jueves, 17 de noviembre de 2011

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 34º DEL TIEMPO ORDINARIO;SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO (20-11-2011)

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El texto evangélico es de Mt 25, 31-46 y dice lo siguiente:

“En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Cuando el Hijo del Hombre llegue con majestad, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria y ante él comparecerán todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Colocará a las ovejas a su derecha y a las cabras a su izquierda. Entonces el rey dirá a los de la derecha: Venid, benditos de mi Padre, a heredar el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, era inmigrante y me acogisteis, estaba desnudo y me vestisteis, estaba enfermo y me visitasteis, estaba encarcelado y vinisteis a verme. Los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber, inmigrante y te recibimos, desnudo y te vestimos?¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y fuimos a visitarte? El rey les contestará: Os aseguro que lo que hayáis hecho a uno solo de estos mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis. Después dirá a los de su izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, era inmigrante y no me acogisteis, estaba desnudo y no me vestisteis, estaba enfermo y encarcelado y no me visitasteis. Ellos replicarán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, inmigrante o desnudo, enfermo o encarcelado y no te socorrimos? Él responderá: Os aseguro que lo que no hicisteis a uno de estos más pequeños no me lo hicisteis a mí. Éstos irán al castigo perpetuo y los justos a la vida eterna.”


* Esta fiesta de Jesucristo Rey del Universo pone fin al año litúrgico.
El evangelio de hoy nos explica lo que significa ponerse al servicio de Jesucristo Rey. En la parábola que describe el juicio final, vemos que algunos han reconocido su pertenencia a Cristo y han actuado en consecuencia, mientras que para otros su presencia ha pasado totalmente desapercibida. Por eso son benditos los que han servido a quienes pasaban cualquier tipo de necesidad ejerciendo la misericordia.
Cristo es un Rey que se da a los suyos y como respuesta quiere de nosotros nuestra entrega y el compromiso de nuestra palabra y nuestro corazón. Para reinar con Él es preciso servir como Él nos ha enseñado.
Reconocer la realeza de Cristo significa cumplir su ley en todos los aspectos de nuestra vida, cumplir su voluntad, amar a los demás como Él nos ha amado, sobre todo a los más necesitados: hambrientos, sedientos, desnudos, emigrantes encarcelados, enfermos, ancianos, huérfanos..., sus preferidos.

* ¿Es de verdad Cristo mi único rey, es Cristo quien reina en mi vida?
Jesucristo Rey, tú eres el verdadero y único Rey del Universo: quiero que seas mi único Rey, quiero que reines en mi corazón, y a través de mi en todo el mundo.

* María, que venga a nosotros el reino de tu Hijo, y reina tú también en nuestras vidas para que así nos sea más fácil extender su reino en nuestro mundo.


Estos puntos ayudan a iniciar la reflexión, a partir de ahora esperamos vuestras aportaciones que nos abran nuevos horizontes y nos acerquen a una comprensión más completa de la Palabra.

Muchas gracias a todos por vuestra participación.
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