domingo, 6 de diciembre de 2009

TRIDUO A NTRA SRA DE LORETO EN SU SOLEDAD

. Como se ha notificado recientemente a través de un oficio dirigido por la secretaría de nuestra Hermandad, los próximos días 7, 8 y 9 de diciembre celebraremos Triduo en honor de Nuestra Señora de Loreto en su Soledad con predicación a cargo del Rvdo. P. D. Juan Carlos Durán Holguera, O.H., al que seguirá solemne Función a nuestra Titular el día 10 con motivo de su festividad litúrgica. En el marco del tiempo litúrgico del Adviento que acabamos de comenzar, esta celebración nos da la oportunidad de escuchar una vez más la llamada que Jesús nos hace a todos. Debemos animarnos porque se acerca nuestra liberación: Jesucristo. Vivimos en una sociedad en la que nos cerca el miedo y la angustia causadas por la crisis económica, los conflictos sociales, la falta de trabajo, la violencia, la secularización.... El mensaje de la venida de Jesús no nos evita tales problemas, pero nos enseña cómo afrontarlos. Los discípulos del Señor tenemos las mismas preocupaciones que los no creyentes, pero ser cristiano consiste en adoptar una actitud diferente: descubrir el paso de Dios en el drama de la historia. Debemos descubrir el Cristo que viene en las situaciones actuales y afrontarlas como proceso necesario de una liberación total que pasa por la cruz. Nada mejor para ello que imitar las virtudes de la Santísima Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra. Y ésto debe hacerse (no nos cansaremos nunca de repetirlo) desde una perspectiva comunitaria. Creer a solas no es creer. Nuestra fe tiene una dimensión personal irrenunciable pero no es algo meramente individual o privado. Para los creyentes, para los cofrades, la fe tiene una dimensión comunitaria en la que nos sentimos unidos a tantos hermanos que como nosotros han sido convocados en el nombre del Señor. Sólo así tiene sentido nuestra pertenencia a la Cofradía. Así pues, debemos esforzarnos por renovar y dar mayor autenticidad a nuestra Hermandad de modo que ésta llegue a ser verdadera expresión de fraternidad y solidaridad con los hermanos. Con el esfuerzo de todos los que nos sentimos cofrades lauretanos necesitamos dar vida a nuestras celebraciones cultuales, sentirnos más implicados en la tarea común de transformación de la realidad para hacer presente en nuestros ambientes el Reino de Dios, dar pasos decididos en la cercanía a los más necesitados, hacer de nuestra Cofradía un espacio para la acogida, la comunicación y la vivencia compartida de la fe. Es urgente ilusionarnos unos a otros para hacer realidad las reformas patrimoniales que nuestra corporación necesita para insertarse en el segmento de las Cofradías más serias y elegantes, como respeto a las tradiciones que hemos heredado de nuestros mayores. Ojalá que la participación activa en este Triduo suponga el inicio de este camino con radicalidad, aunque seamos conscientes de que esta propuesta resulta a contrapelo de los valores predominantes en nuestra sociedad actual. Que María, a quien veneramos bajo la advocación de Nuestra Señora de Loreto en su Soledad, nos ayude en este proceso que debe iniciarse urgente e irrenunciablemente. Un fraternal saludo. Lorenzo Calderón.

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