lunes, 2 de marzo de 2009

DOCUMENTO ADJUNTO A LA PAPELETA DE SITIO

Documento que se entregará Dios Mediante con la Papeleta de sitio.Desde aquí animar a todos los hermanos a que vistan o sigan vistiendo el santo hábito lauretano....viviremos una experiencia inolvidable.....ANIMAOS Estimado-a hermano-a: Puede que para algunas personas salir hoy de nazareno sea algo anticuado, obsoleto, cosa de otros tiempos. Sin embargo, nosotros creemos que el significado profundo de ese acto de oración puede ser decisivo en nuestra vida espiritual, por lo que urge recuperarlo y dignificarlo. Salir de nazareno es sentirse penitente, es decir, sentirse necesitado de un cambio de conducta que nos acerque al misterio de la Salvación. Se trata de comprometerse a seguir a Jesús, caminar tras sus huellas, escuchar su Palabra y ponerla en práctica, ser solidarios, justos, fraternos, empeñar la vida en la construcción del Reino de Dios. Salir de nazareno exige una conversión interior: ser hombres y mujeres nuevos para construir un mundo nuevo, vivir los valores del Evangelio e impregnar de ellos nuestra sociedad y nuestros ambientes. Salir de nazareno supone acompañar a Cristo en la cruz, que muere por nuestros pecados para que exista una esperanza. Jesús sigue muriendo hoy en los rostros de los niños que sufren, los ancianos olvidados, los desempleados, los marginados, los jóvenes sin futuro... Nuestro compromiso con el Señor debe llevarnos a entregar, como Él, nuestra vida por amor a todos, empezando por los más pobres, para construir su Reino de justicia, amor y paz. Salir de nazareno es creer que Dios no nos abandona en el dolor, en la injusticia y el sufrimiento, sino que nos propone a todos el camino de Jesús: camino de cruz, de esperanza y liberación. Salir de nazareno exige afirmar que la resurrección del Señor es signo de la resurrección a la que todos estamos llamados, es estar convencido de que Jesús resucita hoy en cada obra de bien que hagamos, en cada gesto de amor, de solidaridad, en cada compromiso concreto por un cambio hacia la justicia y un mundo mejor. Salir de nazareno es también estar junto a María, venerada por nosotros bajo la advocación de Nuestra Señora de Loreto en su Soledad. María junto a la cruz y junto a cada uno de nosotros, contagiándonos su fortaleza y fidelidad para seguir a su Hijo. Al pie de la cruz, la Virgen nos enseña que Ella acompaña siempre a los que buscan a Jesús. Ella también es nuestra madre para siempre. A la vista de esta manera de entender lo que supone ser nazareno de la Hermandad y Cofradía de la Santa Cruz en el Monte Calvario y Nuestra Señora de Loreto en su Soledad, se indican a continuación una serie de recomendaciones a tener en cuenta en la celebración de nuestra estación de penitencia. No deben considerarse órdenes o imposiciones, sino actitudes que lleven a facilitar la concentración y ambientación espiritual necesarias para que nuestra salida procesional del próximo Viernes Santo sea un auténtico testimonio de fe en Cristo Resucitado, devoción a la Santísima Virgen y comunión con la Santa Madre Iglesia. NORMAS A OBSERVAR DURANTE LA ESTACIÓN DE PENITENCIA -Cada hermano nazareno se dirigirá desde su domicilio a la Parroquia de San Pedro por el camino más corto, con el capirote colocado, sin hablar ni gesticular con nadie, preferiblemente andando (no obstante, si necesita hacer el desplazamiento en coche, se ruega la máxima discreción) debiendo llegar a nuestra sede entre las 16:45 y las 17:00 horas del Viernes Santo. Para la correcta organización de la Cofradía, se ruega a todos los hermanos cumplan escrupulosamente el horario fijado de llegada para no provocar retrasos en la misma. -Una vez en la Parroquia, hará su entrada por C/ Antona de Dios, nº 2, donde entregará su papeleta de sitio en la mesa de control situada al efecto. A continuación, pasará a la antesacristía donde unos hermanos revisarán su atuendo y le colocarán debidamente la cola de la túnica, pudiendo despojarse del capirote si lo considera necesario. En este momento, todo cofrade que necesite recibir el sacramento de la confesión podrá solicitarlo, atendiéndole el señor Párroco. Posteriormente, accederá a la Iglesia y aguardará a que los diputados encargados de la organización de la Cofradía le coloquen en su sitio correspondiente. Una vez allí, guardará silencio y participará devotamente del rezo del Vía Crucis. Terminado este ejercicio, nuestro Director Espiritual dirigirá una reflexión sobre la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de su Santísima Madre, Nuestra Señora de Loreto en su Soledad. Rogamos esté atento a la misma preparando su espíritu adecuadamente para que la estación de penitencia dé los frutos apetecidos tanto a nivel particular como colectivo. A continuación, se procederá al reparto de cirios y el cortejo esperará, ya con los capirotes puestos, el momento de la salida procesional. -Una vez en la calle, el hermano nazareno guardará absoluto silencio, no gesticulará, mantendrá siempre la vista al frente, adoptando una actitud de recogimiento interior y estará atento a las indicaciones de los diputados, a los cuales podrá dirigirse ante cualquier problema o indisposición. El cirio no se subirá a la cadera hasta que no lo haga el hermano que le preceda, de modo que se vayan subiendo de manera escalonada desde la cruz de guía hasta el paso. En cada parada, el cirio se bajará de igual modo al suelo cuando lo haya hecho el nazareno de delante. Cada cofrade guardará con el hermano que le anteceda una distancia aproximada de 1,5 metros, avanzando el cortejo siempre por el centro de las calles por lo que no debe aproximarse a las aceras (salvo lógicamente cuando la estrechez de la calle lo requiera). -Al llegar la Cofradía a la Catedral, se bajará el cirio y se portará suspendido todo el tiempo de manera vertical al suelo. Se ruega a todos los hermanos aprovechen esos minutos para aumentar su recogimiento y participar de la oración que dirija el representante del Cabildo catedralicio, guardando en todo momento la compostura exigida en el primer Templo de nuestra Diócesis, y siendo conscientes de que la finalidad de la estación de penitencia es ir en oración a la Santa Iglesia Catedral y volver. -De regreso a San Pedro, y pese al lógico cansancio, se mantendrá el mismo orden y seriedad que en el itinerario de ida. Una vez en el interior de nuestra Iglesia, los nazarenos permanecerán en silencio, con los capirotes puestos y manteniéndose en dos filas hasta que entre el paso de la Santísima Virgen. En ese momento, y una vez cerradas las puertas, podrán prescindir del antifaz. Seguidamente, nuestro Director Espiritual dirigirá una oración final e impartirá la bendición a todos los participantes. Cada hermano se dirigirá entonces a su domicilio nuevamente por el camino más corto, con el capirote colocado y sin hablar con nadie. CONSIDERACIONES SOBRE LA TÚNICA NAZARENA La túnica es un hábito sagrado, por lo que desde el momento en que se revista con ella debe preparar su espíritu para el acto penitencial que se dispone a realizar y adoptar una actitud que incite a la oración y al recogimiento. El nazareno de la Santa Cruz en el Monte Calvario y Nuestra Señora de Loreto en su Soledad vestirá túnica de cola y antifaz de sarga de color morado, proporcionada por el taller de costura de la propia Hermandad. Una vez revestido, colocará la cola de la túnica recogida sobre uno de los brazos. Al llegar a nuestra iglesia miembros de la Dirección de Cofradía, en función del sitio que ocupe, le colocarán adecuadamente la cola sobre el brazo que corresponda. Ceñirá a la cintura cíngulo de algodón blanco, fijado sobre el costado derecho, con tres nudos en los extremos. Calzará sandalias de cuero color avellana sin calcetines. Para mantener el anonimato, no usará distintivos personales como pulseras, relojes o anillos (salvo la alianza matrimonial). Los pantalones se recogerán por debajo de las rodillas de modo que en ningún caso asomen por debajo de la túnica. La imagen que ofrezca nuestra Hermandad dependerá proporcionalmente de la apariencia de cada uno de sus nazarenos. Por tanto, es obligación de cada uno de ellos vestir la túnica con la dignidad y el decoro necesarios, manteniendo la compostura propia del acto que se realiza y cuidando todos los detalles de su atuendo (limpieza, planchado, ajuste de la prenda, capirote, etc.). Lorenzo Calderón Padilla Diputado Mayor de Gobierno Cuaresma de 2009

1 comentario:

Anónimo dijo...

Enhorabuena a la Diputacion de Cofradia, por velar por el cuidado de todos los detalles.
Si todos los hermanos nazarenos nos esforzamos por respetar y cumplir estas normas y profundizar en ellas,lograremos un mayor recogimiento, cumplir mejor nuestra penitencia y en definitiva ser un autentico nazareno lauretano.Os animo a vestir nuestro Santo Habito Morado.