domingo, 18 de octubre de 2009

CARTA DEL SR. OBISPO EN EL DIA DE LA JORNADA MUNDIAL DEL DOMUND

. A los sacerdotes, religiosos, religiosas y a todos los fieles de la Diócesis de Asidonia‐Jerez, Está próximo el tercer domingo de octubre día en que celebramos la Jornada Mundial de la Misiones (DOMUND). Debemos fijarnos atentamente en el lema de este año: «La Palabra, Luz para los Pueblos.» El Sínodo de los obispos nos recuerda la importancia de conocer las Sagradas Escrituras: «La Palabra de Dios es un bien para todos los hombres, que la Iglesia no debe conservar solo para sí, sino compartir con alegría y generosidad con todos los pueblos y las culturas, para que también ellos puedan encontrar en Jesucristo el camino, la verdad y la vida (cf. Jn 14,6)» Llevamos implícita una Misión por el sacramento del Bautismo, avalada por el signo de la Cruz, señal de identidad de los que en nombre del Señor nos reunimos procedentes de todos los pueblos. Nuestra tarea es proclamar en medio de los hombres a Jesucristo: «Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mt 28, 16‐ 20). Cristo «Luz del mundo» se apareció resucitado a los Once discípulos que se encontraban abatidos, incapaces de seguirle y refugiados en la tristeza. Jesús nos llama a caminar junto a Él, igual que a los Apóstoles. Nos pide que aceptemos la misión que el Padre encomendó al Hijo, proclamar el Evangelio a toda criatura y bautizar en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, nos hace el regalo de participar de la comunión de amor de la Santísima Trinidad. No tenemos nada que temer porque contamos con la asistencia permanente del Señor resucitado. Está presente entre nosotros y nos acompaña por medio del Espíritu Santo. Nos exhorta a estar alegres con Él y nos da la fuerza necesaria para resistir el desaliento y la angustia. Es tarea de toda la Iglesia iluminar a todos los pueblos con la luz de Cristo, para que todos los hombres puedan saciar su sed de amor y eternidad en la fuente de la misericordia de Dios, manifestada en Cristo Jesús. Es nuestro bautismo el que nos lanza a anunciar la Buena Noticia de Cristo Resucitado a todas las gentes. Como cuerpo, todos los miembros son necesarios y cada uno tiene una misión. Cada uno según su vocación, cada uno según los dones que ha recibido. Pero todos haciendo visible el rostro de Cristo mediante el anuncio del Evangelio. Es éste anuncio el que nos mueve en la jornada del DOMUND en el que todos tenemos que participar. Es esta conciencia eclesial la que me mueve a animaros a orar insistentemente por aquellos misioneros que siguen las palabras de Cristo, testimoniando y difundiendo el Evangelio incluso en situaciones de persecución. E invitaros a todos a vivir un signo de comunión entre las Iglesias con vuestra ayuda económica. Amadísimos hermanos, no nos resistamos a la acción del Espíritu Santo para continuar la misión encomendada por Jesucristo a sus discípulos y que Él recibió del Padre. Un abrazo afectuoso en María Nuestra Madre, + José Mazuelos Pérez Obispo de Asidonia‐Jerez Jerez de la Frontera, 1 de octubre de 2009 .

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