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Aunque no forman parte del rosario, las letanías de María suelen rezarse a continuación del Santo Rosario.
Analicemos su historia, su excelencia y su contenido.
(1) Su historia.
Es muy antiguo el origen de las invocaciones letánicas, y se remonta a los primeros siglos de la Iglesia.
Eran una serie de oraciones dialogadas entre los ministros del culto y el pueblo fiel, destinadas a implorar la misericordia divina.
Se rezaban durante la Santa misa y en las procesiones.
Al principio las invocaciones se hacían únicamente a Dios, pero más tarde se fueron introduciendo invocaciones a los Santos y, sobre todo, a la Virgen. Más o menos en el siglo VIII.
Estas letanías marianas se compusieron en 15000 en Loreto. Y la Iglesia las aprobó definitivamente en 1587.
Fueron añadiendo algunas más, con el paso de los siglos.
- León XIII añadió: “Reina del Santísimo Rosario” y “Madre del Buen Consejo”
- Pío IX añadió: “Reina concebida sin pecado original”
- Benedicto XV añadió: “Madre de la paz”
- Pío XII añadió: “Reina asunta a los cielos”
- Pablo VI añadió: “Madre de la Iglesia”
- Juan Pablo II añadió: “Reina de la familia”
(2) Son excelsas las letanías.
Giran en torno a la criatura más excelsa puesta por Dios en medio del mundo. Son como un diamante, que a cada giro desprende un nuevo rayo hermoso.
Son como dardos de amor que lanzamos a María, nuestra madre celestial.
El rezarlas pacifica el alma, enfervoriza el espíritu, deleita el corazón.
(3) ¿Cuál es su contenido?
Comienzan con letanías dirigidas a Cristo y a la Santísima Trinidad. Así no deshacemos de un supuesto culto idolátrico a la Virgen.
Solamente a Dios se le pide misericordia. A María se le invoca para que ruegue por nosotros. Hay un abismo entre ambas formulas.
A Dios, misericordia, porque estamos llenos de miseria, materiales y espirituales.
A María, una oración de súplica para que interceda por nosotros ante Dios.
¿Cómo podríamos agrupar la 51 piadosas invocaciones marianas?
Las podemos agrupar en torno a los 6 títulos o grandezas más sublimes de María: Su santidad, su maternidad divina, y espiritual, su virginidad, su ejemplaridad, su mediación y su realeza.
1° Su santidad: Esta santidad de María es invocada desde tres puntos de vista diferentes: en el orden individual, con relación a Dios y con relación a las demás mujeres.
- Individualmente: Santa María.
- Con relación a Dios: Santa Madre de Dios.
- Con relación a las demás mujeres: Santa Virgen de las Vírgenes.
2° Su maternidad divina y espiritual: Es el título supremo de María y el fundamento de todas sus demás grandezas y maravillas.
- Madre de Cristo.
- Madre de la Iglesia.
- Madre de la divina gracia.
- Madre Purísima.
- Madre Castísima.
- Madre virginal.
- Madre Inmaculada.
- Madre Amable.
- Madre Admirable.
- Madre del Buen Consejo.
- Madre del Creador.
- Madre del Salvador.
3° Su virginidad: La maternidad divina no menoscabó en lo más mínimo su gloriosa y perpetua virginal, como nos enseña la fe católica.
- Virgen prudentísima.
- Virgen digna de veneración.
- Virgen digna de alabanza.
- Virgen poderosa.
- Virgen clemente.
- Virgen fiel.
4° Su ejemplaridad: Después de Saludarla como ejemplo acabado de virtudes, se recogen algunos símbolos y figuras bellísimas de la ejemplaridad admirable de María.
- Espejo de justicia (= santidad)
- Trono de sabiduría.
- Causa de nuestra alegría.
- Vaso espiritual.
- Vaso digno de honor.
- Vaso insigne de devoción.
- Rosa mística.
- Torre de David (adornada de trofeos)
- Torre de marfil (es uno de los objetos más bellos y duros de la naturaleza. Símbolo de hermosura y fortaleza)
- Casa de oro.
5° su mediación: predicadora entre Dios y los hombres. Aquí es presentada bajo tres bellísimos símbolos y en el ejercicio de cuatro emocionantes aspectos de su mediación:
- Arca de la Alianza.
- Puerta del Cielo.
- Estrella de la mañana.
- Salud de los enfermos.
- Refugio de los pecadores.
- Consuelo de los afligidos.
- Auxilio de los cristianos.
6° Su realeza universal: María es Reina y Señora de cielo y tierra.
- Reina de los ángeles.
- Reina de los patriarcas.
- Reina de los profetas.
- Reina de los apóstoles.
- Reina de los mártires.
- Reina de los confesores.
- Reina de las Vírgenes.
- Reina de todos los Santos.
- Reina concebida sin pecado original.
- Reina elevada al cielo.
- Reina del Santísimo Rosario.
- Reina de la familia.
- Reina de la paz.
En total 51. Letanías.
¿Cómo acaban las letanías? Invocando a Cristo, el Señor, Cordero de Dios que quita los pecados, pidiendo que nos perdone, que nos escuche, que nos dé su Santa paz.
Y termina con el versículo: “Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Y la siguiente bellísima oración final:
“Te rogamos, Señor, que nos concedas a nosotros tus siervos, gozar de perpetua salud de alma y cuerpo y, por la gloriosa intercesión de la bienaventurada Virgen María, seamos librados de las tristezas presente, y disfrutemos de la eterna alegría.
Por Cristo Nuestro Señor”
Amén.
Información tomada de la web:http://www.catolico.org
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