jueves, 10 de mayo de 2012

EL EVANGELIO DEL DOMINGO:6º DE PASCUA (13-5-2012)


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El texto evangélico es de Jn 15, 9-17 y dice lo siguiente:


“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Como el Padre me amó así yo os he amado: permaneced en mi amor. Si cumplís mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he cumplido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he dicho esto para que participéis de mi alegría y vuestra alegría sea colmada. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os amé. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos porque el siervo no sabe lo que hace el amo. A vosotros os he llamado amigos porque os comuniqué cuanto escuché a mi Padre. No me elegisteis vosotros; yo os elegí y os destiné a ir y dar fruto, un fruto que permanezca; así, lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá. Esto es lo que os mando, que os améis unos a otros”.


* Jesús, en este texto, nos llama amigos. Y la amistad que nos ofrece es infinita, puede continuar durante toda la eternidad.
Jesús, como amigo nuestro, nos abre su corazón, une su corazón al nuestro. Sólo amándolo lo vamos conociendo mejor, porque sólo quien ama conoce y, si no amamos, tampoco sabemos bien lo que Él nos pide. Y lo que Él nos pide es que cumplamos su mandamiento.


* Su mandamiento, hoy nos lo vuelve a recordar, es el de amar.
Amar, el mandamiento de siempre y el mandamiento siempre nuevo. Es como una lección que ya sabemos y nos molesta volver a repasar. o como un encargo ya hecho que no tenemos que revisar. Pero, ¿estamos seguros de que se trata de una lección o un encargo ya realizado? ¿No es más bien una tarea siempre por comprender, un encargo siempre por cumplir? ¿Quién puede decir que ya ha amado lo suficiente? ¿Quién puede darse por complacido por haber concluido su encargo de amar? Siempre debemos empezar de nuevo y, con un corazón limpio y humilde, decir: sólo hacemos lo que debemos hacer; amar, y amar hoy, y amar más.


* Estar unido a Jesús, es mantenerse en su amor, y el amor que Él nos ofrece es total y nos abre el acceso al corazón del Padre. Por eso, al final del evangelio nos dice que lo que pidamos al Padre en su nombre, nos lo concederá.


* Jesús, eres tú quien me ha elegido como amigo. ¿Cómo lo has hecho, conociendo mi debilidad y lo inútil que soy? Respuesta: tu amor misericordioso puede fortalecer mi fragilidad para obedecer tu Palabra y dar fruto abundante.


* María, Madre y Maestra, que mirándote a ti, aprenda cada día a amar un poco más.




Estos puntos ayudan a iniciar la reflexión, a partir de ahora esperamos vuestras aportaciones que nos abran nuevos horizontes y nos acerquen a una comprensión más completa de la Palabra.
Muchas gracias a todos por vuestra participación.

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