Cristo prometió estar siempre presente en medio de sus discípulos. Así, en el evangelio según San Mateo nos dice: “Estaré con vosotros todos los días hasta el fin de los tiempos”.
El Señor está presente entre los cristianos de varias maneras:
- Está en medio de ellos “donde dos o más estén reunidos en su nombre” para rezar, reflexionar o trabajar juntos.
- Está presente por su Palabra. Cuando se proclaman las Escrituras, es Él el que habla.
- Está presente en la persona del sacerdote que preside los actos de culto en su Nombre.
- Pero de una manera muy especial está presente en la Eucaristía. Cuando el sacerdote al tomar el pan dice “Esto es mi cuerpo” y al tomar el vino “Esto es mi sangre”, el pan se convierte en el cuerpo de Cristo y el vino en su sangre. El sacerdote lo hace por orden de Jesús, quien tras haber pronunciado estas mismas palabras en la última cena con sus discípulos, les dijo “Haced esto en memoria mía”.
Los primeros cristianos siguieron esta orden. San Pablo, escribiendo a los discípulos de Corinto, habla de la cena del Señor como algo que él mismo ha recibido, que está encargado de transmitir y que se practica habitualmente dentro de las comunidades: “Cada vez que coméis de este pan y bebéis de esta copa, anunciáis la muerte del Señor, hasta que vuelva”.
Por consiguiente, Jesús está presente verdaderamente en el pan y el vino consagrados en la Eucaristía. Se trata de una presencia real que no puede ser captada por los sentidos, sino por la fe.
Para agradecer al Señor que haya querido quedarse para siempre con nosotros y para rendirle el tributo de nuestra adoración, nuestra Cofradía ha programado los siguientes cultos en honor de Jesús Sacramentado:
* Viernes 4 de junio (21:00 horas): Acto Eucarístico preparatorio de la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
* Domingo 6 de junio: Asistencia corporativa a la procesión general del Corpus Christi que organiza la S. I. Catedral.
* Viernes 11, 18 y 25 de junio (21:00 horas): Tríptico Eucarístico, con el siguiente orden de cultos: Exposición de Su Divina Majestad, Meditación, Preces, Bendición y Reserva.
Es Jesucristo Resucitado, realmente presente en la Sagrada Forma, quien nos convoca.
Por tanto, acudamos a tales actos con esta alegre certeza para ofrecerle el testimonio de nuestro amor y gratitud.
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