Transcribimos hoy un correo electrónico recibido en esta Agenda y que estamos seguros os gustará leer con detenimiento:
"Ayer un servidor y otro hermano de nuestra Cofradía, participamos en la Eucaristía diaria que celebra a las 19:30 el padre Juan Carlos en la Capilla del Hogar San Juan. Queríamos ir a visitarle para hablar un rato con él, antes de que vayamos corporativamente el viernes.
Para nosotros fue toda una experiencia, ya que Juan Carlos nos estuvo contando cómo se vive allí, cómo es su día a día, cómo son las personas que acogen, cómo se organizan el tiempo y las actividades, etc. Y lo que más nos llamó la atención es que todo esto, con 23 personas acogidas que tiene ahora mismo, lo está haciendo él solo.
Sinceramente nos dimos cuenta que teníamos ante nosotros a una persona (un sacerdote en este caso) que ha dejado todo por seguir los valores del evangelio, por ayudar a los que más lo necesitan, por vivir el estilo de vida que nos mostró Jesús... Su experiencia como sacerdote y su carisma al estilo de San Juan de Dios, le hacían ver que, aunque en nuestra ciudad hay ya instituciones que apoyan a los necesitados, no existía ningún sitio donde se les ofreciera una acogida básica, donde pudiera ir cualquiera que tuviera algún tipo de necesidad o problema y se le diera lo que necesita, sin preguntarle qué le pasa, sin pedirle explicaciones, sin exigirle nada a cambio... Por eso, se ha ido a vivir con los más desfavorecidos (alcohólicos, gente sin-techo, ex-presidiarios, toxicómanos...), sin más apoyo que la casa que le han cedido las hermanitas y su vocación y compromiso cristiano.
Y además de todo esto, siempre tiene tiempo para el que lo necesita: nos acogió con una sonrisa, nos recordó que él siempre tiene las puertas abiertas a todo el que quiera entrar, que podemos contar con él para lo que necesitemos. Incluso hablando sobre las meditaciones de la Cruz que tendremos el viernes, en un tono simpático, llegó a decir que seguramente él podía estar ahora como nuestra virgen: al pié de la Cruz.
Vivimos todos un poco absorbidos por nuestra rutina, por nuestros trabajos, por nuestro día a día... Incluso en nuestra propia Hermandad, muchas veces nos sumergimos en la dinámica de cultos y actividades de todos los años y, quizá, llegamos a perder la perspectiva de "radicalidad" y compromiso a la que nos invita el evangelio.
Por eso, es muy importante esta visita que vamos a hacer el viernes, porque vamos a descubrir el testimonio de una persona que vive con alegría y dedicación el mensaje de Jesús, que vive intensamente las bienaventuranzas.
No todos los días, podemos tener la oportunidad de vivir una experiencia así.
Por eso, os animo a todos a que vengáis el viernes a la visita y que invitéis también a que vengan todas las personas a las que le pueda interesar (sean o no de la Hermandad, por supuesto). Os aseguro que os llegará al corazón y que, de alguna u otra manera, saldremos todos "cambiados" o "convertidos" por lo que vivamos allí."
No hay comentarios:
Publicar un comentario