jueves, 15 de mayo de 2014

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 5º DE PASCUA (18-5-2014)

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El texto evangélico es de Jn 14, 1-12 y dice lo siguiente:


“Dijo Jesús a sus discípulos: No perdáis la calma. Creed en Dios y creed en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no, os lo habría dicho, pues voy a prepararos un sitio. Cuando vaya y os lo tenga preparado, volveré para llevaros conmigo, para que estéis donde yo estoy. Ya sabéis el camino para ir adonde yo voy. Le dice Tomás: -Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos conocer el camino? Le dice Jesús: -Yo soy el camino, la verdad y la vida: nadie va al Padre si no es por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también al Padre. Ahora lo conocéis y lo habéis visto. Le dice Felipe:-Señor, enséñanos al Padre y nos basta. Le responde Jesús: -Tanto tiempo llevo con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre: ¿cómo pides que te enseñe al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Las palabras que yo os digo no las digo por mi cuenta; el Padre que está en mí realiza sus propias obras. Creedme que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; si no, creed por las mismas obras. Os lo aseguro: quien cree en mí hará las obras que yo hago, e incluso otras mayores, porque yo voy al Padre.”


* Jesús es el camino que nos lleva a Dios: es el encuentro del hombre con Dios, es la presencia de Dios en medio de nosotros. No se puede ir por otro camino que no sea Jesús para encontrarnos con el Padre. Quien ha visto a Jesús ha visto al Padre. Tenemos que acostumbrarnos a mirar el rostro de Jesús, a contemplar sus actitudes, sus sentimientos, su estilo de vida, porque es la mejor forma de acercarnos a Dios.

Jesús es el camino que debemos seguir para encontrar al Padre y darlo a conocer a los demás, haciendo obras semejantes a las suyas.

Jesús es la verdad. Conociendo a Cristo se conoce toda la verdad, se está libre de todo error, se saben apreciar las cosas según lo que valen.

Jesús es la vida. En Él está la vida, separados de Él no podemos tenerla, cuando nos falta Cristo estamos muertos.


* Jesús, camino que conduce al Padre, es el GPS que nunca falla para alcanzar a Aquel que nos ama de forma tan desbordante. Conectémonos al camino de la Vida con la oración, la vivencia de la eucaristía, el perdón, la preocupación por los otros... Conectémonos a Jesús, para que no nos equivoquemos de camino, elijamos la salida desafortunada en una rotonda o accedamos a un lugar sin retorno en las diferentes opciones que la existencia nos depara. Sigamos, pues, a Jesús Resucitado.


* Jesús en el evangelio de hoy nos dice que va a prepararnos un lugar en la casa de su Padre, y éstas son palabras muy consoladoras. Por su resurrección, Jesús nos ha reconciliado con Dios y nos ha hecho partícipes de la vida divina. El hogar final del hombre está junto a Dios. Es Jesús quien nos ha abierto las puertas del cielo y el que hace que nosotros podamos vivir en él. Así, el término de la vida del hombre es un regreso a casa del Padre.

Señor, tus palabras ahuyentan mis inquietudes y temores de futuro: “no pierdas la calma. Cuando vaya a la casa de mi Padre y te prepara un sitio, volveré y te llevaré conmigo”. ¿Qué más puedo esperar?


* María, que mi vida sea un esfuerzo constante por buscar a tu Hijo. Pero en mi vida también tu Hijo está constantemente buscándome: Madre, que yo me deje encontrar por Él.


Estos puntos ayudan a iniciar la reflexión, a partir de ahora esperamos vuestras aportaciones que nos abran nuevos horizontes y nos acerquen a una comprensión más completa de la Palabra.

Muchas gracias a todos por vuestra participación. 


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