miércoles, 26 de mayo de 2010

CRONICA DE LA PEREGRINACION A ECIJA


Una jornada inolvidable fue la que vivió la Hermandad el pasado domingo 23 de mayo, con motivo de la XXII Peregrinación Mariana "Hermandad de Loreto" organizada dentro de los actos a celebrar con motivo del mes de mayo, especialmente dedicado a María.
Fueron momentos en que se experimentó con intensidad el espíritu mariano que ampara tanto a esta Hermandad como a la propia localidad de Écija, destino de la peregrinación, donde se realizó la llamada Ruta del Rosario: un itinerario que incluye la visita a los principales templos de la ciudad para venerar a las distintas imágenes marianas que allí se exponen al culto. La peregrinación tuvo como centro a la Virgen del Valle, patrona de la ciudad, y finalizó ante la Virgen del Rosario en cuyo templo dominico pudimos celebrar la Eucaristía.
La elección de esta Ruta del Rosario para esta tradicional peregrinación mariana supuso la adhesión de nuestra Hermandad de Loreto a la efeméride de los 150 años de la fiesta de la Rosa que viene celebrando la jerezana Archicofradía del Rosario de los Montañeses a la que nos unen lazos históricos desde que residimos provisionalmente en el templo dominico de la Alameda de Cristina. No hay que olvidar que la dedicación del mes de octubre al Rosario parte de la Archicofradía del Rosario de Écija por lo que se conoce a esta localidad como la ciudad del Rosario.
Con exquisita puntualidad partía a las 8:00 de la mañana el autobús desde la Alameda Cristina hacia tierras astigitanas. El trayecto se hizo bastante llevadero gracias a los zumos, bizcochos y pasteles que el equipo organizador de la Peregrinación se encargó de repartir entre los participantes dentro del autobús.
El Equipo de Cultos de la Hermandad había preparado un itinerario espiritual para la peregrinación, que consistía en cinco “estaciones”, cinco momentos de oración y de reflexión en torno a los misterios gozosos del Rosario. El primero de ellos se tuvo en el autobús y se aprovechó para pedir a Ntra. Sra. de Loreto la intercesión por todos los hermanos de la Hermandad.
Una vez en Écija, nos recibió Gonzalo, el guía que nos iba a acompañar durante toda la jornada, y nos encaminamos hacia la Parroquia de Santa María Nuestra Señora. Con cierta celeridad aunque sin perdernos ningún detalle visitamos este templo (segundo en importancia en la ciudad) y aprovechamos para admirar también el cuidado Museo Arqueológico Parroquial que se encuentra en un patio anexo a la Parroquia.
A la salida de la parroquia, admiramos el espectacular monumento del Triunfo a la Virgen del Valle, a la que posteriormente dirigiríamos nuestras plegarias.










Seguidamente nos encaminamos a la Plaza de España donde pudimos ver los miradores iglesias y fachadas de los edificios de la misma, así como el yacimiento arqueológico (una antigua piscina romana) que allí se encuentra.
Desde la Plaza de España nos dirigimos a la Iglesia de San Juan, sede de la Hermandad del Nazareno de Écija, que ha sido recientemente restaurada dejándola en un estado maravilloso. 


Allí tuvimos el segundo momento de oración en nuestra peregrinación, en el que dirigimos nuestra plegaria a María Santísima de las Misericordias (titular mariana de la Hermandad del Nazareno) solicitando su intercesión por nuestros hermanos difuntos.
Desde la Iglesia de San Juan, proseguimos nuestro recorrido llegando al Palacio de Peñaflor (Monumento Nacional) con el que nos quedamos sorprendidos con su preciosa fachada, y desde allí al Arco de Belén, donde se encuentra un precioso retablo mariano y un altar situados en la muralla de la ciudad.
Allí, coincidiendo con la reflexión sobre el tercer misterio gozoso del Rosario (el Nacimiento del Hijo de Dios en Belén), invocamos a Nuestra Señora de Belén dirigiéndole una oración especial por nuestro hermano Don Antonio Berro Flores, que será próximamente intervenido en una operación.











Continuamos el recorrido por la calle Mármoles, donde se encontraba otro retablo mariano dedicado a Nuestra Señora de la Soledad, para llegar al Palacio de Benamejí, sede del Museo Arqueológico Municipal, donde estuvimos visitando sus distintas salas.
El siguiente punto de interés que tuvimos la oportunidad de visitar fue la Parroquia de Santiago. Allí admiramos el retablo mayor, el retablo de la Capilla del Voto, las imágenes marianas de la Inmaculada Concepción, la Virgen de los Dolores y la Divina Pastora y la imagen del Santísimo Cristo de la Expiración. También tuvimos la suerte de poder visitar el Sagrario de la Parroquia, una joya del tardo-barroco en la ciudad.
A los pies de Nuestra Señora de los Dolores, tuvimos el cuarto momento de oración de nuestra peregrinación, en el que dirigimos nuestra plegaria pidiendo por todos nuestros hermanos y peregrinos que se encontraban en esos momentos en el Rocío.
Llegó la hora de comer y al terminar, después de degustar unos exquisitos helados, reanudamos la marcha con un paseo por la calle del Conde en la que pudimos contemplar las fachadas del Convento de las Teresas y del Hospitalito. Llegamos a la Iglesia Mayor de Santa Cruz, donde se encuentra la patrona de la ciudad: María Santísima del Valle. Durante la visita a este templo descubrimos, con mucha ilusión, una imagen de Nuestra Señora de Loreto, similar a la que se encuentra en el Santuario de la Santa Casa de Loreto, realizada por nuestro amigo, artista y director del Coro de Capilla de San Pedro Nolasco, José Carlos Gutiérrez.
















La Hermandad de María Santísima del Valle nos recibió en un acto de gran fraternidad, por medio de uno de sus consiliarios. Dedicamos la última de las oraciones de nuestro itinerario espiritual a la patrona de la ciudad, teniendo una intención especial por nuestro anterior Director Espiritual y Párroco de San Pedro y su hermano, don Fernando y don José Rueda Cantarero, naturales de Écija, que tanta devoción tenían a esta imagen. Rezamos la Salve y visitamos el camarín de la Virgen. Luego intercambiamos recuerdos con la Hermandad de la patrona, para que quedara siempre en la memoria esos intensos momentos vividos y el sentido de esta peregrinación.
 












El párroco también nos recibió en una calurosa acogida, contándonos varias curiosidades de la Iglesia Mayor, enseñándonos el precioso altar hecho de un antiguo sarcófago romano y dirigiéndonos por el precioso Museo de Arte Sacro que él mismo había organizado.
La última visita de la jornada fue al Convento de Santo Domingo y San Pablo, en el que también fuimos recibidos por el Padre Prior y, tras las explicaciones artísticas e históricas realizadas por nuestro guía, celebramos en espíritu fraternal la Eucaristía en la Capilla de la Virgen del Rosario.

Al finalizar la Eucaristía cantamos la Salve y entregamos un recuerdo al prior y al guía que nos acompañó durante toda la jornada y nos dirigimos hacia el autobús para regresar a Jerez a eso de las 10 de la noche. El trayecto de vuelta estuvo animado por la visualización de un DVD que recogía los mejores momentos de la salida procesional de nuestra Hermandad en esta última Semana Santa, y que pronto estará disponible para poder ser adquirido por todo aquel que lo desee.
 












El balance de la jornada, compartido por todos los que participamos en la peregrinación fue de enorme satisfacción, sobre todo, por la “huella” que la presencia de nuestra Hermandad dejó en cuantos astigitanos nos acogieron. De hecho recibimos numerosos elogios por el silencio y el respeto que demostramos en nuestra visita a los templos, el recogimiento de nuestros hermanos al visitar a los sagrarios y el carácter de adoración mostrado al Santísimo Sacramento, la devoción que se notaba en las oraciones a lo largo de todo el recorrido… El guía que nos acompañó quedó totalmente entusiasmado por nuestro sentido de Hermandad y nuestra devoción mariana, los hermanos de la Virgen del Valle quedaron también gratamente sorprendidos por la ilusión mostrada en nuestra visita a la patrona, los dos párrocos que nos acogieron se quedaron con muy buen recuerdo de nuestra presencia, y el prior del convento de Santo Domingo se quedó desbordado por la gratitud con que premiamos su acogida.
Lo importante no fue sólo el buen día que pasamos juntos, en el ambiente fraternal y familiar que reina en todas las actividades que lleva a cabo nuestra Hermandad, sino que el itinerario espiritual que realizamos, llenó mucho a los hermanos y nos hizo vivir momentos especiales de oración común y de devoción compartida. Asimismo nos dio la oportunidad de unir nuestras plegarias en favor de nuestros hermanos, en unos momentos muy emotivos.
Estos son los detalles que distinguen desde siempre a nuestra Hermandad y que hacen que cuando acudimos a algún sitio de forma corporativa, dejamos impronta de nuestra personalidad y nuestro carácter, de la que se contagian todos los que participan con nosotros.

Ya estamos contando los días que faltan para la próxima peregrinación.

 Eusebio Castañeda
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3 comentarios:

Macol dijo...

Felicito a nuestros hermanos Sebi y Monica por la magnifica organizacion de la peregrinación,teniendo en cuenta todos los detalles. El dia,climatologicamente hablando, acompañó bastante porque no hizo mucha calor. La comida fue un exito y misteriosamente el salon que nos prepararon era de color morado...jejeje. Fuimos afortunados con nuestro guia, un chaval muy preparado,al que le encantan las cofradias y que nos hizo el dia muy ameno.

Anónimo dijo...

Resultó todo MARAVILLOSO.
A ver para cuando la próxima salida.

Anónimo dijo...

Me uno a las felicitaciones de "Macol" y añado que fué una peregrinación mariana maravillosa. Todo salió bordado gracia a estos hermanos y a todos los peregrinos. De verdad que en actos como estos y en otros, me siento cada día mas contento de pertenecer a esta gran hermandad y orgulloso de ella.
Que la Santíisima Virgen de Loreto, nos bendiga a todos.
Vicente.