, fomentar nuestra acción social, impulsar proyectos de formación y acogida fraternal de los hermanos, cooperar en la pastoral de la Parroquia, promover la apertura de la Hermandad a otras personas que la enriquezcan humana y espiritualmente............ siguen siendo grandes retos que hay que acometer con urgencia. La participación de los hermanos en estas otras iniciativas que se plantean desde la Junta a lo largo del curso se hace imprescindible para que ello sea posible.
Para terminar, quiero hacer un triple agradecimiento a título puramente personal:
Al señor Hermano Mayor por la confianza que un año más ha depositado en mi humilde persona para coordinar todo lo relativo a nuestra salida procesional.
A los hermanos que han colaborado externamente a la organización de la misma, fundamentalmente don Juan Luis Jaén Pacheco y doña Silvia Trinidad Sánchez.
A los hermanos que han formado conmigo la Dirección de Cofradía: don Eusebio Castañeda Sánchez como diputado de Cruz de Guía, don Juan A. Calderón Padilla como fiscal de paso, don Víctor M. Velo García como diputado de tramo y don Daniel Castañeda Sánchez y don Daniel González Salas que ocupan la primera pareja de cirios.
Que el mejor fruto espiritual de nuestra estación de penitencia sea vivir este tiempo litúrgico de Pascua con el gozo de sabernos salvados por Jesucristo y que por la fe en El sintamos siempre en medio de nuestra Hermandad su Real Presencia, que parte para nosotros el Pan y nos explica las Escrituras para fortalecer nuestras vidas y renovar nuestra alegría.
Poniendo este deseo en manos de la Santísima Virgen, envío un fraternal abrazo a todos mis hermanos en Nuestra Señora de Loreto en su Soledad.

Lorenzo Calderón Padilla
Diputado M. de Gobierno
16 de Abril de 2010
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3 comentarios:

Macol dijo...

Quiero agradecer a nuestro Diputado, la maravillosa sintesis que ha realizado, valorando y agradeciendo a cada uno su participación de una manera u otra.
Ciertamente lo conseguido es fruto del trabajo y cooperacion de todos.
Animo, hay que seguir trabajando.

Anónimo dijo...

BRAVO

EXDEJUNTA dijo...

Esa música yaaa.....es lo que falta....los pitos del silencio para otros.Enhorabuena.