jueves, 15 de diciembre de 2016

AGRADECIMIENTO A LOS DOMINICOS

Texto al que nuestro hermano mayor dio lectura el pasado sábado día 10 de diciembre en el convento de Santo Domingo, una vez finalizado nuestro rosario matinal :


Fue una tarde de marzo de 1974 cuando los cofrades de Loreto, tras recorrer el mismo itinerario que hemos hecho hoy, llegamos a este convento de Santo Domingo, buscando cobijo tras el cierre de nuestra sede, la parroquia de San Pedro. Veníamos acompañando a Nuestra Madre de Loreto, para que en este recinto sagrado siguiera recibiendo las oraciones de sus numerosos devotos y el culto de su Hermandad. Fray Domingo Campos, que santa gloria goce, era entonces el vestidor de la Virgen y formaba parte de aquella comunidad que integraba el Padre Paco, Francisco Fernández Cano, que ejercía las labores de Prior, el Padre Ramón Fernández Aparicio, el Padre Agustín López García y el padre Amador Mellado Moreno, gracias a él y a nuestro hermano fundador Ignacio Rodríguez Leonardo, muy vinculado a este convento, pudimos contar con el beneplácito de la comunidad que nos acogió con verdadera hospitalidad.

Pronto nos integramos plenamente en la vida diaria de este templo y los dominicos de entonces en la vida de nuestra Hermandad, haciéndose presente en convivencias fraternas y en la predicación de cultos y celebraciones.

Aquella histórica comunidad dominica permaneció muy unida a nuestra Hermandad incluso muchos años después de que abandonáramos este templo de la Alameda Cristina. Los sucesivos priores, el Padre Plaza, el Padre Agustín Turrado, el Padre Porfirio Pérez Pontejo, el Padre José Gabriel Rodríguez, el Padre Vicente Cudeiro o el Padre José Cuenca, así como distintos miembros de la comunidad han seguido manteniendo esa estrecha vinculación con nuestra corporación nacida en aquellos ya lejanos años.

Hoy al celebrarse la gloriosa efeméride de los 800 años de la Orden de Predicadores y los 750 de la fundación de este Real convento de Santo Domingo de Jerez de la Frontera no podíamos dejar pasar este acontecimiento sin volvernos a hacer presente entre estos muros que tanto saben de nuestros rezos y plegarias a la Reina de los cielos. Y hemos querido que sea hoy que celebramos la fiesta litúrgica de Nuestra Señora de Loreto, celestial patrona de la Aviación Universal, porque como en aquel hecho milagrosa del traslado de la Santa Casa de Nazaret, también nosotros nos vimos obligados hace años a trasladar la Santa Casa de la Virgen del cercano templo de San Pedro a este de Santo Domingo que tanto sabe de devociones a la Madre de Dios.

Y fue, precisamente, en esta capilla, entonces dedicada al patriarca Señor San José y en la actualidad presidida por la Reina de las Marisma, Blanca Paloma y patrona de Almonte, la Virgen Santísima del Rocío, en donde tuvo altar durante siete años Nuestra Madre de Loreto, justamente en el lugar que hoy ocupa ese Simpecado rociero que tan impregnado está del fervor de este pueblo a la Madre de Dios. Una capilla, por tanto, en la que se siente a María por sus cuatro costados.

Y no sólo esta capilla sino también toda esta amplia nave donde se ubica que se levantó por la enorme devoción de este pueblo de Jerez a su reina y protectora la Virgen de Consolación y en la que se alza, suntuosa y portentosa, esa otra capilla dedicada a la Virgen del Rosario, que hoy nos ha acompañado simbólicamente en ese maravilloso estandarte mariano que tan gentilmente nos ha sido cedido para la ocasión.

Todo un santuario mariano que nos cobija y que cumple 750 años de servicio a Dios y a su Iglesia, una celebración en la que nosotros los cofrades de Loreto también nos sentimos participes por esos siete años que jamás olvidaremos, porque quedaron también impresos en las páginas de nuestra historia, gratitud que hoy queremos perpetuar con un obsequio que resume por un lado todo lo que somos y por otro lo que también fuimos cuando nuestro corazón empezó a palpitar en dominico.

Muchas felicidades por esta conmemoración y que Dios y su Santísima Madre os premie vuestras predicaciones y el profundo amor por María.

Nuestra Hermandad siempre os estará agradecida.


No hay comentarios: