jueves, 25 de febrero de 2010

EL NUEVO MANTO DE NTRA SRA DE LORETO EN SU SOLEDAD: SIMBOLOGIA

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Se entiende por “letanías” una fórmula de oración compuesta por una serie de invocaciones dirigidas a la Virgen María o Santos para implorar su intercesión junto a Dios.
Por lo que respecta a la Santísima Virgen, a lo largo de los siglos se han compuesto numerosas de estas letanías en su honor, dado que es natural que gustase enumerar sus títulos gloriosos para tocar su corazón y obtener las gracias que se pidieran por su intercesión. Las letanías a la Virgen más importantes son las llamadas letanías lauretanas. Su nombre proviene del lugar donde se cantaron por primera vez: la casa de la Virgen en Nazaret donde el Verbo se hizo carne y que según legendaria tradición fue transportada por los aires por los ángeles hasta la ciudad italiana de Loreto. Esta casa debe considerarse como formando parte del Cielo más que de la tierra ya que abrigaba la majestad infinita de Cristo y las resplandecientes virtudes de María y José. Era la morada de la Trinidad en la tierra, y las letanías de Loreto son como un eco de los cantos de los ángeles que celebran las grandezas y bondades de María. La importancia de estas letanías lauretanas deriva sobre todo del siglo XVII, cuando ante la proliferación de letanías de poca calidad el papa Clemente VIII prohibió en 1601 todas las letanías salvo las litúrgicas del Misal y el Breviario Romano y las que se rezaban en Loreto. Estas invocaciones constituyen un resumen corto de las alabanzas de la Madre de Dios y tienen tres objetivos principales: la grandeza de su nombre, la grandeza de sus virtudes y la grandeza de su dignidad. Aunque son una devoción independiente del rosario, la costumbre suele unir ambas devociones, sobre todo desde que León XIII, en 1883, mandó en la encíclica Supremi Apostolatus que el rosario se rezase en las parroquias añadiendo las letanías lauretanas.
Así pues cuando en la Pascua del pasado año nuestra Hermandad encargó al bordador David Calleja el diseño de un nuevo conjunto de saya y manto para Nuestra Señora de Loreto en su Soledad se le pidió que obligatoriamente incluyera en su decoración diversos símbolos alusivos a tales letanías de Loreto. De esta forma, el dibujo del terno giró en torno a seis cartelas representativas de otras tantas invocaciones litánicas. A la hora de escoger las letanías concretas a incluir primaron criterios de orden estético
dado que los símbolos usados debían ser fácilmente comprensibles para el devoto que los contemplara. Finalmente, se optó por las siguientes:
-Madre Dolorosa, representada en la saya por un corazón traspasado por un puñal.
-Rosa Mística, simbolizada en una de las vistas frontales del manto mediante una representación idealizada de tal flor.
-Madre elevada al Cielo, representada en una de las vistas frontales del manto a través de un ramo de azucenas.
-Casa de Oro, representada en una de las vistas laterales del manto mediante un bello edificio de áureas paredes.
-Salud de los enfermos, representada en una de las vistas laterales del manto mediante una fuente de la que manan abundantes chorros de agua.
-Puerta del Cielo, simbolizada en la cola del manto con un monumental pórtico.

A continuación intentaremos explicar someramente el sentido de estas letanías concretas.
-Madre Dolorosa. El misterio de la participación de la Virgen en la Pasión y Muerte de su Hijo es probablemente el acontecimiento evangélico que ha encontrado un eco más amplio en la religiosidad popular, en determinados ejercicios de piedad (vía crucis, corona dolorosa, vía matris...) y también en la liturgia cristiana de oriente y occidente. El dolor de María, aunque encuentra en la cruz su primera y última significación, fue captado también en otros acontecimientos de la vida de Jesús en los que Ella participó personalmente. La meditación cristiana codificó a lo largo de los siglos siete sucesos dolorosos en los que está atestiguada expresamente o intuida por la tradición la participación de María: profecía de Simeón, huida a Egipto, Niño perdido y hallado en el Templo, Calle de la Amargura, Crucifixión, Descendimiento y Sepultura. Se trata de la comunión profunda de la Madre con el Hijo, comunión ligada no solamente a la generación, sino también a la fe, lo que llevó a María a cooperar en la obra de Jesús hasta el Calvario para restaurar la vida sobrenatural de las almas.
-Rosa Mística. Ya desde el siglo V la rosa era signo metafórico de la Santísima Virgen. La rosa nace, crece, abre sus hermosas hojas, esparce su suave fragancia entre las espinas; éstas la rodean y envuelven por todas partes. María nació, creció, llegó a su singular perfección entre punzantes espinas. Las adversidades, los más grandes dolores, la pobreza, los peligros, las persecuciones, la elevaron a una sublime santidad. La rosa también desde antiguo simboliza el misterio. María vivió en su propio ser el misterio de la encarnación del Divino Verbo en su purísimo seno.
-Reina elevada al Cielo. El 1 de noviembre de 1950 el papa Pío XII dijo: “... pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma de revelación divina que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste”.
Un dogma es una verdad revelada por Dios y definida como tal por la Santa Iglesia. Por tanto, la definición dogmática de la asunción nos obliga a creer con acto de fe que ésta forma parte del tesoro de la revelación confiado por Dios a su Iglesia.
-Casa de Oro. El Verbo de Dios, se lee en los Proverbios (9.1) erigió para sí mismo como morada una noble Casa. Nuestro Señor en esta santa Casa tomó su Carne y su Sangre de la carne y de la sangre de la Santísima Virgen. Llamar Casa de Oro a María equivale a proclamarla la más rica de todas las criaturas y soberana señora de todas las riquezas: Madre del Verbo, verdadero Dios y verdadero Hombre.
-Salud de los enfermos. El pecado original introdujo en el mundo la enfermedad y la muerte. La Santa Iglesia nos propone una Doctora poderosa, sabia y amorosa: la Santísima Virgen María. En primer lugar, consideremos que Ella intercede por nosotros par adquirir la salud del alma y nos ayuda a apartarnos del mal que la destruye. En segundo lugar, consideremos que el cuerpo humano está sujeto a contraer enfermedades que hacen sufrir a la humanidad. Si en todo momento de la vida necesitamos del socorro de María, esta necesidad se hace más sensible y urgente en la enfermedad. Pidamos a nuestra amada Madre su auxilio para nosotros y nuestra familia y Ella benignamente nos escuchará y ayudará.
-Puerta del Cielo. La Virgen es invocada de este modo porque fue por Ella que Nuestro Señor Jesucristo pasó del Cielo a la tierra. Fue voluntad de Dios que aceptara voluntariamente y con pleno conocimiento el ser Madre de Jesús y que no fuera un simple instrumento pasivo. Dios esperó la respuesta de Ella, que pronunció las sublimes palabras: “hágase en mí según tu palabra”.

Cuando el próximo domingo 28 de febrero nos postremos ante Nuestra Señora de Loreto en su Soledad con motivo de su besamanos tengamos presente este lenguaje de símbolos con el que nuestra Hermandad alaba a la Madre de Dios y solicita de Ella su protección.

Para terminar esta colaboración quiero relatar una anécdota para los amantes de nuestra intrahistoria. Con motivo de las obras de reconstrucción de nuestra Parroquia de San Pedro, nuestra Hermandad residió provisionalmente en el cercano Convento de Santo Domingo entre los años 1974 y 1981. En este tiempo, la Santísima Virgen recibió culto en la capilla de San José (hoy de Nuestra Señora del Rocío) situada frente a la exquisita capilla de Nuestra Señora del Rosario de los montañeses en cuya portada, labrada en los comedios del siglo XVIII por el conocido ensamblador jerezano Andrés Benítez, figuran diversos símbolos alusivos a las Virtudes de la Madre de Dios. De esta forma, puede decirse que durante este tiempo nuestra Virgen estuvo viendo (permítaseme el uso respetuoso de esta expresión) algunos de los motivos que 36 años después se repiten en su ajuar.

Lorenzo Calderón Padilla
25 de febrero de 2010


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1 comentario:

OTEROL dijo...

DIOS BENDIGA A TODOS LOS QUE HAN COLABORADO PARA QUE ESTA ILUSION SEA UNA FELIZ REALIDAD, QUE EL DOMINGO AUNQUE ESTE LLUVIOSO EN LA CALLE, EL SOL ESTE DENTRO DE SAN PEDRO, QUE NUESTRA MADRE LUZCA COMO NUNCA, VESTIDA POR EL AMOR DE SUS HIJOS LAURETANOS....