El Papa Benedicto XVI ha agradecido "las amables palabras" del Rey don Juan Carlos y que responden al "afecto de este noble pueblo hacia el Sucesor de Pedro".
Además, Su Santidad ha manifestado su "cordial agradecimiento a las Autoridades que nos acompañan, a los Señores Arzobispos de Santiago de Compostela y de Barcelona, al Episcopado español y a tantas personas que, sin ahorrar sacrificios, han colaborado para que este viaje culmine felizmente". "Agradezco vivamente a todos las continuas y delicadas atenciones que han tenido en estos días con el Papa, y que ponen de relieve el carácter hospitalario y acogedor de las gentes de estas tierras, tan cercanas a mi corazón", ha proseguido.
Benedicto XVI ha recordado que en Compostela ha querido unirse "como un peregrino más a tantas personas de España, de Europa y de otros lugares del mundo, que llegan a la tumba del Apóstol para fortalecer su fe y recibir el perdón y la paz".
"Como Sucesor de Pedro, he venido además para confirmar a mis hermanos en la fe. Esa fe que en los albores del cristianismo llegó a estas tierras y se enraizó tan profundamente que ha ido forjando el espíritu, las costumbres, el arte y la idiosincrasia de sus gentes", ha afirmado el Papa, para quien "preservar y fomentar ese rico patrimonio espiritual, no sólo manifiesta el amor de un País hacia su historia y su cultura, sino que es también una vía privilegiada para transmitir a las jóvenes generaciones aquellos valores fundamentales tan necesarios para edificar un futuro de convivencia armónica y solidaria".
En este sentido, Benedicto XVI ha destacado que "los caminos que atravesaban Europa para llegar a Santiago eran muy diversos entre sí, cada uno con su lengua y sus particularidades, pero la fe era la misma y había un lenguaje común, el Evangelio de Cristo".
En este sentido, Benedicto XVI ha destacado que "los caminos que atravesaban Europa para llegar a Santiago eran muy diversos entre sí, cada uno con su lengua y sus particularidades, pero la fe era la misma y había un lenguaje común, el Evangelio de Cristo".
De su visita a Barcelona, el Papa ha resaltado la "inmensa alegría" que le ha supuesto "dedicar la Basílica de la Sagrada Familia, que Gaudí concibió como una alabanza en piedra a Dios".
También ha tenido palabras para la institución eclesial de carácter benéfico-social 'Niño Dios', que junto a la Sagrada Familia, "son como dos símbolos en la Barcelona de hoy de la fecundidad de esa misma fe, que marcó también las entrañas de este pueblo y que, a través de la caridad y de la belleza del misterio de Dios, contribuye a crear una sociedad más digna del hombre". El Papa ha asegurado que regresa a Roma "habiendo estado sólo en dos lugares" de nuestra "hermosa geografía", pero a través de la oración y el pensamiento, ha "deseado abrazar a todos los españoles, sin excepción alguna" y a todos los que viven en esta tierra sin haber nacido aquí. "Llevo a todos en mi corazón y por todos rezo, en particular por los que sufren, y los pongo bajo el amparo materno de María Santísima, tan venerada e invocada en Galicia, en Cataluña y en los demás pueblos de España", ha señalado. También a Ella le ha pedido por nosostros para que "alcance del Altísimo copiosos dones celestiales", que nos ayuden a vivir como una sola familia, "guiados por la luz de la fe".
Benedicto XVI se ha despedido certificando su pronto regreso a nuestro país. "Os bendigo en el nombre del Señor. Con su ayuda, nos veremos en Madrid, el año próximo, para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud".
Fuente: Cadena Cope Radio
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