lunes, 31 de enero de 2011

DIARIO DE UNA ADOPCIÓN EN NICARAGUA ( I )

Nuestro hermano Julio César Morales nos escribe esta vez ya desde Nicaragua:

"Estimados hermanos, os escribo desde Nicaragua para calmar un poco mi ansiedad y para que vivais con nosotros esta gran experiencia.
Realizamos nuestro viaje para encontrarnos con nuestra hijita el día 26 de Enero, un viaje de 18 horas pasando por Madrid y Panamá hasta llegar a Managua. Nos hemos hospedado después de barajar otras posibilidades, en el Hotel Barceló Managua, un hotel moderno y de lo mejor que hay por aquí. Es bonito, confortable y adecuado para pasar esta experiencia lo mejor posible y recordarla con satisfacción el día de mañana. La atención que nos están prestando es muy satisfactoria ya que desean que nuestra estancia aquí sea agradable y feliz. Los trabajadores con los que tratamos saben de nuestra intención en este viaje y nos apoyan y ayudan en todo lo que pueden, se desviven con nosotros. Tenemos las comodidades necesarias que van surgiendo como la cunita para nuestra hija, un microondas para calentar sus comidas, plancha y tabla, descuento en lavandería, traslados en taxis propios del Hotel, hasta nos preparan alguna que otra comida especial que le digamos. Es de agradecer todo lo que están haciendo por nosotros.
El clima es llevadero, hace calor por que aquí es verano, pero como los días casi siempre están a medio nublar y hace siempre viento, la temperatura es agradable.
Continuando con el relato, al día siguiente de llegar nos pudimos ver con nuestra representante legal y esta nos informó que la entrega de nuestra hija sería para el Viernes al medio día. Nuestros corazones empezaron a latir mas rápido y nuestra ansiedad aumentaba por ver la carita de este regalo que nos mandaban desde el cielo. ¡Por fín ibamos a poder tener entre nuestros brazos lo que mas deseamos desde hace años y que por motivos biológicos inexplicables no ha podido ser!. ¡Nuestra hija!, ¡que bien me suenan estas palabras!, ¡nuestra HIJA DEL CORAZÓN!, por que así es como llamamos los que estamos en esta situación a nuestros hijos. No llevarán nuestra sangre, no se parecerán a nosotros, pero nuestro corazón late por ellos. ¡Me estoy emocionando, leches!, un momento que coja aire. Uffff, es que es muy grande lo que estoy viviendo.
Bueno, como os decía, esa noche no pudimos dormir de pensar en el momento de la entrega, ¡son tantas cosas las que se te pasan por la mente!, que es casi imposible dormir. Amaneció, son las 07:30 h de la mañana, ya no podemos estar en la cama, nos preparamos para para el momento de partir a recogerla, pasan las horas y se acercan las 14:30h., momento en que habíamos quedado con nuestra abogada. Estamos inquietos, faltan minutos, pero, un momento, recibimos llamada telefónica de la misma, ¿que ocurre?, estamos a punto de salir para reunirnos. Malas noticias, nuestra hija está resfriada y comunican desde la casa cuna que debido a su estado y para prevenir, desean darla sanita y posponen su entrega para el Lunes. Se nos vino el mundo encima, ¡que decepción, tristeza, impotencia!, ¿porqué Dios mío?, ¿otros tres días mas de espera?. Una vez que recuperamos el aliento, nos dijimos, bueno, si es por la salud de ella, haremos lo que sea. ¿Pero, no podríamos verla?, no, no puede ser, el tema de la protección de menores lo llevan muy a rajatabla aquí, no lo entendemos, ¿por que no podemos verle la carita?, ¿va a ser nuestra hija?.
Ya véis, nos toca esperar, lo intentaremos llevar lo mejor posible.
Me despido de vosotros por ahora, en breve os contaré mas de nuestra gran experiencia. Un saludo a todos."
.

No hay comentarios: