viernes, 7 de noviembre de 2014

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 32º DEL TIEMPO ORDINARIO (9-11-2014)


DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN


El texto evangélico es de Jn 2, 13-22 y dice lo siguiente:


"Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: -Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre. Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: El celo de tu casa me devora. Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: -¿Qué signos nos muestras para obrar así? Jesús contestó: -Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Los judíos replicaron: Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días? Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús".


* Hoy recordamos la dedicación de la Basílica de Letrán que es la catedral del Papa en Roma y, al hacerlo, queremos manifestar de una manera especial nuestro amor y unidad al Romano Pontífice.

Las iglesias de piedra son lugares consagrados exclusivamente al culto a Dios. Ciertamente a Dios podemos rezarle en todas partes, pero la existencia de un lugar en el que congregarnos para el culto y la oración nos ayuda a reconocer que formamos parte de un pueblo y que nos reunimos convocados por Dios. El edificio material remite a una realidad espiritual, que es la Iglesia.

La fiesta de hoy nos indica que todos los católicos dispersos por el mundo y agrupados en comunidades, parroquias, diócesis..., formamos parte de una única Iglesia. Y en ella ocupa un lugar muy importante el Papa que, como vicario de Cristo en la tierra, es el garante de la unidad de la Iglesia.


* El evangelio nos relata como Jesús purificó el templo expulsando a los mercaderes. Era fácil justificar su existencia, pues los numerosos peregrinos que acudían a Jerusalén necesitaban cambiar su dinero para hacer la ofrenda en el templo, y también adquirir animales para sacrificarlos a Dios. Pero el mercado había ocupado el espacio del templo y se anteponían otros intereses a los de Dios. Jesús quiere reconducir un culto y unas ofrendas que se habían convertido en objeto de comercio, pero no en conversión de los corazones. El templo, lugar de encuentro de Dios con el hombre no podía convertirse en lugar e intercambio y casa de ladrones.


* El nuevo templo será el Cuerpo de Jesús. Templo espiritual formado por todas las personas a las que ha llamado y elegido por el bautismo. Templo que nos permite una relación de filiación con Dios y de fraternidad con nuestros semejantes.

A través del bautismo, nos convertimos en templo y morada de Dios. Por tanto, todos formamos parte de la Iglesia y debemos de descubrir nuestra vocación en ella.


* María, hoy ponemos ante tu intercesión al Papa, que nos guía en el seguimiento de tu Hijo; y pedimos por él para que el Señor no deje de bendecirlo con su gracia.



Estos puntos ayudan a iniciar la reflexión, a partir de ahora esperamos vuestras aportaciones que nos abran nuevos horizontes y nos acerquen a una comprensión más completa de la Palabra.

Muchas gracias a todos por vuestra participación. 


.

No hay comentarios: