jueves, 26 de julio de 2012

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 17º DEL TIEMPO ORDINARIO (29-7-2012)

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El texto evangelico es de Jn 6, 1-15 y dice lo siguiente:


“En aquel tiempo, Jesús se marcho a la otra parte del lago de Galilea o de Tiberiades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levanto los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: ¿Con que compraremos panes para que coman estos? Lo decía para tantearlo, pues bien sabia el lo que iba a hacer. Felipe le contesto: Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo. Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?. Jesús dijo: Decida la gente que se siente en el suelo. Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomo los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: Recogedlos pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie. Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo. Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiro otra vez a la montaña el solo”.



* Jesús toma la iniciativa, se da cuenta de las necesidades de la gente, pero pide nuestra colaboración; nos dice: “pon lo que tengas”. A veces no queremos poner lo que tenemos, y así Dios no puede realizar su obra. De lo poco, Dios saca para todos. De lo pequeño hace maravillas. De lo humilde consigue obras maravillosas. Lo que no vale es la cerrazón del corazón.
Muchas veces queremos que Dios lo haga todo sin contar con nosotros. Pero no, en este Evangelio Jesús nos enseña a poner todo lo que podamos de nuestra parte. Nuestra generosidad, nuestra buena voluntad, nuestra disponibilidad es necesaria.


* En este relato, el alimento se multiplica en las manos de Jesús. Este alimento es un anticipo del verdadero “pan de vida”, de su cuerpo y su sangre: es Jesús mismo quien se nos dará como sustento duradero.
Después de este signo o milagro, Jesús no acepta triunfalismos de tipo político o social, y se retira a la soledad del monte.


* Señor, tú podrías haber creado de la nada millones de panes. Pero quisiste contar con aquella pobre colaboración, como aceptas con una sonrisa complaciente mis pequeñas aportaciones para hacer las maravillas de tu amor y de tu poder.


* María, que como tú, yo sea capaz de ponerme a disposición de tu Hijo, y que mi disponibilidad me lleve a repetir tus palabras de “aquí estoy para hacer tu voluntad”.



Estos puntos ayudan a iniciar la reflexión, a partir de ahora esperamos vuestras aportaciones que nos abran nuevos horizontes y nos acerquen a una comprensión más completa de la Palabra.
Muchas gracias a todos por vuestra participación.
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