jueves, 29 de septiembre de 2016

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 27º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO C – (2-10-2016)

Lectura del santo evangelio según san Lucas 17,5-10

“En aquel tiempo, los apóstoles dijeron al Señor:

- Auméntanos la fe.

El Señor contestó:

- Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: «Arráncate de raíz y plántate en el mar», y os obedecería.

Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: «Enseguida, ven y ponte a la mesa»?

¿No le diréis: «Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo; y después comerás y beberás tú»? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: «Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer»”.



¿SOMOS CREYENTES?


Jesús les había repetido en diversas ocasiones: “¡Qué pequeña es vuestra fe!”. Los discípulos no protestan. Saben que tiene razón. Llevan bastante tiempo junto a él. Lo ven entregado totalmente al Proyecto de Dios; solo piensa en hacer el bien; solo vive para hacer la vida de todos más digna y más humana. ¿Lo podrán seguir hasta el final?

Según Lucas, en un momento determinado, los discípulos le dicen a Jesús: “Auméntanos la fe”. Sienten que su fe es pequeña y débil. Necesitan confiar más en Dios y creer más en Jesús. No le entienden muy bien, pero no le discuten. Hacen justamente lo más importante: pedirle ayuda para que haga crecer su fe.

La crisis religiosa de nuestros días no respeta ni si quiera a los practicantes. Nosotros hablamos de creyentes y no creyentes, como si fueran dos grupos bien definidos: unos tienen fe, otros no. En realidad, no es así. Casi siempre, en el corazón humano hay, a la vez, un creyente y un no creyente. Por eso, también los que nos llamamos “cristianos” nos hemos de preguntar: ¿Somos realmente creyentes? ¿Quién es Dios para nosotros? ¿Lo amamos? ¿Es él quien dirige nuestra vida?

La fe puede debilitarse en nosotros sin que nunca nos haya asaltado una duda. Si no la cuidamos, puede irse diluyendo poco a poco en nuestro interior para quedar reducida sencillamente a una costumbre que no nos atrevemos a abandonar por si acaso. Distraídos por mil cosas, ya no acertamos a comunicarnos con Dios. Vivimos prácticamente sin él.

¿Qué podemos hacer? En realidad, no se necesitan grandes cosas. Es inútil que nos hagamos propósitos extraordinarios pues seguramente no los vamos a cumplir. Lo primero es rezar como aquel desconocido que un día se acercó a Jesús y le dijo: “Creo, Señor, pero ven en ayuda de mi incredulidad”. Es bueno repetirlas con corazón sencillo.

Dios nos entiende. El despertará nuestra fe.

No hemos de hablar con Dios como si estuviera fuera de nosotros. Está dentro. Lo mejor es cerrar los ojos y quedarnos en silencio para sentir y acoger su Presencia. Tampoco nos hemos de entretener en pensar en él, como si estuviera solo en nuestra cabeza. Está en lo íntimo de nuestro ser. Lo hemos de buscar en nuestro corazón.

Lo importante es insistir hasta tener una primera experiencia, aunque sea pobre, aunque solo dure unos instantes. Si un día percibimos que no estamos solos en la vida, si captamos que somos amados por Dios sin merecerlo, todo cambiará. No importa que hayamos vivido olvidados de él. Creer en Dios, es, antes que nada, confiar en el amor que nos tiene.

José Antonio Pagola

miércoles, 28 de septiembre de 2016

LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA

Siendo el pan una comida que nos sirve de alimento y se conserva guardándole, Jesucristo quiso quedarse en la tierra bajo las especies de pan, no solo para servir de alimento a las almas que lo reciben en la sagrada Comunión, sino también para ser conservado en el sagrario y hacerse presente a nosotros, manifestándonos por este eficaz medio el amor que nos tiene.

En toda forma de culto a este Sacramento hay que tener en cuenta que su intención debe ser una mayor vivencia de la celebración eucarística. Las visitas al Santísimo, las exposiciones y bendiciones han de ser un momento para profundizar en la gracia de la comunión, revisar nuestro compromiso con la vida cristiana; la verificación de cada uno ante la Palabra del Evangelio, el asomarse al silencioso misterio del Dios callado... Esta dimensión individual del tranquilo silencio de la oración, estando ante él en el amor, debe impulsar a contrastar la verdad de la oración, en el encuentro de los hermanos, aprendiendo también a estar ante ellos en la comunicación fraternal.


+ La Exposición

La exposición y bendición con el Santísimo Sacramento es un acto comunitario en el que debe estar presente la celebración de la Palabra de Dios y el silencio contemplativo. La exposición eucarística ayuda a reconocer en ella la maravillosa presencia de Cristo o invita a la unión más íntima con él, que adquiere su culmen en la comunión Sacramental.

Habiéndose reunido el pueblo y, si parece oportuno, habiéndose iniciado algún cántico, el ministro se acerca al altar. Si el Sacramento no se reserva en el altar de la exposición, el ministro, con el paño de hombros lo trae del lugar de la reserva, acompañado por acólitos o por fieles con velas encendidas.

El copón o la custodia se colocará sobre el altar cubierto con mantel; mas si la exposición se prolonga durante algún tiempo, y se hace con la custodia, se puede usar el manifestador, colocado en un lugar más alto, pero teniendo cuidado de que no quede muy elevado ni distante. Si se hizo la exposición con la custodia, el ministro inciensa al Santísimo; luego se retira, si la adoración va a prolongarse algún tiempo.

Si la exposición es solemne y prolongada, se consagrará la hostia para la exposición, en la Misa que antes se celebre, y se colocará sobre él altar, en la custodia, después de la comunión. La Misa concluirá con la oración después de la comunión, omitiendo los ritos de la conclusión. Antes de retirarse del altar, el sacerdote, si se cree oportuno, colocará la custodia y hará la incensación.

+ La Adoración

Durante el tiempo de la exposición, se dirán oraciones, cantos y lecturas, de tal suerte que los fieles, recogidos en oración, se dediquen exclusivamente a Cristo Señor.

Para alimentar una profunda oración, se deben aprovechar las lecturas de la sagrada Escritura, con la homilía, o breves exhortaciones, que promuevan un mayor aprecio del misterio eucarístico. Es también conveniente que los fieles respondan a la palabra de Dios, cantando. Se necesita que se guarde piadoso silencio en momentos oportunos.

Ante el Santísimo Sacramento expuesto por largo tiempo, se puede celebrar también alguna parte, especialmente las horas más importantes de la Liturgia de las Horas; por medio de esta recitación se prolonga a las distintas horas del día la alabanza y la acción de gracias que se tributan a Dios en la celebración de la Misa, y las súplicas de la Iglesia se dirigen a Cristo y por Cristo al Padre, en nombre de todo el mundo.

+ Oración

Oh saludable Hostia
Que abres la puerta del cielo:
en los ataques del enemigo danos fuerza,
concédenos tu auxilio.
Al Señor Uno y Trino
se atribuye eterna gloria:
y El, vida sin término
nos otorgue en la Patria.

Amén.

+ La Bendición

Al final de la adoración, el sacerdote o el diácono se acerca al altar; hace genuflexión, se arrodilla y se incoa este himno u otro cántico eucarístico:
Canta, lengua, el misterio
del cuerpo glorioso
y de la sangre preciosa
que el Rey de las naciones,
fruto de un vientre generoso,
derramó como rescate del mundo.

Nos fue dada, nos nació
de una Virgen sin mancilla;
y después de pasar su vida en el mundo,
una vez esparcida la semilla
de su palabra,
terminó el tiempo de su destierro
dando una admirable disposición.

En la noche de la última cena,
recostado a la mesa con los hermanos,
después de observar
plenamente la ley
sobre la comida legal,
se da con sus propias manos
como alimento para los Doce.
El Verbo hecho carne
convierte con su palabra
el pan verdadero con su carne,
y el vino puro se convierte
en la sangre de Cristo.

Y aunque fallen los sentidos,
baste sólo la fe
para confirmar al corazón
recto en esa verdad.
Veneremos, pues, inclinados
tan gran Sacramento;
y la antigua figura
ceda el puesto al nuevo rito;
la fe supla
la incapacidad de los sentidos.

Al Padre y al Hijo
sean dadas alabanza y júbilo,
salud, honor, poder
y bendición;
una gloria igual sea dada
al que de uno y de otro
procede. Amen

Mientras tanto, arrodillado, el ministro inciensa el Santísimo Sacramento, si la exposición se hizo con la custodia.

V. Les diste pan del cielo. (T.P. Aleluya).
R. Que contiene en sí todo deleite. (T.P. Aleluya).

Luego se pone en pie y dice:

Oremos

Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tú Pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

R. Amen.


Fuente: Aci prensa

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martes, 27 de septiembre de 2016

ESTE VIERNES ÚLTIMO DE MES,CULTOS EUCARÍSTICOS

A partir de las 20.00 horas llevaremos a cabo nuestros cultos semanales,que por ser último viernes de mes y tal como establecen nuestras Reglas, nuestros cultos semanales tendrán carácter Eucarístico, con Exposición, Bendición y Reserva de S.D.M. Para finalizar con las oraciones a la Stma. Virgen.

Si importante es la asistencia a los cultos semanales en honor de nuestros titulares más aún lo es cada viernes último de mes en honor y gloria del Santísimo Sacramento del Altar, porque no es la Hermandad la que convoca es el mismo Dios el que nos llama desde su presencia viva y real en la Eucaristía, es Dios el que nos invita a la unión más intima con El. 

No faltemos a su llamada, Dios nos espera.


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viernes, 23 de septiembre de 2016

MAÑANA ACOMPAÑAREMOS CORPORATIVAMENTE A NUESTRA PATRONA

Con motivo de la próxima festividad de la Virgen de la Merced, Celestial Patrona de Jerez, nuestra Hermandad se hizo presente ayer en la solemne novena que estos días se viene celebrando en su honor.

Fueron las Hermandades del Viernes Santo las que tuvieron a su cargo el rezo del Rosario, Novena y lecturas de la Eucaristía. Así mismo mañana sábado, fiesta de la Virgen, nuestra Hermandad asistirá corporativamente, como es tradicional y marcan nuestras Reglas, a la solemne procesión de cada 24 de septiembre, teniendo que estar los hermanos antes de las seis y media de la tarde en la Basílica mercedaria para formar parte del cortejo representativo de la Hermandad.

Desde la Junta de Gobierno se invita a todos los hermanos a participar en la procesión, como prueba de nuestro amor filial por la Madre de Dios en su secular advocación de Santa María de la Merced, Patrona de todos los jerezanos.

¡Hermano, si quieres venir con tu Cofradía en la procesión, nada más tienes que buscar nuestro Estandarte en la Basílica mercedaria antes de la "salida" y unirte a tus hermanos Lauretanos, o bien sumarte una vez se encuentre la procesión en la calle, dando muestra de nuestra Fe y amor por Ella a todas las personas que lo presenciaran desde las aceras!.

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jueves, 22 de septiembre de 2016

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 26º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO C – (25-9-2016)

Lectura del santo evangelio según san Lucas 16,19-31


“En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:

- Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día.

Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico.

Y hasta los perros se le acercaban a lamerle las llagas.

Sucedió que se murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán.

Se murió también el rico, y lo enterraron. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritó:

- Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas.

Pero Abrahán le contestó:

- Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces.

Y además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que no puedan cruzar, aunque quieran, desde aquí hacia vosotros, ni puedan pasar de ahí hasta nosotros.

El rico insistió:

- Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan también ellos a este lugar de tormento.

Abrahán le dice:

- Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen.

El rico contestó:

- No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán.

Abrahán le dijo:

- Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto.”



ROMPER LA INDIFERENCIA

Según Lucas, cuando Jesús gritó “no podéis servir a Dios y al dinero”, algunos fariseos que le estaban oyendo y eran amigos del dinero “se reían de él”. Jesús no se echa atrás. Al poco tiempo, narra una parábola desgarradora para que los que viven esclavos de la riqueza abran los ojos.

Jesús describe en pocas palabras una situación sangrante. Un hombre rico y un mendigo pobre que viven próximos el uno del otro, están separados por el abismo que hay entre la vida de opulencia insultante del rico y la miseria extrema del pobre.

El relato describe a los dos personajes destacando fuertemente el contraste entre ambos. El rico va vestido de púrpura y de lino finísimo, el cuerpo del pobre está cubierto de llagas. El rico banquetea espléndidamente no solo los días de fiesta sino a diario, el pobre está tirado en su portal, sin poder llevarse a la boca lo que cae de la mesa del rico. Sólo se acercan a lamer sus llagas los perros que vienen a buscar algo en la basura.

No se habla en ningún momento de que el rico ha explotado al pobre o que lo ha maltratado o despreciado. Se diría que no ha hecho nada malo. Sin embargo, su vida entera es inhumana, pues solo vive para su propio bienestar. Su corazón es de piedra. Ignora totalmente al pobre.

Lo tiene delante pero no lo ve. Está ahí mismo, enfermo, hambriento y abandonado, pero no es capaz de cruzar la puerta para hacerse cargo de él.

No nos engañemos. Jesús no está denunciando solo la situación de la Galilea de los años treinta. Está tratando de sacudir la conciencia de quienes nos hemos acostumbrado a vivir en la abundancia teniendo junto a nuestro portal, a unas horas de vuelo, a pueblos enteros viviendo y muriendo en la miseria más absoluta.

Es inhumano encerrarnos en nuestra “sociedad del bienestar” ignorando totalmente esa otra “sociedad del malestar”. Es cruel seguir alimentando esa “secreta ilusión de inocencia” que nos permite vivir con la conciencia tranquila pensando que la culpa es de todos y es de nadie.

Nuestra primera tarea es romper la indiferencia. Resistirnos a seguir disfrutando de un bienestar vacío de compasión. No continuar aislándonos mentalmente para desplazar la miseria y el hambre que hay en el mundo hacia una lejanía abstracta, para poder así vivir sin oír ningún clamor, gemido o llanto.

El Evangelio nos puede ayudar a vivir vigilantes, sin volvernos cada vez más insensibles a los sufrimientos de los abandonados, sin perder el sentido de la responsabilidad fraterna y sin permanecer pasivos cuando podemos actuar.

José Antonio Pagola.

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viernes, 16 de septiembre de 2016

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 25º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO C – (18-9-2016)

Lectura del santo evangelio según san Lucas 16,1-13


“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes.

Entonces lo llamó y le dijo:

- ¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido.

El administrador se puso a echar sus cálculos:

- ¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa.

Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo, y dijo al primero:

- ¿Cuánto debes a mi amo?

Éste respondió:

- Cien barriles de aceite.

Él le dijo:

- Aquí está tu recibo: aprisa, siéntate y escribe «cincuenta».

Luego dijo a otro:

- Y tú, ¿cuánto debes?

Él contestó:

- Cien fanegas de trigo.

Le dijo:

- Aquí está tu recibo: escribe «ochenta».

Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz.

Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.

El que es de fiar en lo menudo, también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo, tampoco en lo importante es honrado.

Si no fuisteis de fiar en el vil dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, lo vuestro ¿quién os lo dará?

Ningún siervo puede servir a dos amos: porque o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.”



NO SOLO CRISIS ECONÓMICA

“No podéis servir a Dios y al Dinero”. Estas palabras de Jesús no pueden ser olvidadas en estos momentos por quienes nos sentimos sus seguidores, pues encierran la advertencia más grave que ha dejado Jesús a la Humanidad. El Dinero, convertido en ídolo absoluto, es el gran enemigo para construir ese mundo más justo y fraterno, querido por Dios.

Desgraciadamente, la Riqueza se ha convertido en nuestro mundo globalizado en un ídolo de inmenso poder que, para subsistir, exige cada vez más víctimas y deshumaniza y empobrece cada vez más la historia humana. En estos momentos nos encontramos atrapados por una crisis generada en gran parte por el ansia de acumular.

Prácticamente, todo se organiza, se mueve y dinamiza desde esa lógica: buscar más productividad, más consumo, más bienestar, más energía, más poder sobre los demás... Esta lógica es imperialista. Si no la detenemos, puede poner en peligro al ser humano y al mismo Planeta.

Tal vez, lo primero es tomar conciencia de lo que está pasando. Esta no es solo una crisis económica. Es una crisis social y humana. En estos momentos tenemos ya datos suficientes en nuestro entorno y en el horizonte del mundo para percibir el drama humano en el que vivimos inmersos.

Cada vez es más patente ver que un sistema que conduce a una minoría de ricos a acumular cada vez más poder, abandonando en el hambre y la miseria a millones de seres humanos, es una insensatez insoportable. Inútil mirar a otra parte.

Ya ni las sociedades más progresistas son capaces de asegurar un trabajo digno a millones de ciudadanos. ¿Qué progreso es este que, lanzándonos a todos hacia el bienestar, deja a tantas familias sin recursos para vivir con dignidad?

La crisis está arruinando el sistema democrático. Presionados por las exigencias del Dinero, los gobernantes no pueden atender a las verdaderas necesidades de sus pueblos. ¿Qué es la política si ya no está al servicio del bien común?

La disminución de los gastos sociales en los diversos campos y la privatización interesada e indigna de servicios públicos como la sanidad seguirán golpeando a los más indefensos generando cada vez más exclusión, desigualdad vergonzosa y fractura social. Los seguidores de Jesús no podemos vivir encerrados en una religión aislada de este drama humano. Las comunidades cristianas pueden ser en estos momentos un espacio de concienciación, discernimiento y compromiso. Nos hemos de ayudar a vivir con lucidez y responsabilidad. La crisis nos puede hacer más humanos y más cristianos.

José Antonio Pagola
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jueves, 15 de septiembre de 2016

FOTOS DEL ÚLTIMO CAMBIO DE NUESTRA MADRE EN LA FESTIVIDAD DE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

Ayer jueves, 14 de septiembre, festividad de la Exaltación de la Cruz, dimos comienzo al ejercicio cofrade 2016-2017 con una solemne Eucaristía en honor a la Santa Cruz, primer titular de nuestra Hermandad.

La ceremonia fue presidida por nuestro Director Espiritual y Párroco de San Pedro Rvdo. Padre Don José Hachero,actuando de acólito el Delegado de Cultos y miembro de Junta de Gobierno D. Eusebio Castañeda. 

Al terminar el acto se dio a besar la reliquia del Lígnum-Crucis que custodia la Hermandad, finalizando la jornada con una convivencia de inicio de curso.

Os traemos en el día de hoy algunas fotos de nuestra Madre tras su cambio de vestimenta para tan solemne ocasión.









miércoles, 14 de septiembre de 2016

EL LIGNUM CRUCIS

Del latín "Lignum", leño o madero y "Crucis" de la Cruz, es la astilla, resto, o agrupación de éstos, procedentes de la fragmentación de la Verdadera Cruz de nuestro Señor Jesucristo y que alojado en una teca y a su vez en un relicario, es refrendada su veracidad a través de un documento de certificación denominado "Authéntica". Le es dedicado el culto de Latría relativa, o sobre las cosas, grado inferior al de Latría Absoluta o dedicada a Dios, verdaderamente presente en el Sacramento de la Eucaristía.

El Lignum Crucis pertenece al grupo de las reliquias mayores, que son las que proceden de la pasión de Jesucristo, frente a las menores, que son de los santos.

Los restos de la Cruz de Cristo fueron descubiertos por Santa Elena, madre del Emperador Constantino, en el año 326. Tras el hallazgo se produjo un proceso de dispersión de fragmentos del madero, entre las que se encontraban como destino las ciudades de Roma y Constantinopla. Durante su historia, en especial el medievo y el Renacimiento, llegaron a España restos de la Cruz dirigidos principalmente a autoridades eclesiásticas y laicas o bien traídos de Tierra Santa, como el Lignum Crucis del Monasterio de Santo Toribio de Liébana, mayor fragmento conservado en la actualidad.

Los restos de la Cruz de Cristo nos ofrecen con su presencia testimonio del origen y reminiscencia de no pocas Hermandades y Cofradías en nuestro país, que al ser de la Vera+Cruz, “la Verdadera Cruz”, son consideradas como las más antiguas entre todas las demás advocaciones.

El Lignum Crucis recibe culto de adoración en grado de Latría relativa, o sobre las cosas, al ser parte de la Cruz que estuvo en contacto físico con nuestro Señor Jesucristo, a quien le reconocemos suprema perfección y dominio, habiendo sido bañada con su sangre.

Como símbolo de adoración y sumisión a Dios, se realiza el acto de genuflexión ante las reliquias de la Cruz en la liturgia del Viernes Santo así como en las ocasiones que estén expuestas para su veneración.

La Cruz tiene rango de adoración el Viernes Santo, pero esta adoración también se profesa cuando están expuestas las reliquias de la Verdadera Cruz del Señor, por haberse consumado en ella la redención y haber sido impregnada de la Sangre del Redentor (culto de Latría relativa o sobre las cosas).

Protocolos:

Culto interno. 


- Eucaristía y altares de cultos y procesión.

El color litúrgico para las fiestas de la Cruz es el rojo. Cuando es portada, bien en una procesión, bien para dar la bendición con ella al final de la misa, se usa un paño humeral con el color propio de la reliquia, aunque sea otro el color del día. De esa manera también se diferencia de cuando se usa el Santísimo, que es color blanco. El paño humeral para el Lignum Crucis debe ser el rojo, al ser una reliquia del Martirio de Jesucristo. El color rojo simboliza el fuego y la sangre, por eso es utilizado en las fiestas de los mártires, el Domingo de Ramos, el Viernes Santo, el día de Penteconstés y el en sacramento de la confirmación.

Una de las notas más características en las celebraciones eucarísticas ha sido el gesto de situar el Crucifijo que preside la celebración en el centro del altar. Situando la Cruz en medio se intenta recuperar el "cristocentrismo" en las celebraciones, donde tanto el Sacerdote oficiante, como los fieles, están mirando a la Cruz. Ya que muchos de los cultos de nuestras Hermandades y Cofradías se celebran exponiendo entronizado la imagen del Titular, con objeto de no duplicar el signo, se situará el Lignum Crucis en el centro, con los gestos de adoración correspondiente al llegar o salir (genuflexión).

Caso de situar la reliquia en un altar de cultos y permanecer expuesta durante un tiempo prolongado deberá ser situada, preferentemente, en un lugar alto para destacar su realce y garantizar su seguridad.

A la finalización de la Eucaristía, la bendición con la reliquia podrá reservarse para las Festividades principales, como la Función Principal de Instituto, la Invención de la Santa Cruz o la Exaltación de la Santa Cruz. Cuando se imparta con ella se procederá igual que con el Santísimo, con el paño de hombro en rojo, pero no en silencio, sino que el sacerdote dirá "y la bendición de Dios Padre...", y si es un obispo hará tres veces la señal de la cruz, como es costumbre en su ritual.

En Triduos o Quinarios existirá la posibilidad de situarla debajo de la imagen del Titular cristífero, cuando sean iniciados estos cultos con la exposición del Santísimo. Lógicamente, el rango de adoración recaerá sobre Jesús Sacramentado (culto de Latría absoluta o sobre las Personas).

En la Festividad de la Invención de la Santa Cruz así como en la Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, al ser protagonista central de dichas conmemoraciones, se podrá exponer sobre el Altar y tras la bendición se trasladará en solemne procesión al lugar de ubicación y custodia.


Culto externo.

- Solemnes Procesiones y visitas a Hermanos enfermos de las corporaciones.

El acto público externo se caracterizará por las muestras de respeto hacia la reliquia en cuanto le son profesados los gestos propios de la adoración, genuflexión y/o ser besada a la vez que la persona se arrodilla ante ella.

Su portador tendrá las manos veladas por un lienzo evitando el contacto directo con el relicario, que será flanqueado por cuatro cirios o cuatro faroles, a ser posible de cera verde, color que identifica al madero de los justos en el que padeció y murió nuestro Señor Jesucristo así como de las propias Hermandades y Cofradías de la Vera+Cruz.

- Traslado a domicilios de Hermanos enfermos

En los traslados a domicilios de Hermanos enfermos, si es portada en una comitiva procesional, se observarán las normas generales señaladas para el culto externo.

En circunstancias extraordinarias en las que la reliquia fuera llevada, discrecionalmente, desde el lugar de ubicación y custodia temporal hasta el domicilio o residencia de un Hermano aquejado de grave enfermedad, deberá ser el Hermano Mayor, como principal responsable de la custodia y observación de usos de la reliquia, quien realice el traslado acompañado por otros miembros de su Junta de Gobierno. Igualmente, a tal efecto, podrá delegar en otro miembro de la Junta caso de existir motivo justificado o extraordinario que así lo requiriera sin que, en ningún caso, pudiera llevarse a cabo éste u otros usos de la reliquia sin la autorización o aquiescencia del Hermano Mayor.



HOY SOLEMNE FUNCIÓN CON MOTIVO DE LA EXALTACIÓN A LA SANTA CRUZ

Hoy 14 de septiembre, festividad de la EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ,es fiesta mayor en nuestra institución LAURETANA,por eso todos los que nos consideramos cofrades de morado hábito,debemos de acudir a la solemne función a nuestra primera TITULAR.

Al finalizar la eucaristía se dará a besar la reliquia del Lignum Crucis, recordando que la misma pertenece al grupo de las reliquias mayores, que son las que proceden de la pasión de Jesucristo, frente a las menores, que son de los santos. Como símbolo de adoración y sumisión a Dios, se realiza el acto de genuflexión ante las reliquias de la Cruz en la liturgia del Viernes Santo, así como en las ocasiones que estén expuestas para su veneración, como es el caso del 14 de septiembre.
Recordarte que tendrá lugar a las 20.30 horas en nuestra sede canónica de la parroquia de San Pedro.

Acude hermano,con esta celebración comenzamos oficialmente el CURSO COFRADE LAURETANO. 2016-2017.



Posteriormente a dicho acto,nos uniremos todos en fraternal convivencia.




Texto y foto : Pepe Prado

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viernes, 9 de septiembre de 2016

FESTIVIDAD DE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

Este próximo miércoles, 14 de septiembre, con motivo de la festividad de la Exaltación de la Cruz, primer titular de nuestra Hermanad, a las 20,30 h.,tendrá lugar en nuestra sede una Solemne Eucaristía en honor del Santo Madero, instrumento de nuestra Redención.Dicha celebración estará a cargo del Párroco de San Pedro y Director Espiritual de nuestra Hermandad,el Rvdo. P. D. José Hachero Álvarez.

Al final de la ceremonia religiosa se dará a besar la reliquia del Santo Lígnum- Crucis que custodia nuestra Hermandad desde 1981 por decreto de la Curia Vaticana.

Con este acto se dará apertura al ejercicio 2016-2017, finalizando la jornada con una fraternal convivencia de inicio de curso a la que todos por supuesto estáis invitados.


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EL OBISPADO DE ASIDONIA-JEREZ CONVOCA LA XXVII SEMANA DE TEOLOGÍA

El Obispado de Asidonia-Jerez convoca la XXVII Semana de Teología que, en unos días, tendrá lugar en el auditorio San Juan Pablo II adoptando en esta edición el título genérico ‘Cuidar de la casa común’ e inspirada en la encíclica ‘Laudato si’ del Papa Francisco con el magisterio de la Iglesia en materia de espiritualidad ecológica.

A cargo del Instituto Superior de Ciencias Religiosas, el Seminario e Instituto Teológico San Juan de Ávila y las delegaciones diocesanas del Clero y Enseñanza, ha sido organizada en doble sesión diaria para, desde las 10:30 horas, sacerdotes, diáconos, seminaristas, religiosas y religiosos y, desde las 20 horas, al público en general. 



Éste es el detalle de sus contenidos:


Lunes 12 de septiembre.- ‘Cibercultura: el hombre tecnolíquido y la sociedad psicopolítica’, por monseñor Raúl Berzosa Martínez, obispo de Ciudad Rodrigo.

Martes 13 de septiembre.- ‘Biblia y espiritualidad ecológica’, que ofrecerá José Antonio García López, licenciado en Sagrada Escritura.

Miércoles 14 de septiembre.- ‘Ecología integrada: teología y pastoral: ‘Laudato si’, a cargo de Daniel Izuzquiza Regalado, sacerdote jesuita.

Jueves 15 de septiembre.- ‘Familia hoy: ‘Laudato si’ y ‘Amoris laetitia’, de la que será ponente monseñor Carlos Ososo Sierra, arzobispo de Madrid.


Se trata, como cada año, de una iniciativa abierta a cuantas personas quieran asistir. Se estipula una matrícula de 10 euros proporcionándose a quien lo desee un diploma por esta matrícula y la participación en las mismas.


Para más información llamar al 956 338800 o pasarse por el Obispado,sita en plaza del Arroyo nº 50  cp. 11403, Jerez de la Frontera (Cádiz)


Fuente : http://noticiasasidonia.blogspot.com.es/




EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 24º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO C – (11-9-2016)

Lectura del santo evangelio según san Lucas 15,1-32


“En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los letrados murmuraban entre ellos:

- Ése acoge a los pecadores y come con ellos.

Jesús les dijo esta parábola:

- Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles:

«¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido».

Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.

Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, reúne a las vecinas para decirles:

«¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido».

Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.

También les dijo:

- Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre:

«Padre, dame la parte que me toca de la fortuna».

El padre les repartió los bienes.

No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.

Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.

Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país, que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de comer.

Recapacitando entonces se dijo:

«Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros».

Se puso en camino adonde estaba su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo.

Su hijo le dijo:

«Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo».

Pero el padre dijo a sus criados:

«Sacad enseguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido, estaba perdido y lo hemos encontrado».

Y empezaron el banquete.

Su hijo mayor estaba en el campo.

Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, y, llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba.

Éste le contestó:

«Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud».

Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo.

Y él replicó a su padre:

«Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado».

El padre le dijo:

«Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido, estaba perdido y lo hemos encontrado».”



EL GESTO MÁS ESCANDALOSO

El gesto más provocativo y escandaloso de Jesús fue, sin duda, su forma de acoger con simpatía especial a pecadoras y pecadores, excluidos por los dirigentes religiosos y marcados socialmente por su conducta al margen de la Ley. Lo que más irritaba era su costumbre de comer amistosamente con ellos.

De ordinario, olvidamos que Jesús creó una situación sorprendente en la sociedad de su tiempo. Los pecadores no huyen de él. Al contrario, se sienten atraídos por su persona y su mensaje. Lucas nos dice que “los pecadores y publicanos solían acercarse a Jesús para escucharle”. Al parecer, encuentran en él una acogida y comprensión que no encuentran en ninguna otra parte.

Mientras tanto, los sectores fariseos y los doctores de la Ley, los hombres de mayor prestigio moral y religioso ante el pueblo, solo saben criticar escandalizados el comportamiento de Jesús: “Ese acoge a los pecadores y come con ellos”. ¿Cómo puede un hombre de Dios comer en la misma mesa con aquella gente pecadora e indeseable?

Jesús nunca hizo caso de sus críticas. Sabía que Dios no es el Juez severo y riguroso del que hablaban con tanta seguridad aquellos maestros que ocupaban los primeros asientos en las sinagogas. El conoce bien el corazón del Padre. Dios entiende a los pecadores; ofrece su perdón a todos; no excluye a nadie; lo perdona todo. Nadie ha de oscurecer y desfigurar su perdón insondable y gratuito.

Por eso, Jesús les ofrece su comprensión y su amistad. Aquellas prostitutas y recaudadores han de sentirse acogidos por Dios. Es lo primero. Nada tienen que temer. Pueden sentarse a su mesa, pueden beber vino y cantar cánticos junto a Jesús. Su acogida los va curando por dentro. Los libera de la vergüenza y la humillación. Les devuelve la alegría de vivir.

Jesús los acoge tal como son, sin exigirles previamente nada. Les va contagiando su paz y su confianza en Dios, sin estar seguro de que responderán cambiando de conducta. Lo hace confiando totalmente en la misericordia de Dios que ya los está esperando con los brazos abiertos, como un padre bueno que corre al encuentro de su hijo perdido.

La primera tarea de una Iglesia fiel a Jesús no es condenar a los pecadores sino comprenderlos y acogerlos amistosamente. En Roma pude comprobar hace unos meses que, siempre que el Papa Francisco insistía en que Dios perdona siempre, perdona todo, perdona a todos..., la gente aplaudía con entusiasmo. Seguramente es lo que mucha gente de fe pequeña y vacilante necesita escuchar hoy con claridad de la Iglesia.

José Antonio Pagola

viernes, 2 de septiembre de 2016

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: 23º DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO C – (4-9-2016)

“En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo:

- Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío.

Quien no lleve su cruz detrás de mí, no puede ser discípulo mío.

Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla?

No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: «Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar».

¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que lo ataca con veinte mil?

Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz.

Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío.”


NO DE CUALQUIER MANERA

Jesús va camino de Jerusalén. El evangelista nos dice que le “acompañaba mucha gente”. Sin embargo, Jesús no se hace ilusiones. No se deja engañar por entusiasmos fáciles de las gentes. A algunos les preocupa hoy cómo va descendiendo el número de los cristianos. A Jesús le interesaba más la calidad de sus seguidores que su número.

De pronto “se vuelve” y comienza a hablar a aquella muchedumbre de las exigencias concretas que encierra el acompañarlo de manera lúcida y responsable. No quiere que la gente lo siga de cualquier manera. Ser discípulo de Jesús es una decisión que ha de marcar la vida entera de la persona.

Jesús les habla, en primer lugar de la familia. Aquellas gentes tienen su propia familia: padres y madres, mujer e hijos, hermanos y hermanas. Son sus seres más queridos y entrañables. Pero, si no dejan a un lado los intereses familiares para colaborar con él en promover una familia humana, no basada en lazos de sangre sino construida desde la justicia y la solidaridad fraterna, no podrán ser sus discípulos.

Jesús no está pensando en deshacer los hogares eliminando el cariño y la convivencia familiar. Pero, si alguien pone por encima de todo el honor de su familia, el patrimonio, la herencia o el bienestar familiar, no podrá ser su discípulo ni trabajar con él en el proyecto de un mundo más humano.

Más aún. Si alguien solo piensa en sí mismo y en sus cosas, si vive solo para disfrutar de su bienestar, si se preocupa únicamente de sus intereses, que no se engañe, no puede ser discípulo de Jesús. Le falta libertad interior, coherencia y responsabilidad para tomarlo en serio.

Jesús sigue hablando con crudeza: “Quien no lleve su cruz detrás de mí, no puede ser mi discípulo”. Si uno vive evitando problemas y conflictos, si no sabe asumir riesgos y penalidades, si no está dispuesto a soportar sufrimientos por el reino de Dios y su justicia, no puede ser discípulo de Jesús.

No se puede ser cristiano de cualquier manera. No hemos de confundir la vida cristiana con formas de vivir que desfiguran y vacían de contenido el seguimiento humilde, pero responsable a Jesús.

Sorprende la libertad del Papa Francisco para denunciar estilos de cristianos que poco tienen que ver con los discípulos de Jesús: “cristianos de buenos modales, pero malas costumbres”, “creyentes de museo”, “hipócritas de la casuística”, “cristianos incapaces de vivir contra

corriente”, cristianos “corruptos” que solo piensan en sí mismos, “cristianos educados” que no anuncian el evangelio...

José Antonio Pagola.
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