martes, 4 de enero de 2011

SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR (6-1-2011)

.
El texto del evangelio es de Mt 2, 1-12 y dice lo siguiente:

    “Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: “¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo”. Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: “En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judea, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judea, pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel”. Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: “Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo”. Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.”

* Epifanía = manifestación.
La 1ª Pascua o manifestación fue el nacimiento de Jesús.
La 2ª Pascua o manifestación es ésta: Jesús se manifiesta a todos los pueblos, en la figura de los magos. Así se certifica que la Buena Noticia lo es para toda la humanidad sin exclusión.

* Señor, que yo crea en ti como los magos, que yo tenga la inquietud de los magos  para buscarte, que yo tenga la alegría de los magos al encontrarte.
Señor, quiero ofrecerte cada día el oro de mi adoración, el incienso de mis buenas obras y la mirra de mi amistad.

* Hazme ver, Señor, la luz de tu estrella en el firmamento de mi noche interior. No me dejes de tu mano. Que a pesar de tantos momentos bajos por mi debilidad y mi infidelidad, tu estrella permanezca en mi cielo y tú sigas vivo en mi vida.

* La eucaristía también es una epifanía, la manifestación del Señor bajo los signos del pan y el vino.
Con el “podéis ir en paz”, como los magos, cada cristiano vuelve a su lugar de origen para llevar la buena noticia, para transmitir lo que ha visto y oído. Esta es la verdadera prolongación de la epifanía, o mejor dicho, la verdadera epifanía.

* María, ayúdame a que mi vida sea una manifestación de Dios a los hombres.



Estos puntos ayudan a iniciar la reflexión, a partir de ahora esperamos vuestras aportaciones que nos abran nuevos horizontes y nos acerquen a una comprensión más completa de la Palabra.
Muchas gracias a todos por vuestra participación.
.

No hay comentarios: