miércoles, 2 de diciembre de 2009

EL EVANGELIO: 2º DOMINGO DE ADVIENTO (6-12-09)

. El texto del evangelio de este domingo es de Lc 3, 1-6 y dice lo siguiente: En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconítide, y Lisanio virrey de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: “Una voz grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios”. * La palabra de Dios vino sobre Juan en un momento determinado (según los datos históricos que nos relata Lucas en su evangelio). La palabra de Dios también viene sobre mí. Hoy Dios también me habla pero…. ¿guardo silencio para escucharle?, ¿presto atención a sus palabras? Hoy Dios también me habla de formas distintas: a través de su Palabra, a través de sus sacramentos en los que me transmite su gracia, a través de mi prójimo en todos los acontecimientos de la vida. * Juan invita a la conversión, a preparar el camino. ¿Cómo puedo allanar los senderos para que tú vengas a mí? Elevando los valles de mi pereza, de mi abatimiento….., descendiendo las colinas de mi orgullo, de mi soberbia…, igualando lo torcido y escabrosos de mi conducta. Así veré, y otros podrán ver a través de mí, la salvación que me traes. * Juan, como profeta utiliza el grito, el tono enérgico y contundente. En contraposición, María, con su dulzura, con su entrega, con su humildad, con su ejemplo…., sin necesidad de gritar, también nos invita a hacer la voluntad de Dios. Estos puntos ayudan a iniciar la reflexión, a partir de ahora esperamos vuestras aportaciones que nos abran nuevos horizontes y nos acerquen a una comprensión más completa de la Palabra. Muchas gracias a todos por vuestra participación. .

3 comentarios:

Javier Martínez dijo...

Para el equipo de Formación:

¿Cuál es la interpretación de la cantidad de datos que propone el evangelio en su primer párrafo?

Aparte de situar el comienzo de la predicación de Jesús en un momento determinado, ¿cuál es el significado de que cite a las autoridades romanas (los invasores para los judíos), las civiles judías, y las religiosas?

Lamento ser un poco pedante, pero es lo que más me llama la atención del texto.

Gracias y mucho ánimo en la magnífica labor que lleváis a cabo.

J.ALFREDO C.P. dijo...

Entiendo que al no vivir Lucas "in situ" lo que nos narrá,se piensa que fue escrito en los años 80,nos quiere entiendo yo situar a los lectores no judios principalmente,politicamente y socialmente en el comienzo de la Predicación de Jesús.Parece ser el evangelio de Lucas se dirige fundamentalmente a lectores cristianos de origen no judío, como el Teófilo mencionado al principio. Uno de sus objetivos, sería entonces demostrar ante las autoridades romanas, que ni Jesús ni sus seguidores suponían una amenaza para el Imperio Romano

Anónimo dijo...

Respuesta al comentario de Javier Martinez:

En primer lugar para nada debes considerarte "un poco pedante", al contrario, es una gran satisfacción que compartas en este blog tus dudas y lo que más te llama la atención del texto evangélico, pues creo que ese es el objetivo que se planteaba el Equipo de Formación con estas colaboraciones semanales. Te felicito y aplaudo tu intervención.

En segundo lugar, creo que alguien del equipo de formación que esté por supuesto más preparado que yo podrá aclararte un poco la cuestión. No obstante te voy a expresar mi interpretación,por si junto a la de J.Alfredo, te puede servir de ayuda. Creo que la excesiva meticulosidad de Lucas en ahondar en tantos datos históricos (como hará en otros textos de su evangelio), tiene la intención de situar a Jesús en un tiempo y lugar determinado, para hacernos ver que no se trata de una leyenda sino de algo que ocurrió históricamente. El Hijo del hombre también es el Señor de la historia.

Esperando que estas palabras te aporten algo de luz, vuelvo a reiterarte mi felicitación, ya que tu interés por la comprensión de la Palabra de Dios, puede animar y enriquecer a nuestros hermanos.

Gracias.