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Comenzamos nuestro relato de lo que han sido estas peregrinaciones marianas que ahora cumplen sus 25 años tras sus inicios en 1986.
Recordar es volver a vivir, esperamos que a los hermanos le guste esta narración histórica, unos porque estuvieron presentes y les aportará muy buenos recuerdos y otros porque, sin duda, les animará a participar en las que, de nuevo, se organicen.
Comenzamos nuestro relato de lo que han sido estas peregrinaciones marianas que ahora cumplen sus 25 años tras sus inicios en 1986.
Recordar es volver a vivir, esperamos que a los hermanos le guste esta narración histórica, unos porque estuvieron presentes y les aportará muy buenos recuerdos y otros porque, sin duda, les animará a participar en las que, de nuevo, se organicen.
1ª .- BASÍLICA DE LAS ANGUSTIAS DE GRANADA - 1986
Aquella primera “Peregrinación Mariana Hermandad de Loreto” se llevó a cabo los días 27 y 28 de septiembre, participando una veintena de hermanos encabezada por el que ya era Hermano Mayor Miguel Puyol Vargas. Partimos a las cinco de la madrugada desde la Alameda Cristina en un microbús de la empresa Selma, aún no se había construido la A-92 por lo que el recorrido se desarrolló atravesando parte de la sierra de Cádiz. Llegamos sobre las doce del mediodía al hotel y en los dos días que permanecimos en la capital granadina visitamos los principales monumentos, especialmente el monasterio dominico de Santa Cruz la Real, donde nos estaba esperando el Padre Agustín Turrado O.P. que había sido trasladado recientemente desde Jerez a dicho monasterio para ocupar, también como en Jerez, el cargo de prior, allí pudimos admirar las maravillas que atesora este histórico recinto. El domingo 28, fiesta patronal de los granadinos, los peregrinos nos hicimos presente en la Basílica de la Virgen de las Angustias, patrona de Granada, y una vez contemplada la solemne procesión de la tarde emprender camino de regreso a Jerez.
Con esta peregrinación se iniciaba un ciclo de peregrinaciones que 25 años después aún sigue siendo una cita esperada en el seno de la Hermandad y de gran calado en todos aquellos que nos sentimos devotos de María.
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