sábado, 5 de febrero de 2011

DIARIO DE UNA ADOPCIÓN DESDE NICARAGUA (II)

Hola de nuevo familia, como os dije anteriormente, la nueva entrega se pospuso para el Lunes 31 a las 13:30h.. Intentamos pasar ese fin de semana lo mas ameno posible pero con el alma en vilo de pensar que en dicho día hubiera otra llamada de teléfono que echara a perder la cita.
Amanecimos ese Lunes tan temprano como siempre, a las 7 de la mañana ya era pleno día, el sol pegaba en la ventana y la claridad inundaba la habitación. ¡Que nervios, que intranquilidad!.
Las horas pasan y llamamos a la abogada para que nos confirme que todo estaba bien. Menos mal, la cita se va a producir. Llega la hora, cogemos un taxi para que nos lleve al lugar de encuentro, el taxista se equivoca, vuelvo a llamarla y tras hablar con el taxista llegamos al despacho. Ella no está. Viene de camino, 10 minutos despues llega y nos montamos en su carro, como aquí dicen al coche, y nos dirigimos al Centro infantil donde estaba nuestra hija. Allí hemos quedado con la Directora del Departamento de Adopciones. LLegó después de nosostros. Por el camino nuestra abogada nos dice que dicho Centro es privado y que está dirigido por unos ingleses pero bajo la vigilancia del Ministerio de la Familia. Es como un chalet pero en plan cutre, no está cuidado convenientemente, y el ambiente es triste con colores apagados. Se oyen llantos de bebés, entramos en la casa por un pasillo con dibujos de colores en las paredes, cuadros con fotos de muchos niños y de frente a la izquierda vemos un pequeño saloncito como si fuera un parque infantil con algunos niños y varis cuidadoras. Desvio la mirada por que no me atrevo a ver la estampa, quiero buscar a mi hija pero sim embargo no quisiera ver las caritas de los otros niños por miedo a encariñarme con ellos o que alguno se venga hacia nosotros y nos agarre. Es muy doloroso verse en esa situación de impotencia, si pudiera me los llevaría a todos, pero es imposible. Lo siento de corazón. Nos desviamos a la derecha y hay dos mesas de despacho con muchos papeles en los que hay dos mujeres, las saludamos y nos sentamos frente a una de ellas que es la encargada de las entregas de los niños. El ambiente es de felicidad y tristeza a la vez. Felicidad por ambas partres porque ibamos a recoger a nuestra hija y por la otra por que sabían que esa niña iba a tener por fín unos padres. Tristeza por lo que he dicho anteriormente que observé y por que ellos iban a dejar de ver a su niñita pequeña.
Tras la lectura de varios papeles nos comentan que a nuestra hija la abandonaron en el hospital al nacer con un nombre falso y que a los 5 días se la llevaron para dicho centro. Nos dan la cartilla médica con la anotación de las vacunas puestas y la reseña del resfriado que tenía junto con los medicamentos que le estaban dando. Mientras tanto ya habían ido a por ella. ¿Nos podemos volver para verla o todavía no?, a ver si deja de hablar esta mujer. Escucho a nuestra abogada comentar "que bonita, mira que cara". ¿Ya está aquí?, nos volvemos y.......
¡Ahí estaba mi hija!, ¡que bonita!, ¡que morenita!, ¡que ojos negros tiene! y ¿esos pelos?, ¡está para comerselo!. La coge mi mujer en brazos y de momento empieza a reirse, ¡que risueña es!, con cualquier cosa que le decimos se ríe. Tiene una colita cogida arriba, ¡que graciosa está!. Llega el momento, la cojo en mis brazos, ¡que chiquetita es!. ¡No me puedo creer que tenga entre mis brazos lo que mas he deseado durante años!, ¿será verdad?. Sí, por fín, ¡es mi hija!. Minutos después nos vamos, no sin antes armarne de un poco de valentía y mirar a varios de los bebés que allí se encontraban. Por dentro me decía, intentaré por todos los medios ayudaros en lo que pueda, si puedo os mandaré útiles como cunas, juguetes, etc... y si no os mandaré alguna ayuda económica. Adios y que tengáis la misma suerte que mi hija, ya vereis como sí.
La despedida con las partes fueron rápidas, no fuera a ser que se arrepintieran, aunque no sé si hubiera podido entregar de nuevo a mi hija después de tantas sensaciones.
Nos volvimos al Hotel y enseguida nos pusimos al ordenador para enseñarles a la familia a la nueva integrante de las misma. Estaba la conexión mas solicitada que un billete de 500 Euros.
Era una locura, todo el mundo la quería ver. Unos decían que era muy bonita, otros que se la comían, que era simpatiquísima, etc...., yo que sé, un sin fín de piropos y buenos deseos para los tres.
Y aquí estamos, disfrutando el minuto a minuto de esta preciosidad, de este regalo de Dios, estudiandonos cada una de sus arruguitas, lunares, pestañas, deditos, etc..
Es buenísma, no llora, no para de reirse, come y duerme tranquilamente, nos ha tocado la lotería de la vida.
Mide aproximadamente 50 cms. y pesa en torno a los 4 kilos y medio, es morena de piel con rasgos típicos de esta zona del mundo, pero no muy pronunciados. ¡Si parece gitana! dicen algunos.
La verdad es que sí. ¡Me la como!.
El siguiente trámite es que pasen a vernos unos trabajadores sociales para valorar el acoplamiento de la niña a nosotros y viceversa. Su informe pasará al Ministrio y estos a su vez lo mandarán a los Tribunales para que pongan día de juicio para que junto con todas las partes implicadas, el Juez emita la Sentencia judicial final donde se oficialice la adopción. Posteriormente habrá que registrarla en los estamentos oportunos para sacarle su pasaporte Nicaraguense y despues pasar por la Embajada española para hacer lo propio. Una vez realizado esto que puede tardar unas 3 o 4 semanas, tendría que llegar la hora de volver a nuestra casa, esperemos que pasen pronto y sean menos de lo acordado. Estamos deseando enseñar a todo el mundo en persona a nuestra hija.
Seguiremos en contacto, pero antes y como despedida por ahora, os mando una foto de nuestra hija Manuela. Un abrazo a todos desde Nicaragua. Y a mi Virgencita, gracias y no nos olvides.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Dios os bendiga por tan hermoso gesto de amor.